La Supercopa ve luz al final del túnel: Butarque apunta a sede a un mes de jugarse y no todo es 'culpa' de la RFEF
El torneo que disputarán Real Madrid, Barça, Real Sociedad y Atlético se ha topado con las elecciones, el calendario y ofertas a medias.
Es el cuento de cada año. A falta de un mes para la disputa de la Supercopa de España femenina, aún no se conoce de manera oficial cuál será la sede en esta edición. Aunque, tal y como adelantó Telemadrid y confirmó Relevo, Leganés tiene todas las papeletas para albergar el torneo que disputarán Barça, Real Madrid, Atlético y Real Sociedad entre el 22 y el 26 de enero.
La ciudad madrileña, con el estadio de Butarque, repetirá como sede por segundo año consecutivo en la Supercopa. Con un acuerdo que verá la luz pronto -se espera que se anuncien los detalles esta semana-, el debate sobre la gestión de esta competición se vuelve a abrir.
¿Por qué repetir en Madrid y no en otra sede? ¿A qué se debe la tardanza?... Las preguntas -y las críticas- ponen su foco en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Y, aunque es la organizadora del torneo y en ella recae toda la responsabilidad del mismo, no todo es 'culpa' del ente federativo.
🔴 OFICIAL | El Estadio Municipal Butarque será la sede de la #SupercopaFemenina
— RFEF (@rfef) December 29, 2023
🤝🏼 Tras el acuerdo alcanzado con el @AytoLeganes y con el @CDLeganes este escenario acogerá esta competición que tendrá lugar del 16 al 20 de enero.
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Pues, aunque ha tenido varias propuestas sobre la mesa, estas suelen ser más de palabra que en firme. Hay otra que tienen fundamento, pero no terminan de cuajar por las exigencias de promoción y compromiso con el fútbol femenino que plantea la RFEF. O se topan con el inconveniente del calendario en el caso de que se juegue en un estadio de un equipo masculino, ya sea de Primera como en Segunda División. El Leganés, por ejemplo, juega como visitante ese fin de semana, ante el Athletic.
Esto no supone un problema sin solución, sino que implica tener que solicitar cambio de calendario a LaLiga y, por consiguiente, es involucrar a otra institución y añadir gestiones para la resolución de la sede. A esto se añade que, con dos equipos madrileños, más uno de Cataluña y otro del País Vasco, se descarta hacerlo en alguna zona del Sur o Sureste. Y Leganés cumplía dos requisitos: un campo de máximo nivel -de Primera División- y la mayor cercanía con dos de los participantes, siendo un viaje asequible y sencillo para Barça y Real Sociedad.
La tardanza como reproche 'eterno' en la RFEF
En cuanto a la demora en la decisión, se le puede eximir de poco a la RFEF, que pudo cerrar este acuerdo con meses de antelación y no esperar, un año más, a última hora. Aun sabiendo la que se le venía encima en estos meses. Si bien este año ha tenido más 'excusas' que nunca -un proceso electoral que culminó el pasado 16 de diciembre que, como todo, afecta también a la decisión de la Supercopa-, lo cierto es que esto ha ocurrido en los últimos años. Sin elecciones de por medio.
Sin ir más lejos, en la temporada anterior, el anuncio de la sede llegó a finales de diciembre. Lo que afectó a aficionados y equipos a la hora de planificar sus viajes. Un año después, la RFEF ha puesto la Supercopa en su lista de tareas urgentes tras superar los primeros días del nuevo presidente, Rafael Louzán. Así, desde el ente federativo esperan cerrar todo lo necesario para anunciar esta semana la sede, que será Leganés salvo sorpresas.
Todo lo que sea seguir esperando, como ha ocurrido en los últimos años, supondrá un lastre de cara a promocionar la Supercopa de España. Este torneo, que se ha topado con la falta de asistencia de aficionados en los últimos años, necesita buscar soluciones a este asunto.
Un condicionante que quieren ir resolviendo desde la RFEF, aunque es un problema que va más allá: el fútbol femenino sigue teniendo problemas para llenar estadios y, salvo excepciones, el día a día presenta gradas con poca afluencia. Aunque esto también ha ido cambiando en gran medida en los últimos años y hay clubes como el Barça que han conseguido fidelizar a un gran número de personas de cara a ocupar las gradas de sus partidos cada semana.
Por su parte, cabe recordar que, como pasó en el curso anterior y en línea con lo que se lleva a cabo en el masculino, no ha habido sorteo de cara a esta edición. Los cruces serán: Barça - Atlético y Real Madrid - Real Sociedad. Es decir, participarán los dos equipos finalistas de la Copa de la Reina y el primer y segundo clasificado en Liga F. Como el cuadro azulgrana repite como campeón en ambas competiciones, su puesto pasa al tercero en la clasificación liguera: el Atlético de Madrid.
Ben amunt, capitana!!!! 🏆🏆🏆🏆#SupercopaFemenina pic.twitter.com/eaXSnHVGK0
— FC Barcelona Femení (@FCBfemeni) January 20, 2024
El cuadro rojiblanco se medirá al Barça, en el conocido como Clásico del fútbol femenino. Si el cuadro catalán, vigente campeón de todo (Champions, Liga, Copa y Supercopa) y actual líder, con diferencia, en Liga F, se impone al Atlético y el Real Madrid hace lo propio con la Real Sociedad, podría quedar otro posible Clásico -nomenclatura heredada del masculino- en la final. Aunque, para ello, las catalanas deberán tumbar al Atleti y el Real Madrid tendrá que hacer lo mismo con la Real Sociedad.
El Barça ha sido el gran rey de esta nueva Supercopa, con formato de Final Four. La primera edición fue en Salamanca en 2020, con triunfo culé en aquella sonada final del 1-10 ante la Real Sociedad. Le siguieron Almería, Las Rozas, Mérida y Leganés. En casi todas ellas, con la excepción de la final disputada en el estadio Juegos del Mediterráneo, con el triunfo del Atlético, el campeón fue el Barça. Esto hace que, por experiencia, nivel y plantilla (tiene en su vestuario a las dos jugadoras que han ganado los últimos cuatro trofeos del Balón de Oro), el conjunto culé sea el gran favorito y rival a batir.