SUPERCOPA DE ESPAÑA

Un Barça en obras: sin excelencia pero forjado a prueba de bombas

El equipo de Xavi no encuentra la brillantez prometida en el juego, pero crece a partir de saber sufrir.

El Barça supo sufrir para estar en la final. /GETTY
El Barça supo sufrir para estar en la final. GETTY
Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

La realidad no se puede ocultar. El Barça de hoy vive lejos de la excelencia. Xavi asumió el banquillo azulgrana apuntando alto. Aseguró que trabajaría para devolver al equipo a la élite, tanto a nivel de títulos como a nivel de juego. Hasta la fecha, las actuaciones son más el clásico menú del día que caviar. Es decir, resultados por encima de florituras. Poco a poco, viniendo desde muy abajo y a base de disgustos, los catalanes empiezan a recuperar la mentalidad competitiva. La misma que fueron perdiendo progresivamente en los últimos años.

"Aquí no vale el notable, solo la excelencia", proclamaba el egarense en su presentación. Un año después, su equipo no ha sido capaz de encontrarla -¿a caso alguien esperaba una reconstrucción tan rápida?-. Es más, su etapa en el banquillo culé ya cuenta con una buena lista de decepciones: el Eintracht en Europa League, el KO en el Clásico reciente, la eliminación en Champions...

Precisamente es el haber recibido ya varias castañas lo que ha permitido al Barça empezar a vivir sin miedo. Empezar a vivir en todo lo que hay por ganar, porque por perder últimamente ya no había nada ante el flojo nivel del equipo. Por más que este sea un proyecto en construcción, Xavi conoce el universo culé y es consciente de que debe alimentar con resultados a las fieras. Es decir, al entorno. El pasado verano se ficharon muchas caras nuevas y acoplarlas lleva su tiempo. Pero si algo escasea en la ciudad condal es la paciencia.

El Barça tuvo que sufrir para acceder a la final.  FC BARCELONA
El Barça tuvo que sufrir para acceder a la final. FC BARCELONA

"Mientras no llega la excelencia hay que ir saldando partidos", admitía recientemente el de Terrassa. Al técnico se le exigen resultados para que el barcelonismo no desconecte del proyecto, algo que sí ocurrió con Setién y Koeman. De nada serviría sembrar para el futuro si hubieran más tropiezos que alegrías. Principalmente, porque el mensaje que envía el club no es otro que conquistar la Liga.

Y en ello anda el Barça. Acostumbrándose a sufrir para sacar los partidos. Vivir en el alambre puede ser un mal síntoma pero cuando empieza a salir cara con cierta frecuencia indica que, como mínimo, hay mucho deseo y capacidad de sufrimiento. Son las victorias las que otorgan la confianza necesaria para después mejorar en el juego.

Este Barça viene exhibiendo una vida más que sus rivales

Los últimos partidos del Barça dejan una conclusión clara: los azulgranas se han forjado a prueba de bombas y ahora incluso se sienten más o menos cómodos en escenarios al límite. En Pamplona, remontada con un hombre menos. Ante el Intercity, victoria en la prórroga. En el Metropolitano, triunfo por la mínima sacando agua del barco. Este jueves, frente al Betis, volvió a salir cara en la tanda de penaltis. Este equipo no sabe noquear pero exhibe una vida más que sus rivales. Y eso no es casualidad.

La final del domingo ante el Real Madrid apunta a una nueva batalla ajustadísima. De superarla. el proyecto de Xavi puede tener en Riad su punto de inflexión. Caer frente a los blancos significaría retroceder varias casillas. ¿Está listo este Barça para empezar a responder en días grandes?