Ni Bono ni En-Nesyri, los habituales héroes están en el mercado

La séptima Supercopa de Europa tampoco fue la del Sevilla, al que se le ha cruzado la competición desde aquella victoria ante el Barcelona en su estreno. Otra vez comenzó ganando -como en 2007, 2015 o 2020-, pero para de nuevo para morir en la orilla. Ni forzar la tanda de penaltis, esa suerte que tantas veces le sonrió en el pasado, le sirvió a los de José Luis Mendilibar.
Bono, el habitual héroe de guardia, se quitó su disfraz antes de tiempo, quizá influenciado por todos esos rumores que lo sitúan lejos del Sevilla. Tampoco tiene asegurado su futuro en la entidad su compatriota y amigo En-Nesyri, que anotó un golazo de cabeza para abrir el marcador pero al que seguro que no se le olvidan esas ocasiones que tuvo ante Ederson en el segundo acto. Como aquella ante Neuer en Budapest...
Se puede marchar orgulloso Mendilibar. De ese Sevilla irreconocible del viernes, con derrota incluida ante el Valencia, se pasó a uno bien diferente. Nada tenía que ver ese Sevilla adormecido con el que salió a escena en Atenas. Intenso, veloz y vertical, como manda el libreto de Mendilibar para sorprender al City; pero también aplicado y concentrado ante un equipo de Guardiola al que le gusta someter a sus rivales desde la posesión. Resistiendo el empuje Citizen incluso tras el gol de Palmer y con esos contragolpes que pudieron haber abierto la distancia mucho antes.
No fue tan reconocible el equipo de Guardiola durante muchos minutos, quizá por esos experimentos del técnico con Guardiol de lateral izquierdo o Akanji de mediocentro. Las cosas de los genios. Ni su permanente conversación con Juanma Lillo le valió esta vez para descubrir nuevos caminos. Ahí sí que vendrían bien esos micrófonos de LaLiga para conocer los entresijos de esos diálogos de puro fútbol.
Lo que no pudieron conseguir ni United, ni Juventus ni Roma sí lo hizo el City de Guardiola. Cuestión de rangos. El esfuerzo del Sevilla mereció una mayor recompensa, como también Bono y En-Nesyri, tan decisivos en los últimos títulos del conjunto de Nervión y que en Atenas no pudieron engrandecer sus trayectorias. Y quizá no tengan más oportunidades, las cosas de tener a los héroes en el mercado.