Si Cruyff levantara la cabeza... Atletas contra gente normal con Piqué de testigo
El estadio se entregó a Vinicius y al equipo blanco, que pasó por encima de un Barça en el que Xavi pasó del desquicio a la tristeza.

La fidelidad cruyffista le duró al Barça lo que tardó Xavi Hernández en abandonar la sala de prensa del Al-Awwal Park el sábado. Cruzó la puerta y su equipo se sumergió en una realidad alejada de esos principios instaurados por el holandés, por un cúmulo de circunstancias en las que también forma parte su entrenador: la fragilidad económica ha dado de sí un equipo que "no es el de 2010" dirigido por una leyenda que no está siendo capaz de transmitir su idea, porque en el Barça hay una gran diferencia entre los que se dice y luego su hace; por ende, reventados por el Real Madrid a los 15 minutos de juego, bailados en una segunda parte en la que su rival apretó el freno, porque la goleada podía ser histórica... Y con dos expulsiones y desquiciados.
La determinación del Madrid y su físico pasaron por encima de la parsimonia y la confusión azulgranas, seguramente más visibles sobre la tribuna de prensa en Riad que en la televisión. Eran atletas contra gente corriente. Los árabes, quienes llenaron el estadio, eran mayoría seguidores del equipo blanco, así que celebraron las carreras de Vinicius y los pases de Bellingham, silbaron a Kross para no perder la costumbre, y protagonizaron ese momento surrealista en el que alternaban los cánticos "Barça, Barça" y "Madrid, Madrid" como si fuesen un coro. Pero el "así, así gana el Madrid" sonó con fuerza y se impuso en una fiesta con fuegos artificiales.
Hubo grandes protagonistas en el grada, especialmente Piqué, el artífice de que esta Supercopa se celebre en Arabia al intermediar con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el contrato y llevarse (a través de su empresa Kosmos) una comisión de cuatro millones. El propietario del Andorra y creador de la Kings League llegó esta semana, coincidió con Laporta y entró en el estadio acompañado al estadio de Víctor Font, el candidato que perdió la presidencia en 2021. Todos ellos presentaron la ruina azulgrana, la desidia de un equipo que faltó a su escudo y que acabó dando una de esas imágenes que vaticinan los fines de ciclo.
⚽ ¡¡𝗚𝗢𝗢𝗢𝗢𝗢𝗢𝗟 del @realmadrid!!
— RFEF (@rfef) January 14, 2024
⚡ ¡¡Rodrygo culmina una 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗥𝗔 𝗟𝗘𝗧𝗔𝗟!!
🆚 @realmadrid - @FCBarcelona | 4-1 | 63'
📺 @MovistarPlus #superSupercopa pic.twitter.com/nKIRe82dyU
El Barcelona vivió una nueva expulsión en el banquillo, la de su técnico de porteros, que desde la 16-17 ya ha visto la roja en ocho encuentros, también la de Araujo por doble amarilla. Vinicius montó su habitual y recurrente show, que refleja su falta de deportividad como se apreció en el campo, mostrándole los dedos de la mano al banquillo del Barça, lo que provocó la reprimenda de Ancelotti y el enfado de los suplentes azulgranas. El partido se enredó en pequeñas reyertas, como la de Fermín y Rudiger, mientras que los minutos pasaban en un partido sin historia, donde el hijo de Cristiano Ronaldo fue también otro de los testigos.
Mientras tanto, en la grada, vieron el partido algunos seguidores de Osasuna que habían comprado entradas para la final esperando la victoria de su equipo. Seguramente ellos, que lo vieron desde la imparcialidad, se echaron las manos a la cabeza con la oportunidad perdida de su equipo de llegar a la final, al ver al Barça derretirse como un cúbito de hielo en la Riad de agosto...