La escena que demuestra que Casadó ya es director general del Barça y el jefe para Flick en el campo

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Sczcesny fue expulsado en la segunda mitad del partido entre Barcelona y Real Madrid de la final de la Supercopa de España, cambiando considerablemente el plan de partido de Hansi Flick. El marcador era holgado, pero evidentemente había que realizar varias variantes tácticas para evitar caer en el descontrol. Y el encargado de comunicarlo al resto de sus compañeros no fue otro que ¡Marc Casadó! Una señal inequívoca de que el joven canterano es una pieza angular para el técnico, pese a que nadie intuyera al principio de temporada que fuera a tener un rol protagonista.

Tras la roja al guardameta, se observa a Casadó corriendo hacia la línea de banda, en lo que bien podría haber sido la señal de que él era el sustituido, bien para dar entrada a Dani Olmo, bien para que pudiera entrar Iñaki Peña. Nada más lejos de la realidad, la verdad es que Flick le había elegido a él, pese a su juventud, para darle las órdenes tácticas y el posicionamiento del equipo y que fuera él el que se lo comunicara al resto. Un gesto que no es baladí: no es sencillo interpretar tantas órdenes de forma inmediata y saber comunicarlas de tal manera que el resto juegue de forma adecuada en una situación de inferioridad numérica y ante un club como el Real Madrid.

Casadó aceptó el reto, se acercó, escuchó a uno de los ayudantes del alemán y volvió al terreno de juego. Entonces llegó, gritó a todos sus compañeros y les fue llamando uno a uno. Elige reunirlos en un corro para explicarles paso a paso cómo deben colocarse para reordenar tácticamente al equipo y que la victoria no corra peligro. La escena es de lo más interesante.

Todos, sin discusión, se acercan hasta su posición. Se reúnen en un corro y escuchan atentamente a Marc Casadó, al que miran y observan como si fuera el propio entrenador. El centrocampista se desenvuelve como pez en el agua, primero a través de la voz y luego incluso realizando gestos para que procesen la información de la mejor forma. Hasta Robert Lewandowski, un veterano curtido en mil batallas, debate con él y le pregunta para entender a la perfección lo que quería Hansi Flick con 1-5 en el marcador y con inferioridad numérica durante más de una hora de encuentro.

El centrocampista ha demostrado ser mariscal de campo de este equipo, sin que le pese ni mucho menos la élite, ni las finales, ni los partidos grandes. Este domingo asistió a Raphinha en el quinto gol de los suyos en un pase espectacular. Pero en futbolistas como este resulta irresponsable quedarse solo con la simple estadística. Posicionado impecable, siempre ofreciendo una solución a sus compañeros, asociándose de maravilla, abarcando campo... Apunta a jugador de época.

No obstante, los números siempre ayudan a entender su dimensión. Jugó 90 minutos, asistió en un gol, entró en contacto con el balón 68 veces, completó 47 pases de los 52 intentados, realizó otro pase clave, aportó dos envíos en largo, ganó seis duelos, regateó en una ocasión, recibió una falta y cometió otras ocho. Además, interceptó un disparo, completó dos entradas y solo perdió ocho balones. Otro partido del máximo nivel.

Pese a que Frenkie de Jong estaba llamado a ser el capitán general del centro del campo del Barcelona, Marc Casadó se ha ganado con total merecimiento la titularidad indiscutible. Ya no solo eso. Flick tuvo que elegir a uno para transmitir las órdenes quizás más importantes de la temporada y él fue su transmisor. Una imagen que habló más que mil palabras y que confirma que el canterano ya ha entrado en otra dimensión.