FC BARCELONA
La mejor carrera de Alejandro Balde
El canterano, que iba para atleta, se graduó en la final contra el Real Madrid.
Como si de un velocista se tratara, Alejandro Balde compartía con su familia la instantánea con la medalla de campeón. La primera con el primer equipo del Fútbol Club Barcelona. La confirmación de que la apuesta de hace unos años era la buena. Atletismo o fútbol. Se decantó por el balón. Y no se equivocó.
El canterano azulgrana tiene una mezcla explosiva en las venas. Su padre Saliu es de origen africano (Guinea Bissau) y su madre es dominicana. En casa creían que Alejandro sería muy bueno en el atletismo. También lo pensaban en el colegio donde los profesores, en las carreras que se realizaban, hacían salir a Alejandro más tarde que el resto de compañeros. Les daban ventaja. Eso sí, el primero en llegar siempre era él. Pero él prefería el fútbol, al que veía jugar a su hermano Edy. Y ese camino arrancó. e
Su velocidad siempre ha sido un santo y seña de su juego. Es muy rápido. Pero mucho. Y lo demostró en la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid. Suya fue una de las jugadas del partido, dejando boquiabiertos a los aficionados que estaban presenciando el partido. Carvajal intentó pararlo sin acierto. Ni le alcanzó para derribarle. Las comparaciones con Alphonso Davies no tardaron en aparecer.
Apuesta consolidada
Aunque debutó con Koeman, el gran valedor de Alejandro Balde es Xavi Hernández. El técnico, ya desde la pretemporada, le ha dado galones en el lateral izquierdo, priorizándolo en muchas ocasiones por delante de Jordi Alba y Marcos Alonso. En la búsqueda del primer título, también fue así.
No le temblaron las piernas a Balde. Más bien, todo lo contrario. Parecía que ese partido lo llevara disputando toda una vida. Y eso que le tocó bailar con Fede Valverde, al que secó, y con Rodrygo, con el que también ganó el duelo. Una demostración de poderío físico y una constatación de que, a pesar de tener ficha del filial, ya es una realidad.
Sonríe Jorge Mendes
Alejandro Balde termina contrato en 2024 y en el Barcelona ya hace semanas que se está negociando su continuidad. Su representante es Jorge Mendes, que tiene avanzada su renovación, aunque actuaciones como la de ayer por la noche podrían aumentar sus pretensiones. Se lo está ganando Alejandro, que tiene todos los números para ser el amo y señor del carril izquierdo de la próxima década del FC Barcelona.