SUPERCOPA | REAL MADRID - BARCELONA

El 'profesor' que moldeó a Nacho y Sergi Roberto les ve a las puertas de su primer título como capitanes: "Ya eran maduros de niños"

Con la ayuda de Ginés Meléndez, Relevo descifra a los capitanes de Real Madrid y Barcelona, que hoy pueden levantar su primer título con el brazalete.

Sergi Roberto y Nacho Fernández./AFP
Sergi Roberto y Nacho Fernández. AFP
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

La final de la Supercopa de España (domingo a las 20:00 en Movistar Plus+ seas del operador que seas) tendrá un sabor especial para dos jugadores que se verán las caras. Nacho Fernández (33) y Sergi Roberto (31) vivirán su primer gran partido como capitanes con la posibilidad de, quien salga vencedor, levantar un título ante el máximo rival. Dos canteranos que, a base de constancia, talento, paciencia y, sobre todo, mucho trabajo, comandan a los equipos de sus amores.

Se pueden considerar historias paralelas. Ninguno de los dos ha necesitado evolucionar lejos del nido como otros compañeros -Carvajal o Iñaki Peña-. Se les permitió subir desde el filial al primer equipo y se han ganado un peso específico en sus plantillas como alternativas de plena fiabilidad y ejemplo para los más jóvenes. 339 partidos lleva el canterano blanco por 360 del blaugrana.

Los conoce muy bien Ginés Meléndez, exseleccionador y excoordinador de las categorías inferiores de la Selección. El albaceteño ha moldeado a la mayoría de talentos del fútbol nacional en este siglo XXI. Entre ellos, Nacho y Sergi Roberto, a los que tuvo en diferentes etapas. Actuó como entrenador, como profesor y, en muchas ocasiones, como padre, y no se sorprende cuando los ve liderando a los dos grandes de LaLiga.

Entrenó al defensa del Real Madrid en la Sub-16 y en la Sub-17. También en la Sub-19, pero no como primer técnico. "Nacho y diez más", afirma del madrileño, con el que todavía guarda buena relación. "Es uno de los jugadores más profesionales y responsables que me he encontrado en mi vida. Con 16 años ya tenía mentalidad de hombre. Le tenía un gran cariño a él y a su hermano Álex. También a su familia, que eran profesores. Esa responsabilidad le viene de su propia familia. Era un chico extraordinario".

Pone en valor su polivalencia. "Nacho podía jugar en los dos puestos de lateral, en los dos de central... Era tan serio y tan responsable que podía jugar en cualquier momento y en cualquier sitio", comenta.

Sergi era una pieza fundamental en la generación del 92, de grandes éxitos en torneos internacionales juveniles. Ganaron el Europeo Sub-19 y quedaron terceros del mundo en Sub-17. Ginés lo utilizaba como interior, su mejor posición, normalmente junto a Koke e Isco, pero Álex García, exentrenador del juvenil de Barcelona y actual asistente de García Pimienta en Las Palmas, lo animaba a que lo alinease en cualquier posición. "Si no le necesitas, puedes ponerlo de delantero centro, que a nosotros nos ha rendido", le comentó.

Cuenta que él nunca lo puso de lateral, su posición más habitual en los últimos años, porque no tenía "los conceptos defensivos", pero que era tan "responsable" que podía rendir en cualquier sitio. Eso sí, destaca su buena llegada al área y su capacidad para marcar. En el Mundial Sub-17 de 2009, que se jugó en Nigeria, acabó con tres goles.

"De los dos me quedo con que eran muy buenas personas y lo maduros que eran de niños". Reconoce que, sea quien sea el ganador, va a sentir un poco suyo el título. "Tengo un contacto permanente con ellos. También era profesor de ellos, con Juan Carlos Perlado. Les hacíamos estudiar dos horas", recuerda.

El domingo saldrán al campo con el brazalete, se intercambiarán banderines y defenderán los colores de sus respectivos equipos como lo han hecho desde su primer partido. Eso sí, con un título en juego. El que se lo lleve lo recordará toda la vida.