Más de un mes en el Real Madrid dibujando el golpe al Barça
Los jugadores madridistas llegaron a Arabia sintiéndose superiores a su eterno rival.
![El Real Madrid celebra el título de la Supercopa de España./REUTERS](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202401/14/media/cortadas/NachoSupercopa-RQe6haGf1Q8pBx5PyqZt5zO-1200x648@Relevo.jpg)
10 de diciembre de 2023. El Barcelona recibe al Girona en Montjuic y buena parte de los jugadores del Real Madrid esperan con expectación el encuentro un día después de haberse dejado dos puntos (1-1) ante el Betis en el Benito Villamarín. Aquel triunfo 2-4 de los de Míchel dejó una doble conclusión interna en el equipo blanco: el Girona va muy en serio y este Barça atraviesa el peor momento de la 'era Xavi' en sensaciones, juego y resultados. Desde ese día comenzó a generarse un runrún entre los jugadores madridistas: la Supercopa de España asomaba en el horizonte como una ocasión de oro para dar un golpe mortal a los blaugrana.
¿Por qué creció esa sensación? Los de Ancelotti venían de superar semanas difíciles, algo que empeoró aún más con la grave lesión de Alaba, que se perderá lo que queda de temporada tras ser intervenido de una rotura del ligamento cruzado de su rodilla. Nada de eso frenó a los blancos, que cerraron 2023 con siete puntos de ventaja sobre el conjunto catalán a la vez que la enfermería se vaciaba. Con ese panorama, la Supercopa de España era un doble o nada, una oportunidad para multiplicar las dudas del eterno rival o de permitir que se levantara de la lona.
Antes de ese Clásico en la final había que superar a un Atlético que siempre es un dolor de muelas para el Real Madrid. El resultado fueron unas semifinales excepcionales, con ritmo, buen juego y una remontada que aumentó aún más la moral de la tropa. El Barça, por su parte, no se sacudió las malas sensaciones contra Osasuna, porque ganaron sin excesivo brillo. En el vestuario blanco se olía la sangre.
El Real Madrid se ve superior
El Real Madrid, por lo visto en el primer tramo de la temporada, se sentía muy superior a los catalanes. El principal punto a favor es el físico, porque los de Ancelotti han normalizado una velocidad y un ritmo en el juego que el Atleti, por ejemplo, fue capaz de igualar pero que el Barça no consiguió neutralizar.
Diez minutos sirvieron para plasmar en el campo las impresiones de los días previos: dos goles de Vinicius pusieron el partido cuesta arriba para el Barcelona. La defensa adelantada del Barça permitió que los blancos potenciaran todavía más sus virtudes a la carrera. Hubo un pequeño amago de remontada gracias al gol de Lewandowski, aunque el tercero del brasileño no tardó en llegar. La sensación es que nunca le hizo falta al Madrid meter una marcha más.
La recta final del encuentro fue una demostración más de lo superiores que se sienten los madridistas en este punto de la temporada. Ancelotti se mostró muy caballero con el rival (afeó los tacones de Vinicius y Bellingham), mientras que los futbolistas buscaron el quinto sin ansiedad, conscientes de que el objetivo principal (ahondar la crisis del rival) estaba conseguido. La superioridad era tal que no era necesaria la búsqueda de la goleada escandalosa.
El factor Pintus, a escena
Durante el parón navideño y en estas semanas sin tanta acumulación de partidos exigentes, el Madrid ha activado nuevamente ese factor Pintus (preparador físico del equipo) que tan buen resultado ha dado en otras temporadas. Con las lesiones superadas, el grupo llega al tramo decisivo del curso en un momento dulce en lo físico, algo que será fundamental cuando lleguen los partidos duros en Europa, donde igualar la intensidad de los equipos ingleses o alemanes es clave para avanzar rondas.