SUPERCOPA | REAL MADRID 5 - ATLÉTICO 3

Solo el debate de la portería enturbia la euforia del Madrid

El meta vasco falló en el 2-3 que pudo suponer la eliminación de su equipo. Ancelotti dejó la puerta abierta a cambios: "Vamos a ver quién juega, él o Lunin".

Kepa, en busca del árbitro en el partido de semifinales de la Supercopa ante el Atlético. /AFP
Kepa, en busca del árbitro en el partido de semifinales de la Supercopa ante el Atlético. AFP
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Riad.- El Real Madrid se metió en la cuarta final de la Supercopa de España desde que se celebra en Arabia Saudí, la tercera seguida, con nervios por el desarrollo de un partido vibrante ante el Atlético, con prórroga incluida y con suspense hasta ese tanto de Joselu Mato que desató la euforia (5-3). Abrazos, carreras y señales a una grada entregada. No era para menos, aunque no fue una celebración completa. Siempre hay peros en un club de la exigencia del Real Madrid, que jugó de local en el pequeño Bernabéu de Riad y que vivió un momento delicado con el 2-3 en el que Kepa no estuvo acertado. La alargada sombra de Courtois mantiene en vilo una meta enturbiada, donde el internacional alterna errores con otros momentos notables.

Hasta el propio Ancelotti, hombre prudente y medido en sus declaraciones, reconoció el traspié y dejó la puerta abierta al que ocuparía la titularidad en la final del domingo. "Hizo un buen partido. En los dos primeros goles no puede hacer pero en el tercero puede ser que el salto de Morata le haya molestado... Vamos a ver quien juega la final. O Lunin o Kepa", dijo el técnico italiano, quien ha ido alternando a ambos en los cinco últimos meses después de que el vasco jugase primero.

Fichado al final del mercado, Kepa llegó para ser el portero durante toda la temporada después del infortunio del belga, que se perdería prácticamente el curso. Desde su debut el 25 de agosto hasta el 5 de noviembre, el ex del Chelsea se mantuvo como titular. A partir de ahí, tras una lesión de aductor del vasco, le tocó el turno a Lunin, quien también ha disfrutado de hasta diez encuentros en los que ha recibido seis tantos. Una media peor que la de Kepa, a quien le han marcado 16 goles en 17 duelos, aunque ha dejado errores de bulto como en Nápoles, cuando una mala salida suya en un córner propició el primer tanto de los italianos. Ancelotti le defendió con vehemencia: "Cada jugador tiene su característica, Kepa es formidable entre los palos, tuvo un paradón en a primera parte. Obviamente sufre un poco en el balón aéreo, es bastante normal, es alto, dos metros, nadie es perfecto. Yo digo que soy muy guapo pero no soy perfecto, nadie es perfecto", dijo, parafraseando el film Con faldas y a lo loco. Ancellotti pasó de confirmar a Kepa como titular indiscutible a crear el misterio de la portería.

Ancelotti habla de Kepa tras el partido contra el Atlético de Madrid.

Después del error del 2-3, Kepa fue directamente a buscar a Alberola Rojas para reclamarle la falta de Morata, que llegó al área pequeña y se entrometió en el salto del vasco. Pero ni el colegiado ni el VAR apreciaron infracción. El meta vasco le insistió sin premio, sin demasiada convicción por parte de sus compañeros, aunque esa fue la última acción del partido en la que tuvo que intervenir de forma importante: una mano que despejó a córner sin oposición, un tiro de Griezmann que rozó el poste y dos paradas ante lanzamientos tiernos del Atlético fue el trabajo posterior.

En la zona mixta de Riad, donde la prensa local pedía poder hablar más con los jugadores de ambos equipos, hubo alegría por la victoria, especialmente de un Joselu afinado de nuevo y con un Brahim que actuó de revulsivo y puso la guinda con el 5-3, y de un Carvajal que sigue coleccionando finales y siendo determinante. Buenas noticias para llevarse a la boca teniendo en cuenta el desgaste del encuentro aunque el delantero considere que "tenemos casi cuatro días para descansar". Cuatro días también de meditación de Ancelotti. Quien deberá decidir entre Kepa y Lunin.