SUPERCOPA | FC BARCELONA

La Supercopa en Riad marca el camino del Barça... y de un Xavi al que le reclaman "títulos"

Este torneo fue el fin de Valverde y la resurrección e impulso para el actual técnico, que necesita victorias para salvar la temporada.

Xavi en el campo del Valencia. /EFE
Xavi en el campo del Valencia. EFE
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Arabia Saudí no deja indiferente al FC Barcelona, que ya ha pisado suelo asiático. En la tierra de los beduinos, los azulgrana han vivido travesías por el desierto como la destitución de Ernesto Valverde en la temporada 2019-20 al perder en semifinales ante el Atlético de Madrid. Pero también momentos que marcaron su futuro para bien, como las dos últimas ediciones con Xavi Hernández en el banquillo: la derrota ante el Real Madrid (2-3) en semifinales que supuso una catarsis y catapultó al equipo a una gran segunda vuelta o el título de 2023, el primero del técnico de Terrassa, que ahora llega en otro contexto y en una situación diferente. Riad, la gigantesca ciudad de ocho millones de habitantes que vio triunfar a su Barça, ahora juzgará parte de su historia.

El FC Barcelona tiene un claro objetivo esta temporada, como avanzó Joan Laporta en diciembre en una entrevista a la Agencia EFE . "Si no hay títulos, hay que tomar decisiones", dijo el presidente, que espera al menos "igualar los dos que logramos la temporada anterior". El equipo azulgrana está a siete puntos del Real Madrid y del Girona en la Liga, dos equipos que han rendido a muy alto nivel para un Xavi que cree que su equipo hizo una "buena primera vuelta" pero que esta "debe ser mejor". La Liga no está imposible para los azulgrana, pero en el debe hay que poner las victorias pírricas, por la mínima y con sufrimiento, y los pocos partidos notables que llevarse a la boca. Las opciones dependerán más de la caída de los blancos y los de Míchel.

Si la Liga requiere una amplia mejora del Barcelona, en la Champions su rumbo ha sido renqueante pese a quedar primero de grupo. Las derrotas ante el Shakthar y el Amberes, la competitividad mostrada por un Oporto que mereció más premio en su estadio (0-1) y se adelantó en Montjuïc (2-1), ponen en duda si el camino de un Barça que jugará ante el Nápoles en octavos será de largo recorrido. Por eso mismo, los azulgrana se agarran a las dos competiciones que tienen más opciones, la Supercopa y la Copa del Rey, con un sorteo que le ha sonreído al tocarle el Unionistas de Primera RFEF.

La Supercopa es la primera oportunidad. El Barcelona jugará, sobre el papel, con el rival con menos presupuesto y en peor situación en la Liga, un Osasuna que llega a Riad ilusionado pero pensando en sus necesidades domésticas. El técnico azulgrana, cuyo cuerpo técnico protagonizó una discusión con los jugadores del Barbastro el pasado domingo, sabe que le llega la hora de la verdad y que no sumar este título o no dar al menos una mejor imagen de juego que durante el curso le dejaría en una situación complicada, con la necesidad de levantar la Copa y de reanimar el equipo en la Liga y ser más competitivo que en el pasado en Champions.

Xavi, como le ha ocurrido a lo largo de la temporada, llega mirando más a la enfermería que al césped. Joao Cancelo y Pedri son duda aunque hayan viajado con la expedición, mientras que Íñigo Martínez se une a la lista de bajas que ahora ocupa Gavi, Ter Stegen y Marcos Alonso. Tres titulares que se lo perderán y otros dos que no estarán al cien por cien, a lo que hay que añadir los dudas que ya empieza a despertar Joao Félix, que tampoco tuvo una buena actuación en Barbastro, el propio Lewandowski o Raphinha, o ese mediocentro posicional que el Barça no encuentra y le impide desarrollar en plenitud su juego. Gündogan y De Jong están lejos de sus mejores versiones, mientras que Ferran mejora el ataque y Vitor Roque ha demostrado en dos ratos su capacidad para generar oportunidades pese a su desacierto.

El examen de Riad es severo para el Barça y para Xavi, a quien su presidente ya le ha escrito la lista de obligaciones. Y, una de ellas, pasa por alzar la copa el domingo en el estadio del Al-Nassr, donde ahora triunfa Cristiano, y donde los azulgrana quieren dar un golpe en la mesa para salvar parte de la temporada.