El Real Madrid C es la alegría del año en La Fábrica: un entrenador que se reivindica, varias perlas y un asterisco
El segundo filial blanco, equipo recuperado por el club en 2022, asciende a Segunda Federación como campeón de grupo.

Sin calzarse las botas y con tres jornadas de antelación, el Real Madrid C se ha proclamado campeón del Grupo 7 de Tercera y jugará la próxima temporada en Segunda Federación. El pinchazo del Móstoles en la mañana de este domingo (perdió 0-3 contra el Leganés B) certificó matemáticamente el primer puesto de los blancos, que se miden esta tarde (17:00) al Parla en Valdebebas.
En una temporada difícil en La Fábrica, con el Castilla de Raúl en tierra de nadie y el Juvenil A de Arbeloa condenado a terminar el año en blanco, la gran alegría la han dado los chicos de Pau Quesada. Su campaña ha sido brillante, con cifras inmejorables (sólo tres derrotas en 30 jornadas, 55 goles a favor y 13 en contra) y una gestión digna de elogio para solventar los diferentes obstáculos que han aparecido por el camino. El salto de categoría del equipo era uno de los objetivos marcados en rojo por la dirección de cantera a comienzos de curso, toda vez que en la 22-23 ya se rozó y este verano se mantuvo la apuesta.
En las oficinas se considera capital que el C esté siempre una categoría por debajo del Castilla, para poder formar en el máximo nivel posible a los que acaban su ciclo juvenil y para foguear a apuestas que todavía deben cocinarse antes de subir al 'B'. Por eso, después de detectar la necesidad de crear un escalón intermedio y para sortear los cambios en el funcionamiento de las cesiones -limitadas a ocho por club-, la entidad compró la plaza del RSC Internacional en Tercera en 2022 y recuperó así al C, extinto desde 2015. Después de competir bajo esa denominación la temporada pasada, esta campaña la integración del equipo a la estructura del Real Madrid ya ha sido completa.
Y deportivamente todo ha salido rodado desde el principio, con un grupo que ha funcionado como un reloj sobre el verde y fuera de él. Las victorias cayeron una detrás de otra (cuatro seguidas de inicio) y convenció su fútbol, con un estilo asociativo y vertical que hizo trizas a todos los rivales. Sólo así se entiende haber llegado a la meta con tres semanas de antelación y con registros, especialmente defensivos, tan sobresalientes.
Por ahí llegó la principal mejoría del C, que ha notado la seguridad que ha transmitido a su portería Fran González, uno de los proyectos más esperanzadores de Valdebebas y que suele ejercer como tercer guardameta de Ancelotti. Los madridistas han dejado su arco a cero en 18 ocasiones, también con la participación destacada de Súnico y Guille Ruiz para cubrir las ausencias del leonés por estar con los 'mayores'.

El entrenador, Quesada, es otro de los protagonistas principales. La temporada pasada recibió alguna que otra crítica por su labor en el tramo final, cuando Luis García se marchó al Espanyol a falta de tres encuentros y la entidad le promocionó desde el Cadete A para asumir las riendas. En una situación extraña, y que dejó al vestuario descolocado, el C perdió la primera plaza en la última jornada y cayó eliminado en la segunda ronda del playoff. Este curso se ha quitado el mal sabor de boca con mucho trabajo, potenciando roles y con el papel de figura cercana para los jugadores.
No es extraño que sus pupilos reciban whatsapps suyos fuera de las horas de entrenamiento con cortes de vídeo, consejos, indicaciones y gritos de ánimo. Así, con mimo y mano izquierda, ha conseguido sacar una versión óptima de piezas como Andrés Campos (centrocampista de talento que llegó desde el Villarreal en 2022), Borja Alonso (un atacante que se ha ejercitado en varias ocasiones con Carletto y suma ocho goles) o el mediocentro Romera (el futbolista más utilizado). Fundamental ha resultado también la aportación del killer Esteban Aparicio (Pichichi con 12 dianas), el lateral zurdo David Ruiz (un cañón que ha sumado en ataque y ha maravillado con su golpeo de balón) y el fichaje invernal Loren Zúñiga, que llegó desde el Málaga y dio un salto de calidad a la delantera.
A varios de ellos se les espera la próxima temporada en el Castilla, al que el C todavía debe mirar en estas últimas fechas de competición, porque su ascenso queda supeditado a que los de Raúl consigan la permanencia en Primera Federación. De todas formas, y después de su victoria del sábado en San Fernando (1-3), esta ya es virtual: le sacan nueve puntos a la zona roja a falta de cuatro partidos.
Una campaña con dificultades
La temporada del segundo filial se vio empañada a mediados de septiembre, cuando la Guardia Civil irrumpió por sorpresa en Valdebebas para detener a tres futbolistas del equipo (y a uno del Castilla) por la presunta difusión de un vídeo sexual de una menor. Después de que los afectados prestasen declaración y permaneciesen al margen del grupo durante unos días, en las semanas posteriores se reincorporaron con normalidad y han terminado el curso como uno más. La investigación sigue su curso.