Los secretos de la tradición de Don Balón de disfrazar de Papá Noel a los futbolistas: "Iniesta dijo: 'Todo lo que he ganado con lo de Cristiano lo voy a perder ahora'"
La revista deportiva, desaparecida en 2011 por problemas económicos, vistió con motivos navideños a las estrellas de la época durante más de 20 años.
Se busca traje de Papá Noel. Pero no uno cualquiera, sino el que se pusieron las grandes estrellas del fútbol. Don Balón, la prestigiosa revista que se publicó semanalmente entre 1975 y 2011, comenzó en 1987 una tradición navideña: en la portada del número más cercano a la Navidad disfrazaba cada año de Papá Noel a un futbolista para que felicitara las fiestas a sus lectores. No faltó ningún crack del FC Barcelona, como Messi o Iniesta, ni del Real Madrid, como Casillas o Roberto Carlos, y hasta grandes mitos como Pelé. Y la tradición empezó, nada más y nada menos, que con Diego Armando Maradona.
La idea de la portada navideña, curiosamente, también vino de Argentina. "Yo había trabajado en El Gráfico, y era bastante habitual que se hicieran producciones fotográficas con los deportistas, y a veces se optaba por hacerlo con motivos navideños, así que lo propuse en una reunión de Don Balón", cuenta Fabián Ortiz, subdirector de la revista entre 1987 y 1990. El periodista, además, propuso a Maradona como el primer candidato a Papá Noel por su cercana relación con El Pelusa. "Dijo que sí prácticamente a la primera", recuerda Ortiz. No obstante, no iba a ser tan fácil.
"Nos enteramos de que Maradona estaba en Granada para promocionar la presencia de su hermano pequeño en el equipo de la ciudad, y me enviaron de misión especial para conseguir vestirlo de Papá Noel", rememora Juan Pedro Martínez, miembro de Don Balón entre 1987 y 2001, los últimos diez como director. Gracias a la gestión de Ortiz, se presentó en el hotel de La Alhambra en el mes de noviembre ("hacía un frío infernal", dice Martínez) de 1987, pero el resultado no fue el esperado, tal y como cuenta el ahora director de Panini: "Nadie me hizo ni caso, Maradona iba con todo su séquito y fue imposible, pero me hice amigo de un tal Néstor".
Don Balón disfrazó de Papá Noel a un personaje del mundo del fútbol en su número de Navidad entre 1987 y 2010 para brindar con sus lectores. La tradición se convirtió en un clásico de la revista hasta su desaparición como tal en agosto de 2011. pic.twitter.com/bGQ7ClkK5c
— David Mosquera (@renaldinhos) December 24, 2019
Ese 'tal Néstor' terminaría siendo clave cuando, el último día, Juan Pedro Martínez ya casi había tirado la toalla. La anécdota merece ser contada de principio a fin: "Le dije que había venido de Barcelona para esto, entonces se fue un momento y al volver me dijo 'vente'. Me llevó a un cuartito donde estaba Maradona con corbata desayunando churros con chocolate. Le expliqué lo que quería hacer y aceptó, pero primero me dijo que nos comiéramos con él unos churros con chocolate el fotógrafo, José Antonio Albert, y yo. Y así fue, llevaba el traje en una bolsa, lo vestimos de Papá Noel, le hicimos un montón de fotos y se prestó a todo. Fue un golpe de suerte y un premio a la insistencia".
Que el primer Papá Noel de Don Balón fuera Maradona allanó el camino para los siguientes años. Así vinieron después Koeman, Stoichkov, Futre, Prosinecki… Y en 1997, otros de los grandes: Pelé. "Lo que más recuerdo es que solo quiso ponerse el gorro y se negó a coger una copa de cava porque decía no quería dar mal ejemplo a los niños con el alcohol", detalla Juan Carlos Casas, corresponsal de Don Balón en Madrid. Él se encargó de disfrazar de Papá Noel a Casillas, Roberto Carlos, Mijatovic y Zamorano, que no tuvo reparo en repetir la sesión por la tarde después de que por la mañana hubiera problemas con el fotógrafo, tal y como cuenta Juan Pedro Martínez.
"A Maldini le propusimos disfrazarse de Papá Noel, pero dijo que ni de coña, ni siquiera el gorro"
Redactor de Don Balón
Normalmente, el método era intentar planificar con el protagonista previamente la sesión, incluso enseñándole las portadas de otros años. En otras ocasiones, como el caso de Maradona y Pelé, solo funcionaba el plan kamikaze. Incluso a veces se aprovechaba la gala anual de Don Balón, en la que se premiaba a los deportistas del año y a la que asistían grandes personalidades, para gestionar o incluso realizar la sesión en alguna de las habitaciones del hotel donde se celebraba. Fue el caso de Koeman. En cuanto al perfil, se buscaba "sobre todo alguien que ese año hubiese sido importante", tal y como confirma Ferran Correas, redactor de Don Balón entre 1991 y 2000.
Salvo excepciones, la mayoría de las sesiones se realizaban en Madrid o en Barcelona, donde el semanario tenía su sede. De hecho, en ese piso del centro de Barcelona que hacía de redacción, se hizo el Papá Noel de Meho Kodro en 1995, cuando militaba en el Barcelona tras su buen año en la Real Sociedad. "Estaba encantado, parecía que le estábamos haciendo un favor a él", recuerda Santi Trubat, también trabajador de Don Balón en la década de los 90.
El propio Trubat gestionó la sesión con Ronaldo Nazário un año después, aunque en este caso se hizo en el Camp Nou. "Al llegar, estaba dormido en una camilla después de un masaje, pero le pusimos el traje y no puso ningún problema", recuerda el periodista. Aunque está orgulloso de aquella portada, la sensación fue agridulce porque, pocos días después del número de Don Balón, otro medio publicó las mismas fotografías, tal y como él explica: "Vi las fotos y pensé que había tenido repercusión y nos habían citado, pero al ojear las fotos me di cuenta de que estaban firmadas por otra persona. Es más, en las copas que llevé ponía DB, de Don Balón, y las borraron. No te diré qué persona ni qué medio, pero se montó un pequeño 'pollo' porque no nos citaron".
Todos querían subirse al carro del éxito de los Papá Noeles de Don Balón. Uno de los más míticos, recuerda Juan Pedro Martínez, fue el de Julen Guerrero. "Fue una bomba porque, aparte de ser un crack en el campo, era un icono por considerársele el futbolista más guapo en ese momento. Se vendieron más de 37.000 ejemplares y fue la revista regular más vendida, al margen de los Extras".
Papá Noeles nacionales e internacionales
En ocasiones incluso se viajaba fuera de España y se hacían periplos para conseguir el ansiado Papá Noel, como sucedió en 2004 con Adriano. "Íbamos justos de tiempo y teníamos que ir a Milán; y el director, Sergi Mas, no se fiaba del tiempo y de la niebla en invierno, así que en lugar de ir en avión fuimos en tren por la noche", detalla Rafa Jiménez, el encargado de ese viaje, que, una vez allí, no tuvo ningún problema con O' Emperador: "Llevaba el disfraz en un portatrajes, nos atendió muy amablemente y se puso la chaqueta y el gorro, como era una foto de medio cuerpo no hizo falta el pantalón".
Los periodistas del medio desaparecido coinciden en la predisposición de prácticamente todos los protagonistas. Lo justifican por el prestigio de la revista, por el hecho de ser otros tiempos sin hermetismo ni intermediarios para llegar al jugador y, sobre todo, por la acumulación de portadas míticas, empezando por la de Maradona, como sucedió con Messi en 2005. "Le daba una vergüenza tremenda ponerse el traje, pero entre que era joven y Maradona ya lo había hecho, accedió", apunta César Sánchez, el encargado de gestionar esa sesión con el argentino y también con Iniesta, de quien recuerda sobre todo una frase: "Lo hicimos en la semana de un Barça-Madrid en el que Iniesta se encaró con Cristiano, y cuando se estaba poniendo el traje dijo con sorna: 'Joer, todo lo que he ganado con lo de Cristiano lo voy a perder ahora'".
Como era importante para el editor, Rogelio Rengel, y se intentaba gestionar con tiempo, pocas veces fallaba el Papá Noel, aunque hubo algunas excepciones. En el caso de Bebeto, por ejemplo, fue un problema con las fotografías. "Las hizo el corresponsal de A Coruña y todas las fotos las envió con barba y prácticamente solo se le veían los ojos, podía ser Bebeto o cualquiera", señala Ferran Correas. Aunque fueron pocos, también hubo quien se negó, como Paolo Maldini. "Estaba en Milán para hacerle unas entrevistas a Cafú, Kaká y Maldini, y a este le propusimos que se pusiera el disfraz de Papá Noel y nos dijo que ni de coña, intentamos al menos el gorro pero tampoco accedió, dijo que él en el peló no se ponía nada", explica César Sánchez, que hizo ese viaje a Milán.
Un caso aún sin resolver es el de Fernando Torres. Es la única portada navideña de Don Balón en la que el protagonista no está vestido de Papá Noel. Ningún redactor consultado recuerda qué paso, ni siquiera Juan Carlos Casas, el corresponsal en Madrid, aunque imagina que alguien falló y tuvieron que colocar a Torres a toda prisa, "porque esa foto no es normal", apostilla.
Aunque sin duda el gran misterio por resolver es el que flota alrededor del traje de Papá Noel. Todos coinciden en que se guardaba en la sala de juntas de la redacción, pero, ¿era siempre el mismo?, ¿había de diferentes tallas?, ¿aguantó el mismo disfraz de Papá Noel los 23 años que duró la tradición? "El mismo traje no lo sé, pero ya te digo yo que 23 disfraces no hubo", asegura César Sánchez. "En Barcelona casi seguro que era siempre el mismo", refuerza Santi Trubat. Alrededor de la mística del traje, el propio Trubat recuerda que Meho Kodro se lo llevó, imagina que para disfrazarse en su casa con sus hijos. "Luego me lo devolvió", confirma.
Es imposible saber más alrededor del disfraz, si Maradona y Messi se pusieron el mismo traje de Papá Noel, y, sobre todo, qué pasó con esas telas que hoy en día se subastarían por mucho dinero. "El final fue tan abrupto y tan surrealista que nadie repararía en guardarlo por su valor histórico", sentencia César Sánchez. Queda para la leyenda.