REAL MADRID

La última generación dorada del Real Madrid va mucho más allá de Enzo, el hijo de Marcelo: "Si no se tuercen, muchos van a llegar a Primera"

Comandados por Enzo Alves, Bugarín y Company, la hornada 2009 apunta muy alto.

El cadete A del Real Madrid celebra la Al Kass International./Al Kass
El cadete A del Real Madrid celebra la Al Kass International. Al Kass
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Cada ciertos años, en Valdebebas florece una generación que marca diferencias. Algunos de los mejores jugadores de la categoría se juntan para conjugar equipos por encima de la media y que invitan a la ilusión. La de 2009 sigue los pasos de las mejores hornadas del Real Madrid. Un equipo repleto de talento en todas sus líneas y que en la cantera anticipan un gran futuro: "Si no se tuercen, muchos van a llegar a Primera".

En la lluviosa tarde del sábado confirmaron que, en Madrid, no hay un equipo como ellos. Arrollaron a un Atlético que demostró poder competir en físico, pero no a nivel de calidad. Del Pino, Bugarín, Enzo Alves y Raúl Andrei marcaron para golear a los rojiblancos (4-0) y llevarse un partido clave por la Superliga Cadete. Son líderes un punto por encima del segundo pero con dos partidos menos.

Alves es el nombre que más suena. Más allá de ser el hijo de Marcelo, se trata de un delantero muy talentoso, con físico y mucho gol. Nada más volver de la lesión ha marcado tres goles en tres partidos. Pero ni mucho menos es el único que brilla en una plantilla en la que resulta difícil quedarse con uno. El talento de Bryan Bugarín o Marco Company, la versatilidad de Raúl Andrei, la clarividencia de Edu Valentín o la potencia física de Yeremaiah. En ataque cuentan con una infinidad de recursos.

Pero en defensa no se quedan atrás. Leo Lematrie y Mateo Garrido, dos centrales muy altos pero de gran pie, están dando mucho que hablar. Y en portería, Alberto Castelau, uno de los guardametas con mejor pinta de su generación. Sin contar a Guille Ponce, también de 2009 pero ya en el juvenil C.

Hay otros dos futbolistas lesionados de la rodilla, pero a los que se les va a cuidar por el futuro que prometen. Se trata de Manu Romero y Jairo Morilla. A ambos se les espera la temporada que viene y la confianza en que puedan aportar mucho en juveniles sigue intacta.

Todo este talento lo moldea a la perfección Álvaro López. El entrenador, exjugador de la cantera blanca, saca el máximo rendimiento de sus jóvenes estrellas. Además de conseguir el liderato de la Superliga, hace pocas semanas ganaron la Al Kass International, un torneo en Catar que juntó a algunos de los mejores equipos del mundo. Junto a él trabajan Luis Ayllón como segundo y Jordi Codina como preparador de porteros.

Les queda mucho camino por recorrer, pero se van acercando poco a poco a los focos. El año que viene darán el salto a juveniles, aunque algunos ya juegan habitualmente por encima de su categoría. Habrá que seguir de cerca a esta generación dorada con pinta de darle muchos éxitos a La Fábrica.