REAL MADRID-GIRONA

Vinicius iguala a Figo y ratifica que 'a pierna cambiada' los extremos duplican sus goles

En 164 partidos de Liga, el brasileño suma 40 tantos y 26 pases de gol; el portugués, a pierna natural, marcó 38, 20 de penalti, y dio 49 asistencias.

Vinicius celebra un gol contra el Almería. /AFP
Vinicius celebra un gol contra el Almería. AFP
Enrique Ortego

Enrique Ortego

El fútbol moderno, el actual, ha claudicado de forma mayoritaria a la tendencia de cambiar a los extremos de banda. Los diestros, por la izquierda, y los zurdos, por la derecha. Una querencia que Johan Cruyff, en sus años de técnico del Barcelona (1988-96), comenzó a poner en práctica en determinados partidos con Hristo Stoichkov como conejillo de indias. Podría ser que el gran Johan no fuera el pionero en la materia y, antes, algún adelantado a su época con avanzadas inquietudes tácticas desarrollara la maniobra. Pero por aquello de que fue en la Liga, en el Barcelona y por el propio prestigio del técnico holandés, la realidad es que siempre se le cita cuando se habla o escribe de los orígenes del 'extremo a pierna cambiada'.

Stoichkov, con Relevo el pasado octubre, sobre Cruyff.RELEVO

Lo reconocía el propio jugador búlgaro en una entrevista en Relevo. "Muchas veces jugué por la derecha. Y yo decía: 'Míster, que soy zurdo'. Y él me decía: 'Por la izquierda es más difícil, vas a jugar en la derecha y vas a marcar más goles'. Y era verdad, marcaba más goles". Desde entonces, la historia del fútbol está plagada de grandes jugadores, sobre todo extremos, que marcaron su trayectoria jugando a contrapié. Son tan recientes los casos que están en la retina de todos. Desde Messi, zurdo cerrado que comenzó en la banda derecha para terminar moviéndose por dónde le venía en gana, a Cristiano Ronaldo, diestro de nacimiento y extremo puro en el Sporting de Portugal y en el Manchester United y que, en el Real Madrid, acabó convirtiendo la banda izquierda en su punto de salida para llegar al área con la facilidad del mismísimo delantero centro. Por las mismas huellas pisaron, o pisan, los Neymar, Bale, Robben, Ribéry, Henry, Ronaldinho, Hazard, Quaresma, Mahrez, Luis Díaz, Salah...

Estadísticas que confirman impresiones

¿Por qué los entrenadores de forma tan global se han apuntado a la moda del extremo a pierna cambiada? ¿Qué ganan los equipos con esa artimaña táctica? ¿Cuáles son sus riesgos y beneficios? Circunstancialmente, en el Real Madrid encontramos un caso que desde la más pura estadística desvela perfectamente la idiosincrasia de las dos situaciones y las diferencias que se producen entre jugar a pierna cambiada, más goles directos y menos centros al área, y hacerlo a pierna natural, más centros y menos goles.

Vinicius acaba de igualar los partidos de Liga jugados por Luis Figo en el Real Madrid: 164. Cinco temporadas cada uno. El brasileño representa la tendencia del derecho que juega en la izquierda, ha marcado 40 tantos, ninguno de penalti y ha ofrecido a sus compañeros 26 pases de gol. Por su parte, el portugués, el arquetipo del diestro que, por líneas generales, siempre actuaba por su lado innato, selló 38 goles, 20 de ellos de penalti y solo 18 en jugada. Por el contrario, sus pases de gol ascendieron a 49.

El extremo a banda opuesta comienza a ser costumbre en los planteamientos tácticos del presente. Sobre todo cuando se parte de un 1-4-3-3. En LaLiga, el Barcelona de Xavi Hernández es otro claro ejemplo. Los zurdos, Raphinha y Lamine Yamal, parten de su costado menos natural, la derecha. Y los diestros, Joao Félix y Ferrán Torres, al revés. Otros entrenadores, como Míchel en el Girona, mezclan las variantes: en la derecha, un zurdo, Tsygankov, y en la otra banda un zurdo, Savinho. El Atlético de Simeone, que apuesta por la defensa de tres centrales y dos laterales de largo recorrido, alterna posicionamientos: el carrilero derecho suele ser diestro, Nahuel Molina o Llorente, y el zurdo también es diestro pero sale del otro costado: Riquelme o Lino.

También Valverde en el Athletic, en un 1-4-2-3-1, baraja alternativas en su línea de tres mediapuntas. Niko Williams, diestro, saca cada vez más provecho de jugar en la izquierda, mientras Iñaki se hace fuerte en su pierna natural, pero no tiene problemas para intercambiar posiciones y arrancar desde el lado contrario y ofrecer las parecidas prestaciones que su hermano. En la Real Sociedad, Imanol también apuesta por las piernas cambiadas: Kubo y Barrenechea...

Ventajas e inconvenientes

Los técnicos defensores de esta estrategia se arman de razones para defender su apuesta. Parten de la premisa de que los jugadores implicados en las operaciones de 'pierna cambiada' tienen más exigencias y deben estar dotados de una técnica superior que les permita ser más asociativos en sus evoluciones ofensivas para superar a los rivales que se encuentren en su camino y que siempre serán superiores en número a los que se tropezarían en el juego natural exterior. Al realizar movimientos hacia dentro, siempre estarán más cerca del eje natural del juego, participarán más en su elaboración y tendrán más compañeros para combinar. Los extremos cambiados de pie se acercan al gol y se alejan de la banda y del supuesto centro, pero al mismo tiempo exigen un complemento defensivo y ofensivo por parte de sus compañeros.

En el debe de esta estrategia, los exteriores cambiados de banda, en el ejercicio de sus acciones interiores, dejan espacios descubiertos que pueden ser utilizados por el contrario. Por ejemplo, cuando acaban las jugadas suelen quedar descolgados lejos de su banda, lo que obliga a que defensivamente sus compañeros deban estar atentos a las vigilancias o las coberturas. En el balance ofensivo, un extremo que busque el juego interior necesita de un lateral que le desdoble y ofrezca la amplitud y profundidad que colectivamente pierde el equipo.

Los argumentos de Mendilibar

Entre los entrenadores que siempre han defendido los extremos a pierna natural que tenga como principal misión el regate y el centro desde la banda se encuentra José Luis Mendilibar, catedrático de cabecera de Relevo y nuevo entrenador del Olympiacos, que mantiene su cruzada particular contra la tendencia de moda, aunque también reconoce sus virtudes. "Yo no quiero ser contrario a nada. Si he apostado siempre por los extremos naturales, cada uno en su banda, es por el estilo de juego que quiero que tengan mis equipos. Me gusta jugar por fuera y ahora a todos les gusta jugar por dentro. Por eso utilizo laterales-extremos naturales. Por lógica, cuando el lateral dobla por fuera para atacar, el extremo se tiene que meter para dentro y ya nos aporta ese juego interior que se busca cuando cambiamos de banda a los extremos. A mí me gustan buscar el dos contra uno en las bandas, siempre me ha gustado. Me gustan que los laterales lleguen, no estén, como en el caso de cuando son carrileros que no sorprenden porque ya están arriba".

Mendilibar, con el tiempo y sus 25 años de experiencia en los banquillos ha manejado casi todas las variantes, pero nunca renunciará a sus principios por las modas que puedan llegar. "Antes los extremos eran centradores y ahora noto que todos quieren ser goleadores, pero no todos pueden serlo. Vinicius, por ejemplo, al principio no marcaba, ahora lo hace más. Si los extremos van siempre para dentro y buscan el remate directo, ¿qué pasa con los delanteros centros? Reciben menos balones y sufrirán más. Se ven perjudicados porque hay compañero que ocupan su lugar, le reducen los espacios libres. Rematarán menos. Sin embargo cuando el extremo va por fuera, ya tendrá al lateral que le cubra y posiblemente otro jugador, el central o el mediocentro, que le haga la cobertura o el apoyo. Entonces el teórico delantero centro ya tiene menos rivales cercas y más espacios para moverse".

Se nota que a Mendilibar le apasiona el asunto porque analiza las distintas variantes. "Por ejemplo, ahora nos ha salido Lamine Yamal. Al ser zurdo, busca la diagonal hacia dentro, pero también ha demostrado que tiene desborde hacia fuera, encara y se va. Es una locura. Se te va, se te va... y se va. Lo acepto en este caso, pero que por norma se juegue a pierna cambiada no lo puedo entender. No hay que hacer las cosas porque sean moda. Hay zurdos en derecha que no les da, o al revés. Por ejemplo, yo en el Sevilla, que ha sido mi último equipo, tenía a un diestro, Ocampos que le gustaba jugar más por la derecha a pierna natural y, sin embargo, Suso o Lamela, zurdos, preferían la pierna cambiada. Lo mismo que los córners, ¿Por qué hay que sacarlos también a pierna cambiada? Se cierran ángulos, se reducen los espacios. Se puede cambiar, sacar de las dos formas. No se pueden hacer las cosas por obligación. Ahora parece que si no juegas con los extremos a pierna cambiada te quitan el carné.... y tampoco es eso".