Carlota Ciganda, la mentalista de Europa en la Solheim Cup

El golf es un deporte muy mental. Primero, porque es individual, y aunque es cierto que a los jugadores y jugadoras les acompaña un caddie que les ayuda y aconseja, las decisiones parten de uno mismo, y los errores o aciertos son del golfista. Por eso es necesario tener una cabeza privilegiada que te permita superar los malos momentos y no distraerte en los que son buenos. Y ahí, una de las mejores en el circuito femenino es Carlota Ciganda, una de las bazas del conjunto europeo de la Solheim Cup.

La jugadora navarra de 33 años está viviendo una segunda juventud este año, demostrando que la veteranía puede ser un buen arma en momentos en los que es necesario tirar de experiencia. La próxima semana será una de las líderes de Europa en la llamada Ryder Cup femenina que este año y por primera vez en la historia se disputa en suelo español. Finca Cortesín, uno de los mejores campos del mundo, descubrirá un nuevo ganador.

La Solheim Cup no es nueva para Ciganda, que lleva siendo una de las fijas desde hace exactamente una década. Cinco participaciones, con tres victorias y dos derrotas y un buen puñado de puntos en su haber, con un balance de siete victorias, ocho empates y cuatro derrotas, lo que demuestran la consistencia que tiene cuando coge un palo de golf. Y ese es precisamente uno de sus puntos fuerte.

Salvo el año pasado, donde falló mucho más de lo habitual, su porcentaje de cortes superados a lo largo de su carrera es altísimo. Y lo hace en un circuito que no para de recibir grandes dosis de talento cada año, sobre todo desde Estados Unidos y Asia. Esta temporada ha jugado el fin de semana en 16 de las 19 citas de la Ladies Professional Golf Association, equivalente al PGA Tour masculino.

En el circuito norteamericano acapara dos triunfos, aunque ambos en 2016, ya lejanos en el tiempo. Sin embargo, su regularidad de la hecho estar rozando el título en los Majors, que en categoría femenina ascienden a cinco cada año. Ha sido top 10 en cada uno de ellos al menos en dos ocasiones, con cuatro terceros puestos. Sin ir más lejos, en este 2023 fue tercera en el Women's PGA Championship y a la Solheim llega en forma tras ocupar el mismo puesto en el reciente Portland Classic.

Ciganda llevada pegada a un palo de golf prácticamente desde que nació. Y fue en año 2000, con apenas diez en su DNI, cuando le enseñó a todo el país su enorme talento. Ganó el Campeonato de España benjamín con 24 golpes de ventaja. Los más sabios decían que en esa categoría los resultados no son sinónimo de nada, así que un año después venció en alevines con 27 golpes sobre el segundo.

Al año siguiente repitió victoria todavía con las diferencia respecto a los demás y en 2003 y 2004 firmó triunfos en las categorías infantil y cadete. Su explosión nacional llegaría entre 2006 y 2008, cuando consiguió tres tripletes consecutivos en las categorías juvenil, junior y absoluto. Pese a ello, no fue hasta 2011 cuando dio el salto al profesionalismo. Entre medias se fue a estudiar a Estados Unidos, donde perfeccionó su juego y se especializó en Administración y Dirección de Empresas.

Si algo distingue a Ciganda es su carácter y su personalidad. Competidora nata, tuvo sus más y sus menos en el circuito. El más famoso ocurrió hace apenas dos meses durante el Evian Championship, uno de los grandes. La navarra recibió una sanción por juego lento y fue penalizada con dos golpes, algo con lo que ella no estaba de acuerdo, tal y como apuntó Tengolf en su día. ¿Qué hizo? Firmar mal su tarjeta a propósito, poniendo un cinco en lugar de un siete, por lo que fue descalificada.

"Como era injusto, obré así. Es imposible que haya tardado todo ese tiempo. Sé que soy una jugadora lenta, pero ahí no he tardado eso. Era mi palabra contra la suya", señaló a la mencionada web especializada. Ahora deberá sacar toda esa fuerza interior para conseguir la tercera Solheim Cup consecutiva.