GOLF

Las grandes diferencias entre el LIV Golf y el PGA

Además de contratos multimillonarios, el LIV Golf ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta de juego.

Jon Rahm durante su debut en el LIV Golf. /REUTERS
Jon Rahm durante su debut en el LIV Golf. REUTERS
Javier Mercadal

Javier Mercadal

El LIV Golf nació con la idea de revolucionar el mundo del golf, y no únicamente en su aspecto monetario. El circuito auspiciado por Arabia Saudí irrumpió en el panorama deportivo a base de talonario, fichando a algunos de los mejores golfistas del mundo con una propuesta novedosa. Desde la nueva organización pretenden hacer del deporte de los hoyos un espectáculo más accesible para los aficionados casuales. Para ello, presentaron una propuesta adaptada a los nuevos usos de consumo de los espectadores.

Se trata de una manera de diferenciarse del PGA. El golf es uno de los deportes más antiguos del mundo, hasta el punto que sus orígenes son desconocidos: se trata de una modalidad que abraza y celebra de su tradición. Por ello, si querían competir, desde el nuevo circuito debían hacerlo con una proposición rupturista. Un nuevo concepto de juego mucho más centrado en el espectáculo y el star system. Tal y como demuestra el hecho de haber roto la banca para hacerse con estrellas como Jon Rahm. Estas son las principales diferencias entre el circuito de la PGA y el LIV Golf.

El número de jugadores

El número de jugadores de un torneo de LIV Golf es sensiblemente inferior a los que participan en un torneo de la PGA. En la temporada 2024, el LIV Golf está formado por 54 golfistas fijos (13 equipos de cuatro jugadores cada uno), más dos wildcards por torneo. Por su parte, en un torneo estándar del tour de la PGA toman salida de 132 a 156 jugadores. Para el espectador, esto implica que en el LIV Golf las caras sean siempre las mismas, por lo que es más sencillo familiarizarse con el producto.

Se da la circunstancia que el golf es un deporte muy impredecible per se. El nivel en muchas ocasiones es muy parejo, por lo que los resultados pueden variar mucho de un torneo a otro. Esto hace que sean muchos los golfistas con posibilidad de ganar cada campeonato que se disputa, con cambios abruptos en la clasificación de uno a otro. En el LIV Golf la posibilidad se acota al acortar el roster. Siempre juegan los mismos, por lo que es más sencillo que exista una mayor regularidad.

Número de hoyos: 54 contra 72

El menor número de jugadores repercute seriamente en el formato de los torneos. El nombre de LIV Golf no es aleatorio. En realidad, LIV es 54 en números romanos y corresponde al número de hoyos que se disputan en cada torneo de la competición saudí, por los 72 hoyos que se juegan en el PGA Tour. Cada campo de golf se compone de 18 hoyos. Por tanto, en el LIV Golf se dan tres vueltas al campo en cada torneo, mientras que en la PGA se dan cuatro. Los 54 hoyos son un asunto nuclear en el circuito saudí, tal y como demuestra que estén incluidos en el nombre de la competición. Junto al número de jugadores, condiciona fuertemente cada torneo.

Duración de los torneos

Evidentemente, si se juegan 18 hoyos menos, los torneos del LIV Golf son más cortos que los de la PGA. Concretamente, en el LIV Golf se juega durante tres días, de viernes a domingo, mientras que los de la PGA duran cuatro días, de jueves a domingo. Un día menos de competición y, por lo tanto, todo más concentrado. Algo que redunda en la idea de inmediatez que posee el consumidor actual, de quien se dice que ha perdido la capacidad de concentración a largo plazo.

En el LIV Golf no existen los cortes

Además, el hecho de que haya 54 hoyos hace que no se produzcan cortes. Esto es, todos los golfistas que comienzan el torneo lo juegan en su integridad. Un mecanismo que se basa en la idea de que las estrellas del campeonato estén siempre en pantalla, independientemente de si están realizando un buen juego o no.

En la PGA, debido al alto número de participantes que posee cada torneo, tras los primeros 36 hoyos (dos vueltas al campo) se realiza un descarte de aquellos que se encuentran en la parte baja de la clasificación. Esto se hace fundamentalmente para agilizar las cosas. No en vano, el golf es un deporte que necesita de la luz natural para ser practicado, por lo que no siempre se puede tener a un gran volumen de participantes sobre el campo. Fundamentalmente, en el corte se eliminan a la mitad de los jugadores que comenzaron en el torneo. No se miran nombres o estatus para ello, por lo que se puede dar el caso de que las principales estrellas y reclamos para el aficionado se queden fuera de competición el viernes.

Shotgun vs tee time

Relacionado con la necesidad de la luz natural, para acortar las jornadas el LIV Golf utiliza un tipo de salida conocida como shotgun. Esto implica que, en cada hoyo, del 1 al 18, hay un jugador esperando un bocinazo que indica que pueden comenzar a jugar. Al minuto suena otro, por lo que otros 18 jugadores se ponen en marcha. Finalmente, otro minuto más tarde, un tercer bocinazo hace que todos los competidores entren en juego.

De esta manera se logra que 18 jugadores comiencen al mismo tiempo, en contraposición al sistema tee time por el que cada golfista tiene una hora de salida fijada desde el hoyo número 1. Esto hace que las jornadas tienda8n a eternizarse, motivo que va entrelazado con la necesidad de aplicar cortes como explicábamos en el punto anterior.

Juego individual, pero también por equipos

Cuando se produjo el polémico fichaje de Jon Rahm por el LIV Golf, uno de los motivos que resaltó el vasco para justificar su decisión fue la idea de poder formar parte de un equipo. En el LIV Golf, además de la competición individual, se realiza de forma paralela otra por equipos. El funcionamiento es el siguiente: cada equipo está formado por cuatro jugadores, por lo que los resultados de los tres mejores en sus rondas individuales se suman para obtener la puntuación del equipo. Esta característica del LIV Golf no posee comparación alguna con la PGA.

En el LIV Golf no hay código de vestimenta

No hay una manera más visual de posicionarse como un producto rupturista que a través del vestuario. Si en la PGA existen algunos torneos muy celosos de sus tradiciones, que exigen un código de vestimenta estricto para poder jugar, en el LIV Golf cada golfista puede vestir como se encuentre más cómodo. De esta manera, en el torneo saudí se permite, por ejemplo, jugar en bermudas, algo completamente inusual en el circuito de la PGA, donde se suele competir con pantalón largo de pinzas.

Sergio García, con bermudas, durante un torneo del LIV Golf.  REUTERS
Sergio García, con bermudas, durante un torneo del LIV Golf. REUTERS

Prestigio de los torneos

Como decíamos, en el golf la tradición posee un peso específico y, en ese sentido, el tour de la PGA gana por goleada. Al fin y al cabo, el LIV Golf se creó en 2022, por lo que apenas ha tenido tiempo de crear sus propios mitos y leyenda. Aunque la competición saudí se juega en varios campos con solera, como por ejemplo Valderrama en España, se trata de una competición muy nueva como para hacer sombra a varios de los torneos incluidos año tras año en el circuito de la PGA.

Por no hablar de majors(Masters, PGA Championship, US Open, British Open), los cuales no tienen comparación alguna. Aún así, varios son los golfistas adscritos al LIV que han encontrado maneras de poder seguir disputando los grandes. Un ejemplo de ello sería Jon Rahm, cuya condición de ganador del Masters de Augusta le hace tener una invitación de por vida para formar parte del evento.

Dinero en premios

La falta de prestigio de los 14 torneos que conforman el LIV Golf es compensada con una bolsa en premio mayor. Cada uno de los 12 torneos regulares que conforman el circuito posee 20 millones de dólares en premios para el torneo, con 4 millones de dólares para el ganador. A los que hay que sumar 5 millones extra para la competición por equipos. En la PGA, la retribución en metálico varía de un torneo a otro. En 2024, el Players Championship posee una bolsa de 25 millones de dólares, con 4,5 millones para el ganador.

Para competir con el LIV Golf, el Tour de la PGA ha introducido en 2024 la figura de los signature events, ocho torneos con una consideración especial en el que la bolsa de premios aumenta hasta los 20 millones de dólares. Aquellos que poseen corte (Genesis Invitational, Arnold Palmer Invitational y Memorial Tournament) también ofrecen 4 millones de dólares al ganador, tal y como hace el LIV Golf. El resto, sin embargo, no poseen corte, pero al tener que repartir entre más participantes ofrecen 3,6 millones de dólares al vencedor.

Fuera de esos torneos elegidos, el dinero en premios en la PGA es sensiblemente inferior al LIV Golf, con bolsas de premios que están por norma general en torno a los 9 millones de dólares.