La charla que transformó hace 10 años el físico de Jon Rahm: "Dime qué hacer, porque no tengo nada"
La visita del español al Titleist Performance Institute fue grabada en vídeo.
Todos los éxitos tienen un largo camino de reflexión, sacrificio y trabajo. Desde que el pasado domingo, Jon Rahm se vistiera con la chaqueta verde vendiendo su primer Masters de Augusta, muchos han sido los análisis que se han producido sobre el progreso del actual mejor jugador de golf del mundo y, para una buena mayoría, el mejor deportista español de la actualidad.
Pero, ahora, tenemos la oportunidad de poder ver en imágenes donde y cuando todo empezó. La grabación de uno de los momentos clave que ha llevado al jugador de Barrika a lo más alto del golf mundial. Nos remontamos diez años atrás cuando, de la mano del director de talento de la Real Federación Española de Golf Ricardo Relinque, Rahm visita la sede del Titleist Performance Institute (TPI) en San Diego (California) para una análisis de su biomecánica.
Allí le esperaba el doctor Greg Rose, un experto estadounidense en evaluación y tratamiento de deportistas, biomecánica, fuerza y acondicionamiento. El joven golfista, de apenas 18 años, llevaba unas pocas semanas en Estados Unidos gracias a una beca deportiva en la Universidad de Arizona State, bajo la preparación de Tim, el hermano de Phil Mickelson. Rahm era, en letras mayúsculas, un diamante en bruto.
La charla entre Greg, el personal de TPI y Jon cambiaría el rumbo del ahora número 1 del mundo. Hasta ese momento, y como ha confesado en varias ruedas de prensa en los últimos años, Rahm no había pisado el gimnasio en toda su formación deportiva. Era bueno, muy bueno pegándole a la bola, pero la preparación de élite en un golf (donde el físico es cada vez más importante) brillaba por su ausencia. "Mis entrenamientos fueron bastante descuidados y realmente no crecí en esto hasta que conocí a algunas personas del Titleist Performance Institute", confesaba el español hace unos días en una entrevista en Men's Journal.
En el vídeo inédito de aquella charla, podemos ver cómo Rose intenta buscar solución a las debilidades de un jugador como él, robusto, alto y fuerte. "Vale... escúchame lo que te voy a decir", le comenta el doctor: "Tienes mucho talento, pero si tu cuerpo empieza a perder flexibilidad, se va a volver difícil intentar lo que quieres conseguir". La mayor preocupación rondaba sobre su movilidad, que había que conservar o, si era posible, mejorar para sacar lo mejor de su juego.
Jon nació con un pie zambo, girado a 90 grados, que obligó a romperle el tobillo a los 20 minutos de nacer y provocara un crecimiento más lento de su pierna derecha. Una circunstancia que se ha traducido en la actualidad en una pierna un centímetro y medio más corta que la otra, que le provoca tener un ángulo de golpe más bajo que la media de los jugadores: la mayoría es capaz de imprimir una rotación de cintura de 45 grados y de 90 grados en los hombros, mientras que el español gira alrededor de 30 grados en la cintura y no llega a los 80 en la parte superior.
La advertencia de Rose es aceptada rápidamente por Rahm, que no duda en pedir ayuda para encontrar el camino hacia su sueño que, unas semanas después, publicaría en Twitter: "Yo ganaré el Masters". Por ello, el de Barrika interrumpe al cofundador del TPI y afirma: "Dime qué hacer, porque no tengo nada". Con esa predisposición, solo queda comenzar a trabajar y encontrar la respuesta a cómo hacerlo.
I am gonna win the masters! @goodwalkspoiled pic.twitter.com/c7oT46dMGG
— Jon Rahm Rodriguez (@JonRahmpga) November 9, 2013
"¿Qué podemos hacer que hagas todas las mañanas?", le consulta Rose. "¿Una pequeña rutina de cinco minutos?". Uno de los responsables de la empresa especializada en mejorar el físico de algunos de los mejores golfistas del mundo prepara un plan progresivo en busca de los mejores resultados: "La flexibilidad funciona por acumulación. Solo requiere cinco minutos cada mañana. Por ejemplo, cuando sales de la ducha o antes de meterte a la ducha. Tú simplemente te tumbas y haces una rutina de cinco minutos".
Desde TPI, recuerdan aquellos días marcados por los estudios de la fisionomía del jugador: "Jon era fuerte para su edad, pero carecía de movilidad en varias áreas clave, específicamente la columna torácica, la columna cervical, la cadera y los tobillos". Por ello, el trabajo era importante para, con su crecimiento, poder expresar su talento. El Dr. Rose, en pleno proceso para convencerle, le señala el ejemplo del golfista colombiano Camilo Villegas, que en los años anteriores había conseguido varios puestos de honor en los grandes torneos: "Él hace una pequeña rutina de 20 minutos cada mañana. Es una locura, pero lo hace cada mañana. Imagina si lo haces durante un año, cada mañana".
Desde aquel día y con aquella charla, Jon Rahm no se ha separado de TPI para su programación física. Como publicamos en Relevo hace unas semanas, el nuevo campeón del Masters realiza bajo la supervisión del personal de la empresa una dura preparación en el gimnasio para mejorar sus condiciones. No cabe duda que los resultados le han dado la razón en el palmarés de títulos, también en los datos estadísticos del juego que le han llevado a conseguirlo siendo uno de los mejores en todas las estadísticas de este 2023.