Los golfistas españoles que cambiaron la historia
Pese a que el golf pueda ser un deporte de nicho en nuestro país, algunos de sus capítulos más importantes se escriben en español. De Seve Ballesteros a Jon Rahm.
Si hablamos de tradición deportiva en nuestro país, el golf no es uno de los deportes más destacados. No se trata de una disciplina con un folclore extenso en España, sobre todo si lo comparamos con otras como pueden ser el fútbol, el baloncesto, el tenis o el motociclismo, que aúnan una larga trayectoria de seguimiento entre los aficionados, con la proyección o éxitos internacionales de nuestros clubes o deportistas.
Sin embargo, la historia del golf se escribe a través de algunos nombres españoles en sus capítulos más importantes. Figuras contextuales, ídolos generacionales incluso, que precisamente por lo ajeno del deporte de los hoyos a nuestra cultura deportiva, reciben mucho más reconocimiento fuera de nuestras fronteras que en las propias. Desde Severiano Ballesteros, que fue sin ninguna discusión el precursor y tótem absoluto en lo que a golf en España se refiere. Se decía que podía pasear tranquilamente por la Gran Vía de Madrid mientras que en Oxford Street no podía dar un paso sin que le parasen para pedirle un autógrafo.
En el mundo anglosajón el golf es un deporte de masas y sus figuras alcanzan el estatus de iconos pop. Son muy pocos los que lo consiguen, entre ellos algunos españoles. De Seve a Jon Rahm, estos son los mejores golfistas españoles de nuestra historia.
Jon Rahm: el número 1 del momento
Aunque pueda parecer una cosa menor, Jon Rahm tiene dos problemas para alcanzar el reconocimiento en nuestro país que por rendimiento deportivo merece: su nombre puede despistar ya que suena a extranjero y su formación deportiva, que es fundamentalmente norteamericana. Más allá de eso, el de Barrica lo tiene todo para ser un ídolo absoluto. No en vano, en la actualidad uno de los grandes dominadores del circuito PGA. Uno de los mejores golfistas del mundo, simple y llanamente. A sus 28 años, sus méritos son tantos que ya justificarían una carrera: entre los que sobresale la victoria en el US Open de 2021.
Aunque lo que más llama la atención en su caso es su consistencia. Para entender lo conseguido hasta la fecha por Rahm hay que entender la particularidad de golf como deporte. A diferencia de otras disciplinas, dominar en el golf es casi imposible por lo imprevisible de su naturaleza. Se suele decir que de los 156 golfistas que comienzan un torneo major, todos tienen alguna oportunidad real de ganarlo. Algo que no ocurre en ningún deporte más. Tanto porque la diferencia de nivel del primero al último no es tan elevada, como por el factor aleatorio que tiene el juego. Un mal hoyo, una pelota que se va al agua, una corbata en el momento menos oportuno y estás fuera.
Por ello, el hecho de que Jon Rahm sea sin discusión el mejor jugador del mundo desde que es profesional es algo llanamente increíble. Un hito que le sitúa de pleno derecho en la mesa de los Rafael Nadal, Carolina Marín o Fernando Alonso. Las comparaciones en sus números solo las aguanta Tiger Woods, que en golf es lo mismo que hablar de Michael Jordan en baloncesto. Es cierto que el vasco todavía tiene gran parte de su carrera por delante, saltó al profesionalismo en 2016, pero solo con lo que ya ha conseguido justificaría su presencia en esta lista.
Severiano Ballesteros: el hombre que cambió el golf para siempre
Sin Seve no habría Jon Rahm. "Juego al golf por Seve Ballesteros y sueño con emularle y alcanzar todo lo que él ha logrado en el golf. Mi admiración por él será eterna", son las palabras textuales del golfista vasco. Hablar de Ballesteros es hablar de un pionero, pero no únicamente en España o respecto al golf de nuestro país. De hecho, fue el primer europeo en conquistar el Masters de Augusta, enfundándose la mítica chaqueta verde con solo 23 años siendo en aquel momento el más joven en conseguirlo.
Ballesteros fue, básicamente, el abanderado del golf europeo en todos los sentidos. Como principal impulsor del circuito europeo, pero sobre todo como el artífice de que la Ryder Cup se dispute Estados Unidos y Europa, en lugar del Reino Unido e Irlanda que son los que jugaban hasta 1979. El cántabro ganó la competición hasta en cinco ocasiones (1985, 1987, 1989, 1995 y 1997). La última de ellas como capitán del equipo europeo y en suelo español, en el Club de Golf Valderrama en Sotogrande, siendo la primera vez que el torneo se jugaba fuera de las islas británicas cuando les tocaba a los europeos ejercer de locales.
En total, Seve ganó dos Masters de Augusta, tres Open Británicos, cinco Ryder Cups, 50 títulos del Circuito Europeo y nueve del tour de la PGA. Pero, más allá de su hoja de servicios, ya propia de una leyenda, queda como su legado una irrupción que cambió para siempre el deporte gracias a su carisma y su técnica.
José María Olazábal: el hombre del milagro de Medinah
La figura de Txema Olazábal quedará siempre unida a la de Severiano Ballesteros, su gran amigo y mítica pareja en la Ryder Cup. De hecho, los dos españoles son la pareja más exitosa del torneo, que ganaron juntos en 1987, 1989 y 1997. Además, el vasco volvería a ganar la competición en 2006 y, en 2012, capitaneó al combinado europeo en el que se conoció como 'el milagro de Medinah', una de las victorias más épicas que se recuerdan.
De hecho, se trató de una edición impregnada por el recuerdo a Ballesteros, que había fallecido el año anterior. Su figura estuvo presente en todo momento, desde cómo vistió el equipo europeo en su presentación, de azul y blanco, a la figura de su silueta impresa en las bolsas de palos o los gritos de "Seve, Seve" que profirió el público para animar a Europa. Durante los dos primeros días, EE.UU. dominó por completo la competición y solo la victoria in extremis durante los dos últimos foursome del sábado puso el marcador 10-6 que daba alguna opción a los visitantes. Estos, eso sí, necesitaban conseguir ocho de los 12 puntos que se ponían en juego el domingo. Parecía imposible, más dada la superioridad mostrada por los norteamericanos en todo momento, pero lo consiguieron. En la jornada final, Europa ganó ocho partidos, perdió tres y empató uno, consiguiendo un marcador final de 14½ a 13½.
Pero Olazábal es mucho más que el compañero de Seve. El de Hondarribia es un doble ganador del Masters de Augusta (1994 y 1999), así como vencedor de tres torneos más del PGA Tour y 11 torneos del Circuito Europeo.
Sergio García: talento precoz y regularidad
Sergio García destacó desde muy joven en el golf, lo que le ganó el apodo de 'El Niño'. También le granjeó una cuantiosa cantidad de dinero, ya que durante muchos años fue uno de los jugadores mejor pagados del circuito. ¿La razón? Además de antagonizar con Tiger Woods durante los primeros años de su carrera, su consistencia. Si el golf es un deporte que se caracteriza por su imprevisibilidad y un cierto baile de nombres, el castellonense destaca por ser regular. Siempre arriba en el ranking de la PGA, llegando a ocupar el número 2 durante 18 semanas.
Además, el español ha ganado 11 torneos del circuito PGA (incluido el The Players de 2008, considerado el quinto grande). Durante mucho tiempo se le achacó el no haber ganado nunca un major pese a su perfil alto. Consiguió saldar esa deuda en 2017, cuando se puso la chaqueta verde del Masters de Augusta. Un torneo con especial significado en España, el trofeo que Seve y Olazábal habían ganado en dos ocasiones. Además, ha ganado la Ryder con Europa en seis ocasiones (2002, 2004, 2006, 2012, 2014 y 2018).
En 2022 fue uno de los jugadores que abandonó el circuito de la PGA por el recién creado LIV Golf. Una competición auspiciada por Arabia Saudí que tiene la ambición de convertirse en el principal referente del golf mundial. El español fue uno de los grandes nombres atraídos por el dinero saudí, en un movimiento que rompió el status quo del golf por la mitad y cuyas consecuencias a medio plazo son todavía impredecibles.
Miguel Ángel García: leyenda del Circuito Europeo
Si Sergio García fue la precocidad, el caso de 'El Pisha' es justamente el contrario. Coetáneo generacional de Olazábal, García destaca por haber explotado cuando otros jugadores comienzan a pensar en la retirada. El malagueño es una leyenda del Tour Europeo, en el que ha ganado 21 torneos y donde posee el récord de ser el jugador que más campeonatos ha jugado. Además, ha ganado tres veces la Ryder con el combinado europeo, dos como jugador (2004 y 2010) y una como vice-capitán (2012).