El inevitable ocaso de Tiger Woods: tres décadas en el Olimpo del deporte con diez operaciones de rodilla y espalda y un sinfín de lesiones
El golfista se ha roto el Aquiles y dice adiós a su temporada. Su salud le ha impedido ser todavía más grande.

Cuando un gran deportista logra un triunfo sonado, aparece el debate sobre quién es el mejor de la historia, independientemente de la disciplina. Unos dicen que Michael Phelps, otros que Michael Jordan, Usain Bolt, Novak Djokovic, Rafa Nadal, Leo Messi o Tiger Woods. Incluso hay más. Y en ese debate, siempre subjetivo, es posible que todos tengan razón. En lo que hay menos discusión es en que el mejor jugador de golf ha sido Tiger Woods.
El de California acumula 82 títulos del PGA Tour en sus casi tres décadas como profesional, incluyendo quince Majors, el segundo que más tras Jack Nicklaus. El primero de ellos lo ganó en 1997 y el último en 2019, ambos en Augusta National, donde se ha puesto la chaqueta verde en cinco ocasiones. Desde ese mismo año no ha levantado ningún trofeo, pero sí que ha convivido con el dolor.
Porque su exitosa carrera, casi irrepetible en cualquier deporte, ha estado acompañada por el sufrimiento y las lesiones. No han sido pocas las veces que ha tenido que parar por sus rodillas, si cadera, su espalda e incluso por un accidente automovilístico que a punto estuvo de costarle la vida hace unos años. Este martes anunció que se había operado de una rotura del Aquiles, una cirugía más que añadir a su colección.
Sus problemas comenzaron en 1995, cuando todavía estaba en la Universidad. Un jovencísimo Woods pasó por el quirófano para extirparle tejido cicatricial y dos tumores de la rodilla izquierda. Siete años después se sometió a una segunda intervención para drenar el líquido del ligamento cruzado anterior (LCA) en el que fue el inicio de sus recurrentes problemas en la articulación y que incluso le obligaron a cambiar su forma de golpear la bola.
As I began to ramp up my own training and practice at home, I felt a sharp pain in my left Achilles, which was deemed to be ruptured.
— Tiger Woods (@TigerWoods) March 11, 2025
This morning, Dr. Charlton Stucken of Hospital for Special Surgery in West Palm Beach, Florida performed a minimally-invasive Achilles tendon… pic.twitter.com/KAVZfcRxlE
En 2007 se rompió el ligamento cruzado anterior (LCA) en agosto, aunque eso no le impidió conquistar el PGA Championship. Finalmente, unos meses después se operó, ganó el US Open pero tuvo que volver a parar por el intenso dolor en su rodilla ya que no se había reparado los ligamentos para poder regresar antes de tiempo. En 2010 comenzaron sus problemas de espalda en The Players, unos dolores que siempre le han acompañado desde entonces.
Un año después le volvió a tocar parar tras ser diagnosticado con un doble esguince en el ligamento colateral medial (MCL) en la rodilla y el tendón de Aquiles. En 2014 volvió a un quirófano para operarse en la espalda, lo que le hizo perderse dos Majors ese año. Ese dolor no remitió y tuvo que operarse de nuevo para extirpar un pequeño fragmento de disco que le comprimía el nervio.
It was an unparalleled return to glory for Tiger Woods at the 2019 Masters 🙌 https://t.co/xC8165hypE
— PGA TOUR (@PGATOUR) April 4, 2022
Su cuarta cirugía de espalda llegó en 2017, lo que le hizo perderse toda la temporada y sumar ocho Majors consecutivos sin poder participar. Tras ganar el Masters de Augusta en 2019 se sometió a una artroscopia en la rodilla izquierda para reparar un daño leve en el cartílago, su quinta operación en la articulación. En 2021 se sometió a otra microdiscectomía para extirpar un fragmento de disco presurizado que comprimía un nervio y ese mismo año tuvo un accidente con su coche que casi le cuesta la vida.
En total, cinco operaciones de espalda, cinco de rodilla, múltiples problemas en el Aquiles, en sus muñecas y casi por todo el cuerpo. Una carrera irrepetible con un palmarés prácticamente inigualable que jamás sabremos hasta dónde habría llegado de no ser por la maldición de las lesiones.