John Daly y la victoria más increíble: un parto, una noche conduciendo y una donación tras un rayo que acabó en tragedia

Este jueves se celebra en segundo Major de la temporada de golf. El Valhalla Golf Club de Kentucky acoge el PGA Championship, un torneo que contará con la presencia de tres españoles. Adrián Arnaus, David Puig y sobre todo Jon Rahm intentarán darse una oportunidad de victoria junto a otros 153 jugadores. Y entre ellos estará el carismático John Daly, un veterano venido a medios que sin embargo ya conquistó este trofeo en 1991 tras una semana de película.

Daly se volvió jugador profesional a finales de los 80, aunque su actitud distaba mucho de lo que se podía esperar de alguien que quería hacer carrera en el golf. Fumaba mucho, no cuidaba su alimentación, además de otros vicios poco saludables. Esos fueron algunos de los motivos por los que no destacó en sus primeros años en el PGA Tour y por los que fue nombrado noveno suplente en el PGA Championship de 1991. Es decir, para jugar tenían que retirarse nueve golfistas.

Pero sucedió el milagro. Poco a poco, varios jugadores se fueron retirando de la lista oficial y el día antes de que comenzase el torneo, Nick Price avisó de que no participaría ya que su mujer se había puesto de parto. Los tres suplentes que estaban antes que Daly renunciaron a su hueco, pero no el californiano, que no dudó en meter sus palos de golf en el maletero de su coche y conducir durante casi 10 horas desde Memphis hasta Indiana.

Daly, que no estaba entre los favoritos al título, como cabía esperar, tenía varias desventajas respecto a sus rivales. La más obvia es que al llegar prácticamente sobre la hora de salida del primer día, no pudo reconocer el campo con anterioridad en las habituales rondas de prácticas que se realizan las jornadas previas. Además, no tenía caddie al no tener tiempo suficiente para avisar al suyo habitual. ¿A quién eligió? Al de Nick Price, que estaba allí y se había quedado sin poder participar tras el abandono del golfista.

El primer día, siguiendo las instrucciónes de su caddie sobre qué golpes pegar, Daly firmó una gran tarjeta de -3 y se quedó a dos golpes de los líderes. Después de la segunda jornada asumió la primera posición y ya no la abandonó hasta el final, consiguiendo su primer Major (ganaría el Abierto Británico en 1995), además de una bolsa de 230.00 dólares, aunque finalmente se quedó en 200.00 debido a una donación que hizo.

Durante la primera jornada de ese PGA Championship, un rayo que cayó sobre el campo mató a un espectador llamado Tom Weaver. De manera privada, Daly decidió donar 30.000 dólares a la familia para que creasen un fondo que costease la educación de las dos hijas pequeñas de Weaver, algo de lo que él no quiso alardear.