GOLF

Los jugadores del PGA, entre el asombro y "la rabia" ante el acuerdo que pone fin a la guerra del golf

Los golfistas mantuvieron una acalorada reunión con el comisionado del circuito al que calificaron de hipócrita.

Rory McIlroy, uno de los jugadores más afectados por el acuerdo entre PGA y LIV Golf./AFP
Rory McIlroy, uno de los jugadores más afectados por el acuerdo entre PGA y LIV Golf. AFP
Guillermo García

Guillermo García

Fue una bomba que nadie esperaba. Y mucho menos los jugadores del PGA y del circuito europeo. El anuncio del acuerdo entre ambos circuitos y el LIV Golf supone la paz en un deporte que llevaba dos años fragmentado. Sin embargo, este armisticio no parece haber sentado bien a los protagonistas de este deporte, que se consideran traicionados y a los que todo el acuerdo les ha pillado con el pie cambiado.

"Las partes han firmado un acuerdo que combina los negocios y derechos comerciales relacionados con el golf del PIF (incluido LIV Golf) con los negocios y derechos comerciales del PGA Tour y el DP World Tour en una nueva entidad con ánimo de lucro, de propiedad colectiva, para garantizar que todas las partes interesadas se beneficien de un modelo que ofrezca la máxima emoción y competición entre los mejores jugadores del juego", anunciaron los tres circuitos en un comunicado.

Un anuncio para el que no se contó con los jugadores, que se enteraron de este acuerdo a través de los medios de comunicación. De hecho figuras como Rory McIlroy o Tiger Woods, que en su día rechazaron ofertas de cientos de millones de dólares para unirse a LIV Golf, no se enteraron del acuerdo hasta que Jay Monahan, comisionado del circuito, se lo hizo saber minutos más tarde de haber emitido el comunicado que ponía fin al conflicto.

Monahan es una de las figuras clave en estas últimas horas. El comisionado mantuvo una reunión con los jugadores presentes en el Open de Canadá para explicarles los motivos y las consecuencias del acuerdo. Un encuentro que según el propio Monahan fue "intenso y acalorado". Es difícil para ellos porque tienen mucho que digerir y esto es un cambio significativo en la dirección en la que íbamos".

En dicho encuentro los jugadores pasaron del asombro a la "furia" y tildaron de "hipócrita" al propio Monahan, al que achacaron que hace menos de un año estaba diciendo que los jugadores del LIV Golf no volverían a jugar en un torneo de la PGA y que ahora tendrá que volver a admitirlos.

Un acuerdo entre protestas y críticas

El nuevo acuerdo ha llegado incluso al senado de Estados Unidos. "Es muy raro. Los comisarios de la PGA estaban en mi oficina hace unos meses hablando sobre los crímenes contra los derechos humanos de los saudís y cómo eso les descalifica de tener una mayor participación en el deporte. ¿Entiendo que sus preocupaciones no eran realmente sobre los derechos humanos?", aseguró el senador demócrata Chris Murphy en redes sociales. Incluso los familiares de las víctimas del 11-S han emitido un comunicado para mostrar su postura contra este acuerdo con el circuito saudí.

Desde el otro lado, jugadores del LIV Golf como Bryson DeChambeau, han querido mostrar su apoyo a sus compañeros del PGA que declinaron la oferta saudí. "Apesta un poco desde mi perspectiva porque los jugadores del PGA no ganan necesariamente. Espero que encuentren una manera que se les valore de las misma forma que lo hacen con nosotros en el LIV". En definitiva, que el acuerdo de paz que ayer provocó un terremoto en el mundo del golf parece que está lejos de traer ese final del conflicto. Al menos entre los jugadores.