GOLF

Madrid se vuelca con Jon Rahm en el inicio del Open de España

Centenares de seguidores entregados siguen golpe a golpe el partido del español.

Los espectadores observan a Jon Rahm golpear una bola. /GETTY
Los espectadores observan a Jon Rahm golpear una bola. GETTY
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Madrid tenía muchas ganas de ver a Jon Rahm. No por esperado deja de ser llamativo el poder de atracción que tiene el golfista de Barrika entre el público nacional. El Club de Campo Villa de Madrid madrugó hoy para recibir al mejor jugador español de los últimos años, y sus seguidores respondieron a la llamada. Centenares de personas acompañan al vasco en su recorrido desde que se pusiera en marcha a las 09.30 am.

Aplausos, gritos y ánimos. Los aficionados no dejaron de alentar en todo momento al número 6 del mundo, que compartía partido con otros de los rostros más reconocidos del torneo: Adrián Arnaus y Min Whoo Lee. No importaba, porque las miradas estaban puestas en el ganador del US Open en 2021, que cada vez que podía devolvía con algún gesto cariñoso el aliento del público.

Comenzó de la mejor manera Rahm su recorrido. Primer hoyo y primer birdie, lo que espoleó a la gente. En alguna ocasión, tanto que fue necesario que algunos de los jueces que siguen los partidos recordasen que era necesario el silencio y el respeto por los jugadores. "Por favor, todavía queda un golfista por terminar", se podía escuchar una vez que el vasco había embocado su bola. No ocurrió en muchas ocasiones, pero a veces la pasión emergió por encima de la razón con los golpes de Jon.

Los decibelios subieron especialmente en el hoyo 14. Un par 5 que Rahm terminó en apenas tres golpes, con un eagle magistral de varios metros que provocó que el público agolpado junto a las cuerdas del green le dedicase una enorme ovación. No fue la única, sobre todo ante sus grandes golpes desde el tee.

El Club de Campo no es un campo que premie especialmente a los grandes pegadores como Jon, pero si el de Barrika logra encontrar calles con facilidad, es imbatible. Alguna duda mostró con el putter, pero el público se lo perdonó. Porque a Rahm, la gente, le adora.