El número 1 del mundo no olvida que Jon Rahm cogiese los millones de Arabia: "Me sorprendió bastante que decidiera aceptar el dinero"

Quedan menos de tres semanas para que arranque el Masters de Augusta. El primer Major del año es siempre el más esperado, y es que el embrujo que tiene la chaqueta verde que recibe el ganador supera a cualquier trofeo de metal. Allí estarán Scottie Scheffler y Jon Rahm, los dos últimos ganadores del torneo y que llevan muchos meses sin compartir campo de golf. La última vez fue en los Juegos Olímpicos de París, donde el estadounidense se colgó la medalla de oro y el español se hundió en los últimos hoyos.

Scheffler y Rahm estaban llamados a mantener una fuerte rivalidad en estos años. Ambos ocupaban los primeros puestos del ranking junto a Rory McIlroy y en cada torneo en el que participaban aparecían como favoritos. Sin embargo, todo eso cambió en diciembre de 2023, cuando el de Barrika decidió aceptar la mareante oferta de Arabia Saudí e irse a jugar al LIV Golf, abandonando el PGA Tour. Y aunque ha pasado tiempo, el número 1 del mundo no lo ha olvidado.

"Sí, sin duda echo de menos jugar contra él. Una de las grandes alegrías de mi carrera es enfrentarme a Jon. Es un jugador tremendo, un talento tremendo. Me sorprendió mucho verlo que aceptara el dinero y se fuera el año pasado y sin duda echo de menos jugar contra él", apuntó recientemente Scheffler, que no tuvo una gran actuación en el The Players.

El estadounidense también se pronunció sobre la división que existe en el golf a raíz de la aparición del circuito saudí. Pese a que en los últimos meses los directivos de PGA Tour y LIV Golf han mantenido conversaciones para buscar un acuerdo común, las mismas no han cristalizado y él tiene claro qué parte tiene más culpa. "Si la afición está molesta, que mire a los que se fueron. Hicimos una gira, estuvimos todos juntos y los que se fueron ya no están. Al final, de ahí viene la división", señaló.

Pero Scheffler no les guarda rencor. Ha reconocido en múltiples ocasiones que le sorprendió que jugadores de la talla de Rahm, DeChambeau o Koepka cambiaran el prestigio que da el PGA Tour, donde continúan casi todos los mejores jugadores del planeta, por el LIV Golf y sus millonarios contratos, pero valora que cada uno de ellos tomó una decisión personal.

"Ojalá algunos de ellos se hubieran quedado, pero al final, tomaron su decisión. Sabían las consecuencias de esa decisión y no estoy aquí para hacerles cambiar de opinión. No guardo rencor a ninguno de los que se fue. Hicieron lo que quisieron y, como saben, no puedo controlar sus vidas. No voy a decir que deberían haber hecho algo diferente. Ellos tomaron su decisión", concluyó.