Jon Rahm se pone deberes para el segundo día del LIV Golf y manda un aviso a sus rivales: "Todavía no ha terminado"

Valderrama.- Jon Rahm estuvo a punto de firmar una gran vuelta en el primer día del torneo del LIV Golf en Valderrama. Llegó al penúltimo hoyo al par del campo, uno de los diez jugadores que no iba por encima, lo que le consolidaba en los puestos de honor de la clasificación. Sin embargo, en el 17 una ráfaga de viento mandó su pelota al agua y el hoyo acabó con doble bogey.

El 'error' lo dejó a 7 golpes del sólido líder, Dean Burmester, que se fue hasta un magnífico -5 bajo unas condiciones muy desfavorables. El de Barrika, sin embargo, estaba satisfecho con su actuación individual, aunque sí que reconoció dos errores que le lastraron durante su recorrido y que a su juicio son los que debe subsanar de cara al fin de semana, donde todavía se da opciones. "Todavía no ha terminado", apuntó en sala de prensa.

A lo ocurrido en el 17 se le suman los tres putts empleados en el 13, donde perdonó un par asequible para firmar un bogey, algo que seguía lamentando minutos después de concluir su vuelta. "He estado cómodo, dentro de lo cómodo que se puede estar aquí, pero he jugado bien. Ha sido un buen día quitando un par de golpes. ¿Qué puedo hacer mejor? Quizás los golpes del 13 y del 17. Si no tengo penalidad ahí sería un día de par, lo que sería una gran vuelta. Sensaciones muy positivas de cara a mañana y ojalá pueda seguir jugando igual de bien", comentó el vasco.

Acto seguido, Rahm quiso explicar qué ocurrió exactamente en el penúltimo hoyo para que la pelota acabase en el agua, aunque seguía dándole vueltas a lo sucedido varios hoyos atrás, uno de esos que no se olvidan con facilidad. "No la he dado pesada, pero si controlo el efecto de la bola un poco mejor es posible que la lleve al green y no acabe en el agua. Ahora es fácil de decir. La pena ha sido el drive, que le he pegado muy bien y el viento la ha afectado mucho más de lo que pensaba. A lo mejor es por exigirme de más. Me molestan más los tres putts del 13", explicó.

Por último, el de Barrika también quiso destacar el comportamiento del público, pese a que se le vio visiblemente enfadado con un espectador en la última parte de su vuelta, cuando un grito procedente desde una de las áreas donde más público había le desconcentró justo antes de efectuar un golpe que, además, acabó en error, algo que hizo que se girase y despotricase contra esa persona en particular.

"Ese ha sido un subnormal, como siempre pasa en todos los torneos, y además ya te digo que no era español. Lo ha hecho en mitad del golpe de putt. Di lo que quieras después de que le demos a la bola, pero no en mitad del golpe, no lo entiendo", se desahogó ante la prensa, aunque también mostró su entusiasmo por jugar en casa y ante el calor de su afición.