Jon Rahm no es flor de un día y sus estadísticas avisan del fenómeno que está por venir
En los seis años y medio que lleva como profesional es el jugador con mejores registros.

Si no eres Tiger Woods, ganar en el mundo del golf es muy difícil, sobre todo en las últimas dos décadas, donde aparece cada año un puñado de jóvenes y talentosos jugadores capaces de competir en cualquier campo. La competencia es altísima y en cada torneo emergen una decena de candidatos a llevarse el trofeo a casa. Ganar un torneo aprueba una carrera, conseguir un Major la consagra y ponerse la chaqueta verde del Masters de Augusta la inmortaliza. Y todo eso ya lo tiene Jon Rahm a sus 28 años, un jugador que ni es flor de un día ni va a detener en su objetivo de ser el mejor. Y los números están de su lado.
Cuando estaba terminando su adolescencia, el de Barrika hizo las maletas y viajó directo hacia los Estados Unidos. Allí le esperaba la prestigiosa Universidad de Arizona State, sede de una de las academias de golf más prestigiosas del país y que no dudó en ofrecerle una beca sin haberle visto jugar gracias a los informes que había recibido y a las otras ofertas que tenía el joven jugador. Allí se formó y mejoró como golfista, ganando 11 torneos y alcanzando el número 1 del ranking mundial amateur durante 50 semanas.
En 2015 firmó una notable actuación en el Phoenix Open, donde terminó quinto. El profesionalismo llamaba a su puerta, pero Rahm le había prometido a sus padres que no daría el salto hasta que terminase sus estudios, algo que ocurrió un año después. El vasco se presentó el 1 de enero de 2017 ante su primer año en la élite. Y desde ese momento nadie ha jugado mejor al golf que él, nadie ha ganado más torneos que él y solo Brooks Koepka tienes más Majors que él.
La regularidad es su punto fuerte. No flaquea, no tiene puntos débiles y a nivel mental es un superdotado. Lo demostró en este último Masters de Augusta, cuando inició el torneo con un doble bogey evitable tras complicarse en el green. "Putt, putt, putt, dentro", confesó al término de la primera jornada que fue lo que pensó tras aquellos errores. Había firmado nueve bajo par en los siguientes 17 hoyos para ponerse líder. Esa particularidad en el vasco le ha valido para finalizar entre los tres primeros clasificados en el 26% de las citas válidas para el ranking mundial que ha jugado en su carrera.
Jon Rahm's worldwide numbers since turning pro in June 2016.
— Kyle Porter (@KylePorterCBS) April 10, 2023
Wins: 1st
Top 5s: 1st
Top 10s: 1st
Top 10 percentage: 1st
Strokes gained: 1st
En lo que va de año ha disputado diez competiciones de las que ha ganado cuatro. En 2022, un año que él mismo consideró exitoso, logró tres victorias. Desde que saltó al profesionalismo acumula más de 160 torneos jugados y 20 victorias (incluida la del Hero Classic), lo que le deja un porcentaje de triunfos superior al 12%, un registro que solo supera el inigualable Tiger Woods. El siguiente en la lista de victorias desde 2017 es Dustin Johnson, ahora en el LIV Golf, con 17, mientras que otros ilustres como Rory McIlroy o Justin Thomas se quedan en 14.
A estos resultados solo se puede llegar jugando bien, y Rahm lo hace. El deporte cada vez presta más atención a las estadísticas y en el golf la que mejor valora el nivel de cada jugador es la de strokes gained. ¿En qué consiste? A la puntuación que se consigue en cada ronda de un torneo se le resta el promedio alcanzado por todos los golfistas que jugaron esa ronda. Es decir, que un jugador con un valor positivo de golpes ganados en una ronda rindió mejor que la media de participantes. Y sí, ahí el de Barrika también es el mejor de todo el circuito desde que es profesional con un valor de +2.2 sobre la media de jugadores.

Pese al injusto nuevo sistema de puntuación para el ranking mundial, Rahm inicia esta semana como número 1 del mundo por 47ª semana en su carrera, una cifra que le hace ser el décimo en la historia que más tiempo se ha pasado en la cima. Catorce por delante aparece Seve Ballesteros, sexto en esta clasificación y que está a tiro de piedra. Un buen año del vasco, sobre todo en los grandes, puede abrirle de par en par las puertas del olimpo del golf, porque las del deporte español ya las tiene.
El presente de Rahm es glorioso, pero no es casualidad. Hace tiempo que cambió su método de entrenamiento para ganar más distancia sin perder eficacia. Este año, el vigente ganador en Augusta es el mejor en strokes gained, el tercero mejor en golpes a green, el tercero mejor putteando y el mejor en porcentaje de eagles y birdies. Unos datos que invitan al optimismo y que le abren un futuro glorioso en los próximos años.