Traición, dinero y la ley del silencio: la intrahistoria del fichaje de Jon Rahm por el LIV Golf saudí
La salida del exnúmero 1 del mundo del PGA Tour viene unida a una negociación secreta con una sucesión de encuentros y desencuentros con los dos circuitos.

El fichaje de Jon Rahm por el circuito LIV Golf creado por el régimen saudí parecía algo imposible si retrocedemos en el tiempo poco más de seis meses. A pesar de que el rumor siempre estuvo sobre la mesa desde que el nuevo circuito se fundara en 2022, el de Barrika había ido desmintiendo una y otra vez su cambio de circuito por múltiples motivos, pero destacando que era un formato de tres jornadas que no le gustaba. "Declaro oficialmente mi lealtad al PGA", llegó a afirmar en el inicio de la ruptura. Con una visión tradicional, parecía que el dinero era lo menos importante para elegir su destino... hasta que una sucesión de encuentros y desencuentros con ambos circuitos ha terminado con el actual número 3 del ranking mundial en Arabia.
Traiciones
Una historia tan imprevista, con un cambio de rumbo tan brusco y extraño tiene que tener traiciones por el camino. Muchos ya señalan a Rahm como el mayor 'traidor' e hipócrita de la historia del golf por su cambio de opinión. Del "juego por amor al golf, la tradición y a jugar contra los mejores jugadores, eso lo tiene el PGA" a terminar fichando por el LIV en menos de un año. Pero lo cierto es que hubo una traición previa en esta embolicada sucesión de acontecimientos, que no ha sido la del jugador vasco, y que ha sido uno de los desencadenantes de que esto haya terminado siendo una realidad.
Tenemos que retroceder al pasado 6 de junio, semanas después de la primera chaqueta verde de 'Rahmbo'. Sorprendentemente, el PGA Tour y el LIV Golf publican un comunicado conjunto para iniciar negociaciones que devuelvan 'la paz' al golf mundial. Lo que se vendió como un paso adelante para dar normalidad a la tormenta suscitada por la entrada de dinero saudí, no tardó en volverse en contra del circuito estadounidense. Y es que el comunicado se hizo sin hablarlo antes con los grandes jugadores que habían sido fieles hasta ese momento. Entre ellos estaba Rahm, que había puesto la cara para defender las bonanzas del PGA por encima de los contratos de llenos de ceros y ahora veía como era el PGA quien iba a beneficiarse de un acuerdo económico a sus espaldas.

"Me he sentido un poco traicionado", confesaba Rahm en aquellos días ante la acción del comisionado del PGA. Las buenas relaciones con Jay Monahan, el mandamás del circuito estadounidense, y su equipo se convertían entonces en desconfianza. El español había puesto la cara y le habían fallado. Podía dar inicio al culebrón.
La primera muestra pública del enfado de Jon llegó meses después, el pasado 2 de noviembre, cuando anunció que no disputaría el TGL, el nuevo show televisivo al más puro estilo Kings League del golf que había organizado Tiger Woods y Rory McIlroy junto a la propia PGA. "Si bien sigo pensando que es una gran oportunidad, en este momento requeriría un nivel de compromiso que no puedo ofrecer", escribía en su cuenta de X. Lo cierto es que el favoritismo del circuito en este y otros asuntos con el estadounidense y el norirlandés nunca ha sentado bien al español, que no se ha sentido mimado por el circuito al que engrandecía y que ha llegado a vetarle en retransmisiones televisivas.
Dinero
El LIV tenía a Jon Rahm como objetivo desde el día 1. Arabia sabía que su fichaje sería uno de los golpes más duros al PGA Tour y su gran atracción para tener la repercusión que, después de dos temporadas, no ha conseguido lograr. El vasco, en su mejor momento de su carrera y con una regularidad inigualable, era la joya de la corona que necesitaban. El único problema había sido que el vigente campeón del Masters de Augusta se había negado de manera tajante a su salida del PGA camino de nuevos formatos, ni a cambio de grandes cantidades de dinero.
La única opción de Yasir al-Rumayyan, banquero y cabeza del Fondo de Inversión Pública del régimen saudí era esperar agazapado la mínima debilidad de la lealtad y buscar un desencanto futuro de Rahm con el circuito estadounidense. Con el inicio de las negociaciones LIV-PGA sin informar al de Barrika llegó el momento perfecto de iniciar un trabajo calmado e incansable para convencerle. Comenzaron las acercamientos con el agente Steve Loy, a quien los saudíes ya conocen bien por ser con quien gestaron la llegada de la veterana estrella estadounidense Phil Mickelson en 2022, y en un núcleo lo más cerrado posible.

Aunque Rahm ha insistido siempre que lo importante no era el dinero, la cifra tenía que ser mareante e incluso irrechazable para poner la negociación a su favor. El CEO de la organización, el exgolfista australiana Greg Norman, confesó en 2022 que intentó fichar a Tiger Woods por entre 700 y 800 millones de dólares. Si querían hacerse con Rahm, la cifra no podía ir muy a la baja: el contrato para negociar con el español terminó colocando la cifra en los 550 millones de dólares, la mayor de la historia del deporte mundial.
Por si el camino ya de por si no era apetecible, el probable cambio de situación con las negociaciones del LIV, el PGA e incluso el circuito europeo, ahora internacional bajo el nombre de DP World Tour, debe preparar antes del 31 de diciembre un panorama donde los jugadores puedan seguir jugando los grandes torneos de los distintos circuitos "por el bien y la paz del golf". Por lo tanto, sin los vetos sufridos estos años por jugadores como Sergio García, que se quedó fuera de la Ryder por aceptar la oferta saudí, el horizonte se despeja y es un win-win económico y deportivo. La libertad de Rahm de jugar más allá del calendario LIV es una de las condiciones más importantes del acuerdo.
La reunión clave entre todas las partes implicadas de los tres circuitos se celebrará la próxima semana con la intención de cerrar un acuerdo beneficioso que no termine con el deporte dividido y más débil. El lado saudí llegará a la mesa con su mejor carta descubierta sobre la mesa y los otros competidores van a tener difícil rechazar la jugada, que significaría vetar la participación en sus competiciones de un Rahm que quiere seguir jugando allá donde le dejen. Acatar la llegada del adinerado LIV o morir desangrándose con la pérdida de talento.
Silencios
La gran muestra de que esta vez era diferente a las anteriores ocasiones en los que los árabes quisieron a Rahm llegó con los silencios. "No sé nada", "Lo siento, no tengo información", "No tengo ni idea" o directamente 'dejar en visto' han sido las respuestas del entorno y gente normalmente muy bien informada sobre Rahm a Relevo durante los últimos días, cuando los primeros rumores llegaban al 'mundillo' del golf. Una ley del silencio que solo hacía que gritar al mundo que algo grande se estaba cociendo. Al mismo tiempo, desde el lado del LIV, se filtraban los rumores como ya había ocurrido otras veces pero con la novedad no encontrar ahora desmentido alguno.
I must inform you that you have started a losing streak because you and your source are wrong. I want to thank you for the lift in the PIP 😂 https://t.co/oaejFoXYrz
— Jon Rahm Rodriguez (@JonRahmpga) September 14, 2022
El propio Jon Rahm había salido al paso en diversas ocasiones anteriores donde su fichaje resonó con fuerza. Incluso, salió a desmentir a una cuenta de X especializada en fichajes del LIV que informaba de que su acuerdo estaba hecho para la temporada 2023: "Debo informarle que ha iniciado una racha de derrotas porque usted y su fuente están equivocados". En esta ocasión, con la publicación de varias noticias en pocas horas, el silencio por respuesta solo hacía que otorgar.
El anuncio da por terminado un culebrón con mil aristas que va mucho más allá del dinero y que ya ha hecho cambiar de rumbo a uno de los deportistas con las ideas más claras, en una historia de película que ha mezclado traiciones, dinero y unos silencios previos al gran día.