Valderrama, un campo 'trampa' que encumbró a Seve Ballesteros y por el que Rahm se hizo golfista a los dos años
El icónico campo acoge desde hoy el LIV Golf Andalucía.

Valderrama.- El LIV Golf celebra catorce torneos en su calendario anual que les llevan a recorrer multitud de países. Estados Unidos, México, Arabia Saudí, Inglaterra, Australia, Singapur o España. Y el campo elegido para acoger al emergente circuito árabe vuelve a ser por segundo año consecutivo Valderrama, uno de los más icónicos del territorio nacional y sede de numerosas gestas.
Hablar de Valderrama es hacerlo de golf. Y hablar de golf es hacerlo de Seve Ballesteros. El cántabro era un enamorado del campo situado en Sotogrande, donde compitió en innumerables ocasiones. Pero eso no le valía, quería llevar los 18 hoyos a una dimensión que muchos soñaban y pocos creían posible. Salvo él. Y ocurrió en 1997, un año que marcó la carrera deportiva de Jon Rahm pese a que por aquel entonces apenas tenía dos años.
La Ryder Cup es un evento de golf mundialmente conocido que mide, cada dos años, a los equipos de Estados Unidos y Europa, que se alternan las sedes. Pero no siempre fue así. En un primer momento, era el Reino Unido y no el Viejo Continente el que se medía a los norteamericanos, algo que cambió a finales los 70 gracias, sobre todo, al impulso de Seve Ballesteros, figura absolutamente capital en lo que es hoy día el torneo.
Sin embargo, cuando tocaba que Europa eligiese la sede en la que jugar, las miradas siempre iban hacia el Reino Unido. En 1981, 1985, 1989 y 1993 se celebró en suelo inglés. El genial golfista cántabro consiguió que el torneo de 1997 se celebrase en suelo continental y el lugar escogido fue Valderrama, que fue toda una 'trampa' para los estadounidenses. Europa ganó con Ballesteros como capitán, un momento que le encumbró todavía más a los altares del golf.
Por aquel entonces, Jon Rahm, considerado por muchos como el mayor talento nacional desde el cántabro, apenas tenía dos años de edad y obviamente no había decidido a qué dedicaría su juventud. Él no estuvo presente en Valderrama en 1997, pero sí que presenciaron aquel torneo unos amigos muy cercanos de sus padres, algo que sin duda marcó el devenir del golfista vasco.
"La historia es una parte importante de por qué juego y una de las razones por las que juego, y Seve es una de ellas. Si no fuera por esa Ryder Cup en 1997, mi padre y yo hablamos de eso todo el tiempo, no sabemos dónde estaría yo o dónde estaríamos como familia", apuntó el de Barrika en la previa del torneo, reconociendo que fue a raíz de aquel torneo cuando su padre comenzó a pensar en ponerle un palo de golf sobre las manos.
Un recorrido lleno de 'trampas'
Si por algo destaca Valderrama es por su dificultad, aunque para esta edición se han suavizado un poco las condiciones, sobre todo cortando algunas ramas que traían por la calle de la amargura a los jugadores. "No diría que está fácil porque nunca lo está, pero sí algo menos difícil", comentó Sergio García en la jornada previa. "No es un campo largo, pero en cada tiro tienes que pensar qué hacer. Para mí es un campo increíble y me pone muy feliz volver aquí", apostilló.

Lo cierto es que las dos principales características de los 18 hoyos son unas calles estrechas y unos greenes pequeños, lo que exige una concentración extra a todos los participantes. "Tienes que ser demasiado meticuloso desde el tee, ver cómo atacas los hoyos, tener cuidado con las calles... Es un campo que me gusta muchísimo y que me divierte. Ojalá jugásemos en más sitios así durante el año", comentó el mexicano Abraham Ancer.
Para Rahm será la cuarta vez que participe en Valderrama y en dos de las anteriores salió malparado, algo que no olvida. "Hay que decir que cuando jugué aquí en octubre, después de jugar el Open de España, llegué muy cansado. Tanto es así que me ha resultado muy complicado superar la dificultad de Valderrama cuando estaba cansado física y mentalmente de todo el año. El campo demuestra que no importa quién seas. Puedes hacer tres buenos golpes, quedarte en la calle, luego encontrar un árbol y es lo que hay, por lo que es un campo muy difícil para todos", explicó.