Facundo Quiroga: "España hace cosas que no hace nadie"

El argentino Facundo Quiroga dio el salto a Europa después de vivir los efectos colaterales de la fiebre provocada por Ariel Holan, un entrenador de hockey sobre hierba que fue contratado como entrenador de fútbol y que llevó a Independiente de Avellaneda a levantar la Copa Sudamericana. Una vicisitud que provocó un aluvión de llamadas a técnicos y analistas para llevar los secretos de la táctica del hockey al balompié. Ahora, Quiroga dirige a la selección irlandesa femenina en su gran salto a la élite llegando a rozar su participación en los Juegos de París ante la España de Carlos Cuenca.

Empecé a jugar de hockey en Argentina a los ocho años. A los diecisiete seguía jugando, pero ya empecé a hacer algunas cosas como entrenador. Y a los veinticuatro tuve una operación en la espalda por la que tuve que decidí dejar de jugar. Eso me permitió, digamos, lanzar mi carrera como entrenador al cien por cien porque al dejar de jugar me permitía también entrenar en categoría masculina. En Argentina habré entrenado en la primera división algo más de diez años porque empecé muy joven. Tuve un paso por el fútbol. Estuve trabajando como asistente técnico en dos clubes de la primera división de Chile en fútbol. Después hice algunas cosas como analista en remoto para el mismo cuerpo técnico en que trabajé, que se fue para México. Después me fui a Suiza y allí estuve tres años trabajando en un club, con el primer equipo y director general, y también hacía algunas cosas con la selección de Suiza. Después me sumé a Irlanda en el 2022, un par de meses antes del Mundial que se jugó en España. He estado casi dos años como asistente, he quedado como entrenador principal hasta la finalización de la Nations Cup.

Sí, en realidad hubo un par de factores ahí. Argentina es un país muy futbolero y creo que los deportes por una cuestión estratégica y por la estructura en sí del juego son bastante similares. Hay algunos casos en el pasado. Hubo un par de entrenadores de hockey que se habían sumado cuerpos técnicos de fútbol como analistas y en ese momento hubo un entrenador de hockey que se destacó en el fútbol profesional en Argentina: Ariel Holand. Estuvo primero en un equipo, digamos, 'pequeño, Defensa y Justicia. Después pasó a Independiente, que es uno de los más grandes, salió campeón de la Copa Sudamericana y eso le dio mucha repercusión a su caso. Ser alguien que venía del hockey sin experiencia en el fútbol, que le iba muy bien en el fútbol profesional y eso despertó el interés de cierta gente del fútbol en el hockey. Varios entrenadores empezaron a buscar a ver qué había en el hockey para sumar a sus cuerpos técnicos. Bueno, yo tuve la suerte de estar en ese momento, primero siempre muy interesado en el fútbol, porque es un deporte que me apasiona también, y bueno, a partir de ahí tuve la posibilidad.

No sé si mejor, quizá distinto. En el hockey hay gente que analiza algo con muchísimo detalle y lo hace muy bien, y hay gente que quizás analiza menos. Y en el fútbol también hay cuerpos técnicos muy profesionales que lo hacen muy bien y de los cuales el hockey puede aprender un montón y otros que no lo han desarrollado tanto. Pero eso no tiene, para mí, que ver con el deporte, sino con el cuerpo técnico en sí.

Sí, yo al fútbol jugué también desde pequeño. De hecho hacía los dos deportes en un momento. Como se me superponía en los partidos, tuve que decidir y me decidí por el hockey. Siempre me mantuve muy conectado viendo partidos, empecé a hacer mis análisis por mi cuenta... Sentía que podía aprender de cosas que veía en el fútbol. Y ya te digo, cuando se dio este momento que el hockey empezó a despertar interés, por suerte ya venía haciendo ciertas cosas con fútbol. Ya tenía ciertos análisis y material para mostrar y para presentar. Eso me ayudó a poder aprovechar la oportunidad y subirme al tren cuando pasó.

¡Oh! Tendría que recordar ahora, porque la verdad que fueron tres años bastante intensos, de uno o dos partidos por semana. Trabajamos mucho. Yo siempre era muy curioso y sigo viendo fútbol europeo también. A pesar de que no era directamente de fútbol sudamericano, sí nos servía para mostrar a los jugadores o para rescatar ideas. Me gustaba analizar los equipos de la Premier League y algunos equipos de la liga española. He aprendido mucho de ahí, viendo esos equipos para después sacar ideas para lo que hacíamos nosotros.

Mira, es difícil hablar de los entrenadores que uno ve por televisión porque uno ve solamente el producto final y por ahí desconoce el método. Al no estar en el entrenamiento, al no estar en el día a día, es quizá difícil hablar de un entrenador. Porque en realidad conocemos solamente la superficie y no todo lo que está detrás, que para mí siempre es lo más interesante. Entonces, para mí los entrenadores que me han marcado mucho son los que yo he tenido en mi carrera como jugador y algunos colegas con los que he enfrentado. Y después sí equipos de los que he aprendido y sigo aprendiendo en competencia. Pero me cuesta marcar uno en lo puntual. Más allá de que en el fútbol obviamente los más conocidos son siempre atractivos de ver porque sus equipos son atractivos de ver. Klopp principalmente, obviamente Guardiola, Gallardo en Argentina en los últimos ocho años... Pero al no conocer el método es difícil hablar. Obviamente me han gustado esos equipos. Pero bueno, me gustaría saber mucho más de su interior, ¿no? A lo mejor.

Mira, en cuanto a la forma de ser, a mí me costó más, te diría, la adaptación a Suiza. Yo encontré muchas más diferencias en Suiza en general. Más allá de que mi pareja es suiza, que hace tres años que estoy con ella. Conecté bien con su sociedad, pero ese choque al principio fue más difícil, porque claro, culturalmente somos distintos y encaramos las relaciones de maneras diferentes. Y de hecho cuando vine a Irlanda me encontré con una forma de relacionarse quizás más similar a la argentina, pero probablemente por el contraste con Suiza. Si hubiese venido directo desde Argentina a Irlanda probablemente hubiese sentido el choque, pero ese pasaje en Suiza me hizo sentir la forma de vivir de la gente de Irlanda mucho más similar a lo que somos nosotros en Argentina. Seguramente fue por pasar por Suiza antes que hice un poco de colchón del momento.

El clasificatorio olímpico, que por muy poquito no pudimos obtener el pase de los Juegos, fue un golpe duro volver de ahí. Así que lo primero que quiero es disfrutarlo. España es un país en el que me encanta jugar por su gente, por la temperatura y por la calidad de la gente. Siempre es muy lindo venir, nos reciben "bárbaro". Después, este es un torneo que Irlanda nunca ha jugado en la final. Ganar ese torneo para nosotros sería poner el equipo en Pro League, y eso es lo que no ha pasado nunca en la historia de Irlanda. Así que yo sueño con eso. Después obviamente sabemos que España es el candidato y que va a ser un equipo durísimo. Que Japón está muy bien, que Nueva Zelanda va a estar fuerte, que Chile va a ser lo suyo. Pero este va a ser un torneo bárbaro. Así que desde lo competitivo estoy súper entusiasmado con el desafío.

A mí me encanta. A mí me parece un equipo valiente, muy valiente. Creo que desde que Carlos Cuenca es seleccionador le ha cambiado un poco la mentalidad de un equipo con una energía brutal. Esa defensa de uno contra uno en toda la cancha es algo que en el hockey femenino no se ve. España es probablemente el único equipo del circuito que juega esa defensa mujer a mujer durante todo el partido en toda la cancha. Y eso a mí me parece muy valiente. Alguien que viene con una propuesta novedosa y que se anima y que asume los riesgos de jugar de esa manera. Me generan inspiraciones. Es un equipo que me gusta mucho ver jugar. Me gusta su idea con la pelota también. Cómo intentan controlar los partidos a partir de la posición de la pelota. Esa idea también del 'guardiolismo'. El fútbol español llevado al hockey también me parece muy atractivo. Es un equipo que me gusta mucho. Del que he aprendido viéndolo jugar y tratando obviamente de encontrarle las vueltitas a ver cómo les podemos ganar. Es un equipo que sinceramente me gusta mucho. Me parece que está muy bien.

Yo creo que sí. Que una vez que me parece que estos equipos, una vez que logras sacarte la presión de entrar a los Juegos, después tienes todo por ganar y nada por perder. Obviamente que los candidatos, creo que Países Bajos es el mejor equipo del mundo probablemente por un par de escalones arriba del resto, que Argentina puede pelear, que está muy bien. Y después hay un pelotón de equipos que van a estar ahí y creo que España tiene lo suyo. ¿Por qué no?

Es la pregunta más difícil de contestar para mí siempre. Porque por un lado yo decidí irme a Argentina por una cuestión profesional, porque sabía que para llegar a tanto rendimiento por mi pasado como jugador yo necesitaba hacer otro camino, un camino por fuera. La idea de volver siempre me seducía. Me seduce en algún momento, nada más por cuestiones familiares y afectivas también. Yo tengo toda mi familia allí, mis amigos de toda la vida y es mi país. Pero bueno, me cuesta pensar cuándo va a ser eso. Si es que va a ser. Lo tengo ahí como un anhelo que ojalá en algún momento se dé, pero bueno, no lo veo en el corto plazo. De los aprendizajes y volviendo un poco a lo que hablaba antes.

Me encantaría y sigo en contacto con la gente del fútbol con la que he trabajado. Y siempre estamos viendo ahí a ver si en algún momento nuestros caminos se juntan. El fútbol es muy apasionante, es espectacular. Pero bueno, también tiene toda una situación de inestabilidad que es diferente al hockey. Entonces a veces se hace difícil coincidir. Es cuestión de coincidir. Sé que en algún momento lo volveré a hacer.

Indudablemente el mercado es diferente y los presupuestos que se manejan son diferentes. Pero bueno, también a veces hay una decisión de vida en el medio. Y a veces la estabilidad también juega un papel allí. Y los proyectos y los lugares donde ir. No creo que sea solamente lo económico. Si no es poner por ahí otro montón de cosas en la balanza y ver. Pero indudablemente la experiencia de fútbol en sí para mí ha sido muy valiosa. Desde el aprendizaje profesional y humano también. Así que sí, me encantaría volver en algún momento.