El primer dardo de Jakob Ingebrigtsen en la Villa se lo lleva Mohamed Katir: "No le voy a dar reconocimiento a un tramposo"
El atleta noruego responde a la pregunta de Relevo en su primera comparecencia en los Juegos, a la que acudió con mascarilla.

Pasados cinco minutos de las 16:00 horas, Jakob Ingebrigtsen apareció en la sala de prensa de la Villa Olímpica de París, en su primera comparecencia ante los medios noruegos. También fue convocado Relevo para poder hacer un par de preguntas en inglés al astro del 1.500 y los 5.000 metros.
La estrella del medio fondo mundial atendió con amabilidad, pero con firmeza la primera cuestión sobre sus rivales españoles, los presentes y un ausente: Mohamed Katir. "No le voy a dar reconocimiento a un tramposo, ese es el primer error y no quiero hacerlo", zanjó sobre el atleta de Mula, actualmente sancionado por una infracción contra el código antidopaje en materia de localizaciones. Fue el único momento de la rueda de prensa en el que Jakob se puso un poco serio.
La rivalidad entre ambos en la pista en el Mundial de Budapest, donde Katir tuteó a Jakob hasta los últimos metros en la prueba de 5.000, no fue real para Ingebrigtsen, como dijo tras conocerse la sanción del español y como reiteró este jueves en su intervención. La ausencia de Mo Katir, plata en aquel Campeonato del Mundo 2023 y que podría incluso ver aumentado su castigo, sigue dando que hablar.
Más tarde, el noruego Narve Gilje Nordas, que comparecería también en solitario una hora después de su compatriota, continuó con el debate abierto de nuevo por un periodista noruego del portal na.no. "Es siempre una buena noticia que cacen a alguien que hace trampas, pero la mala es que no lo pillen con la sustancia", apuntilló el también corredor de 1.500 m, bronce en el Mundial de Budapest, sobre el affaire Katir.
Ingebrigtsen, el plato principal de las ruedas de prensa noruegas en París, destacó, tras el tema de Katir, las bonanzas del evento olímpico en una Villa en la que está encantado. "Las rivalidades y la competición son lo más bonito del deporte. Esto consiste en hacerlo lo mejor posible en los entrenamientos y luego juntarnos los mejores atletas del mundo, de todas las nacionalidades, españoles y de otros países, para luchar por las medallas", comentó ante la prensa de su país y un par de periodistas internacionales invitados. Después llegó la pregunta clásica de sus entrenamientos específicos para preparar la cita olímpica y Jakob sacó su lado más divertido: "¿Cuánto tiempo tiene usted para escuchar?"
El noruego recogió finalmente el guante y respondió. "Como equipo, creo que somos los mejores del mundo en la puesta a punto para poder ganar grandes campeonatos. Tenemos mucha base, mucha experiencia en los últimos 15 años y somos fieles a lo que ha funcionado", manifestó antes de puntualizar: "Pero siempre hay pequeñas mejoras, algunas de ellas mínimas, como entrenar un poquito más intenso un día o hacer una repetición más o una menos en algunas sesiones. Todo va de seguir mejorando en carreras y entrenamientos".
Jakob protagonizó una curiosa imagen, con una mascarilla FPP2, a la entrada y la salida de la rueda de prensa. Un virus le dejó tocado, según su versión, para la final de 1.500 m del último Mundial, en la que el escocés Josh Kerr le arrebató el oro en la que fue la gran sorpresa de la cita húngara. "Como deportista profesional, en el pasado, factores externos arruinaron mis opciones de estar a mi mejor nivel", recordó.
Política de cero riesgos
"Me tomo muy en serio el reducir el riesgo de enfermedades o infectarme con algo. Somos mucha gente aquí, especialmente en la Villa, muchas nacionales y diferentes grupos de entrenamiento", comentó el noruego a la pregunta de este medio sobre su presencia en la sala con la aparatosa mascarilla.
En el tartán del Stade de France, cuando llegue el 6 de agosto, Mario García Romo y Adel Mechaal serán los españoles que se encontrará Ingebrigtsen en la finalísima de la distancia reina del medio fondo. Tras dos traspiés correlativos en el 1.500, el primero con el inglés Jake Wightman en Eugene y el segundo con el citado Kerr en Budapest, Jakob no quiere jugar a los dados con su destino. Para los dardos, siempre puede hacer una excepción.