50.000 euros de su bolsillo para poder representar a España en París: "Lo he pagado todo yo"
Pablo Abián disputará la competición masculina de bádminton después de un calvario en el proceso clasificatorio.

El camino hacia los Juegos Olímpicos es quizás el reto más grande y duro para cualquier deportista. Esfuerzo, entrega y lucha para lograr el gran sueño. Serán cientos de historias de superación las que navegarán por el cauce del río Sena sobre el barco del equipo español en la ceremonia inaugural del próximo 26 de julio, pero ninguna será comparable a la de Pablo Abián (Calatayud, Zaragoza, 1985). A sus 39 años, llega a París para competir en su quinta cita olímpica tras un calvario vivido durante la clasificación, marcado por la falta de ayudas y el abandono de su federación. "Todo me lo he pagado yo", relata en su conversación con Relevo.
La Real Federación Española de Bádminton, con conocimiento e inacción del CSD, decidió apostar por otro jugador al inicio del ciclo y decidió dejar a Abián, el mejor jugador español por resultados y por ranking, abandonado a su suerte. Ni viajes a torneos, ni estructura del equipo nacional, ni un lugar donde entrenarse junto a su técnico. Una situación que le obligó a autofinanciarse, a viajar por su cuenta y sumar por los puntos en todos los rincones del mundo para lograr la ansiada plaza olímpica.
Ahora, finalmente y solo tras la clasificación olímpica, el CSD se vio obligado a facilitarle una zona en un pabellón dentro de las instalaciones del CAR de Madrid pero lejos de las pistas que utiliza la federación de bádminton. El uso de este lugar provisional no es exclusivo, tanto que un día tuvo que dejar de entrenar en plena cuenta atrás hacia París 2024 porque había un rodaje de otro deportista y molestaba. Solo un caso extremo como este y tras mostrar su disconformidad, un alto cargo del CSD le indicó que podía ir a la zona de entrenamiento de bádminton.
Cuando lees 'Pablo Abián participa en los Juegos Olímpicos de París', ¿qué pasa por cabeza?
Una sensación brutal lograr mi clasificación a mis quintos Juegos. Una ilusión enorme porque ha sido la clasificación más dura con mucha diferencia y por diferentes motivos. Entre ellos, por las dificultades que he tenido, por el poco o ningún apoyo que he tenido por parte de la federación española.
¿Cuál ha sido la situación?
La clasificación en bádminton funciona por ranking mundial, donde te cuentan los 10 mejores resultados de competiciones internacionales. Y a partir de ahí, puedes hacer tantas competiciones como fines de semana tiene el año. Todo eso hay que planificarlo y hay que cuadrarlo muy bien porque, en función de tu posición en el ranking mundial, vas a poder acceder a un tipo de torneos u otros, que van a puntuar más o menos según el resultado que consigas. Ha sido muy difícil ajustar muy bien los torneos internacionales que tenía que hacer en base a mi preparación y al presupuesto que teníamos porque, al fin y al cabo, todo me lo he pagado.
Es casi un milagro lograr la clasificación así... ¿Cuál es la diferencia de cuando sí podías tener el apoyo de la federación?
En esta clasificación olímpica, desde enero de 2023, no se me permitía entrar al Centro de Alto Rendimiento de Madrid para realizar los entrenamientos junto a mi staff técnico y tampoco he tenido nada de apoyo económico para costearme los gastos de los campeonatos internacionales. A partir de mayo de 2023 empezó el ciclo de clasificación y partía con mucha desventaja. En los meses previos tampoco pude competir porque no me los costeaban los campeonatos y perdí posiciones en ranking mundial hasta caer por debajo del puesto 100. Pasaba más de tres horas en el coche para poder hacer doble sesión y cuadrar unos horarios que me permitiera el poder entrenar y tener a gente disponible para poder hacer unos entrenamientos de cierta calidad. Al no tener el apoyo, no podía utilizar los sparrings de la federación o los extranjeros que traían para otros jugadores, y tuve que buscar otros jugadores que nos hicieran el favor de venir a entrenar con nosotros. Los que lo hicieron, venían porque me conocían, porque sabían la situación y porque querían ayudarme y entrenar conmigo. Y además, compaginar toda esta situación con buscar hoteles para los campeonatos internacionales y que me salieran lo más económicos posibles, billetes de avión, etc. Muchas veces me he puesto en contacto con otros jugadores, que son amigos y que iban también a esos campeonatos, y compartíamos piso, habitaciones...
Cuando hablamos de billetes de avión, no hablamos de vuelos nacionales ni cercanos. Tu calendario te ha llevado a sitios bastante lejanos. ¿Sabes todos los sitios donde has tenido que ir costeándotelo tú?
Los sitios donde he viajado para poderme clasificar a París han sido: México, Eslovenia, Austria, Canadá, Isla Mauricio, Isla Reunión, Brasil, Nigeria, Guatemala, Bélgica, Perú, Escocia, Holanda, Abu Dabi, Alemania, Corea del Sur, Irlanda, Baréin, El Salvador, Suecia, Irán, Azerbaiyán, Alemania otra vez, Orleans (Francia) y Madrid. Los 25 me los he tenido que pagar yo. La federación solo me ha costeado el Campeonato del Mundo y el Campeonato de Europa. Ahora, a posteriori [tras confirmar su clasificación] me dicen que me van a costear Alemania, Azerbaiyán y Orleans. Yo creo que con eso he dicho todo.
¿Cuánto dinero te has podido gastar por cumplir el sueño olímpico?
Pues es una buena pregunta. Tendría que calcularlo exactamente, pero tranquilamente más de 50.000 euros y ajustando lo máximo posible, viajando prácticamente solo a todos los campeonatos para tener menor coste. Íbamos combinando, pero muchos de los campeonatos he tenido que ir solo y algunas de las veces encadenar enlaces de aviones haciendo noches en aeropuertos para que saliera más baratos los viajes. Y para afrontar partidos de gran exigencia en todos los sentidos, una ayuda externa de un entrenador es fundamental porque te ayuda a preparar los partidos o si pierdes y tienes que jugar otro torneo a la semana siguiente te permite poder entrenar en mejores condiciones.
Lo 'raro' de ir a jugar a estos lugares entiendo que es porque serán torneos que dan buenos puntos respecto al nivel de los jugadores que juegan.
En un mismo fin de semana, hay 3-4 torneos internacionales jugándose a la vez y depende de los jugadores que vayan puede haber más nivel o menos. Si no hubiera perdido el ranking mundial por no competir en los meses previos a mayo de 2023, seguramente no hubiera tenido que ir a muchos de estos torneos.
"No encuentro ninguna explicación"
La gran pregunta es: ¿por qué tienes que pasar por esto y qué explicación te han dado?
No encuentro ninguna explicación. Me gustaría que esa pregunta se la hicierais vosotros y a ver qué explicación os dan.
¿No te han dado una respuesta a por qué se paga los viajes a otros jugadores y no al mejor jugador nacional?
Ojalá se le pudiera pagar a todos, evidentemente. Pero yo creo que el alto rendimiento son resultados. Con el dinero que haya para alta competición, creo que se tiene que repartir de la forma más justa posible y no tiene por qué ir todo a un solo deportista. Que se sepan los criterios objetivos que se tienen que cumplir para conseguir ese tipo de beneficios, privilegios, ayudas, llámalo como quieras. Yo he sido campeón de España, mejor español del ranking mundial y no he tenido ningún tipo de ayuda. Entonces, no sé qué es lo que tenía que hacer para poder tener ayudas de la federación española de bádminton.
No hay justificación, entonces...
La única justificación es que dicen que si no estoy en el grupo de entrenamiento de ellos, entonces estoy en el grupo outsider, que es estar fuera de todo. Yo solicité la beca de interno en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y la federación no me la tramita desde la temporada 2021-2022. Lo tramité para entrar dentro del grupo de entrenamiento, con todos los beneficios que conlleva para estar en igualdad con el resto de deportistas que están con beca de interno, y la federación no me la tramitó. Entonces la primera que no me permite estar dentro del grupo de entrenamiento es la federación. Después lo que me dicen es que me busque la vida y que vaya, si quiero, a entrenar con ellos cuando ellos me digan y a la hora que ellos me digan.
¿Llegaste a pensar en dejarlo? Pasar por esto tiene poco sentido...
Pasas por momentos de todo tipo. Hay veces que los torneos no se dan lo bien que esperas y no llegas al objetivo mínimo, te encuentras solo porque no tienes tanto margen de error. Mi hermano y entrenador Javier Abián ha sido un pilar para que no tirase la toalla. Juntos hemos conseguido algo muy grande, que ha sido el clasificar para los Juegos Olímpicos de París 2024. Las personas que me quieren y que me rodean no han dejado que tirase la toalla en ningún momento. Creo que eso ha sido fundamental para mantenerme siempre a un nivel competitivo alto. Mi familia me decía que siguiera luchando. Yo creo que eso ha sido clave. Al final las cosas salen, tarde más o menos, al final la verdad acaba saliendo y el tiempo pone a cada uno en su sitio. Yo lo veía complicado porque iban pasando las semanas, el tiempo y me encontraba en la misma situación. También ha sido fundamental mi pareja, porque he pasado mucho tiempo fuera de casa justo en un periodo donde hemos sido padres y ella me ha apoyado en todo momento. Me decía que siguiera luchando, que siguiera por mi sueño de clasificar a los Juegos.
Coincides con el resto de jugadores del mundo en torneos, ¿qué te dicen de tu situación?
Ninguno lo entiende y les parece de locos la situación que estaba viviendo. Les parecía surrealista.
Y después de todo, ¿cómo afrontas París 2024?
Lo que espero en París es llegar lo mejor posible y, como diría el Cholo, ir partido a partido. Pero no solo ir partido a partido y vamos a ver qué pasa. Me gustaría poder pasar la fase de grupos y poder luchar por un diploma olímpico.
¿Es posible?
O incluso, se puede luchar por una medalla. En los anteriores Juegos Olímpicos, Kevin Cordon, que llevamos una carrera deportiva bastante pareja porque los dos nos estrenamos en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, hizo semifinales cuando nadie lo esperaba. Las sorpresas pueden pasar. Si llegas preparado y se da la oportunidad, creo que hay que cogerla y vamos a por ello.
¿Has elevado tu situación al Consejo Superior de Deportes para que pudiera poner solución?
El CSD está en conocimiento de todo. Se lo he hecho saber como por escrito como en reuniones y ha permitido todas las acciones de la federación española de bádminton. El CSD tendría que ser organismo que velase por los deportistas y para que no sucedieran este tipo de injusticias. En mi caso, no ha sido y no está siendo así.
Si te viene el presidente del Consejo Superior de Deportes a ver un partido decisivo en París, ¿cómo lo vas a recibir?
No lo sé. Es complicada esa pregunta. Os podéis poner en mi situación y con eso entenderíais que es complicado respondiera a esa pregunta.
¿Has recibido el apoyo de algún compañero de dentro del equipo nacional? Tampoco será difícil mojarse públicamente por si corre la misma suerte pero quizás sí te han escrito...
Lo has contado muy bien y no tengo que añadir mucho más a lo que has dicho. Prácticamente, todas las personas del mundo del bádminton saben la situación, la injusticia y la verdad de lo que ha hecho la federación española del bádminton.
Luchar solo contra todo esto y llegar a los Juegos. Es una historia de película.
Es algo bueno que se sepan y se hagan visibles este tipo de injusticias y que hay que luchar con ellas. Con todas las fuerzas para que no vuelvan a suceder y para que las personas que han tomado estas decisiones tengan sus consecuencias. Al final, no todo vale.