Francia resiste a Japón en el duelo más desigualado del torneo: 55 centímetros entre Wembanyama y Togashi
Los locales sobrevivieron con un triple milagroso de Strazel y están virtualmente clasificados a cuartos de final.

El baloncesto pocas veces defrauda en el torneo olímpico. Tiene algo mágico, algo místico que pocas veces se replica en otras competiciones, y el duelo entre Francia y Japón ha sido la prueba definitiva. El anfitrión, uno de los favoritos a medalla, recibía a Japón, la cenicienta de estos JJOO, y juntos se combinaron para uno de los mejores partidos. Uno que ganaron que se llevaron los locales y que dejó una de las imágenes del torneo, como mínimo, por curiosa.
Francia sufrió más de la cuenta para ganar un partido donde se jugaban las opciones de ser primero, pendiente del duelo ante Alemania. Necesitaron una prórroga, un triple milagroso de Matthew Strazel con adicional para empatar a falta de segundos y con Japón cuatro arriba, y alguna que otra decisión polémica de los colegiados para ganar. Para entonces, en el tiempo extra, al equipo japonés se la había acabado la gasolina y Victor Wembanyama sacaba su versión más alienígena para cerrar el triunfo con ocho puntos seguidos que dejan a Francia 2-0 en sus dos primeros partidos en Lille. El héroe fue el base de Mónaco que con dos tiros libres, además, sentenciaba el partido a falta de 6.8 segundos para el final de la prórroga.
Wembanyama acabó con 18 puntos, máximo anotador de los franceses, con 11 rebotes, 6 asistencias, 2 tapones y otros 2 robos, un 30 de valoración que le sitúa entre los mejores jugadores del torneo. Strazel acabó con 17 tantos y Gobert con 15 rebotes, seis de ellos en ataque, y un +12 en pista, la mejor marca de su equipo. Suya fue la asistencia para el triple de Strazel y el rebote que evitó un último tiro japonés. Fournier, eficiente como siempre en FIBA, dejó 14 puntos para ayudar a remontar el partido que Japón tuvo en la mano con un parcial de 14-5 para cerrar antes del milagro francés. Y ahora, si Alemania gana su partido ante Brasil, Francia (y Canadá) se aseguran su clasificación a cuartos de final, a la espera de la última jornada para decidir las posiciones finales.
Un partido dejó una de las imágenes más curiosas de todos los Juegos Olímpicos al intentar Yuki Togashi defender a Victor Wembanyama. Porque se encontraron en una baldosa el jugador más alto y más bajito del torneo de baloncesto. El de los Spurs, oficialmente para la FIBA en 2,22 metros, es el único jugador que supera los 218 centímetros en Lille y se encontró con su antagonista, al menos por tamaño. Y es que el base de Chiba Jets Funabashi, de solo 1,67 metros, está 55 centímetros por debajo de Wemby.El tamaño de Wembanyama, habitualmente superior al resto, se acentuó ante una Japón que tiene a los dos jugadores de menor tamaño, con Yuki Kawamura en 1,72. Pero incluso medio metro por debajo de su rival, Kawamura hizo estragos ante la defensa local.
Metió 29 puntos (en 26 tiros), con siete rebotes y seis asistencias, poniéndose a la selección a sus espaldas tras la polémica expulsión de Rui Hachimura por dos faltas antideportivas. El jugador de los Lakers llevaba 24 puntos en 28 minutos, aniquilando la defensa francesa ayudado por el referente interior nipón, el americano Josh Hawkinson, con 16 puntos y seis triples. Japón no gana un partido desde 1976, cuando Egipto se retiró del torneo (2-0) y no vence en pista un partido de los Juegos Olímpicos desde septiembre de 1972, cuando ganó a Senegal 70-67 en las semifinales por la decimotercera posición. Tendrán que esperar unos días más para intentarlo, ante Brasil.