Emma Hayes denuncia el sexismo y la misoginia en el fútbol: "Las mujeres pueden trabajar en un vestuario de hombres sin querer acostarse con ellos"
La entrenadora habla de etapa en el Chelsea y abre la posibilidad a un banquillo masculino tras dirigir a la selección estadounidense.

"Los sexistas y misóginos en el fútbol me agotan, pero me niego a permitir que me detengan". El diario inglés The Guardian publica, en exclusiva, un extracto del libro de Emma Hayes con el que la ex entrenadora del Chelsea y actual seleccionadora de Estados Unidos denuncia el sexismo y misoginia que existe en el fútbol. "Durante el último año, nunca me he sentido más agotado por la cantidad de sexismo casual que he experimentado. Cuanto más alto he subido en la escala, peor se ha vuelto. El nivel de escrutinio al que estás expuesto significa que tienes que preguntarte si vale la pena", destaca Hayes, que ya está en Francia para dirigir su primer gran torneo a los mandos de EE. UU., una de las selecciones favoritas y bronce en Tokio 2020 y en la que pretende trabajar un "mínimo de cinco años".
Emma Hayes, leyenda en el Chelsea y una de las entrenadoras más reconocidas del fútbol femenino mundial -le conocen como la 'Guardiola' de esta categoría-, repasa algunos de los momentos más importantes durante su etapa, de doce años, como entrenadora blue. "En mis inicios, ayudé a aplanar las canchas en Staines para que se pudiera jugar un partido. Pagué las comidas e incluso pagué a los jugadores. En 2013, pagué con mi propio dinero la tarifa de transferencia de 5.000 libras de Sofia Jakobsson a través de una empresa de cambio de divisas que dirigía. Por cierto, nunca recuperé ese dinero...", apunta, al tiempo que recuerda todas las veces que lloró en el último año al asumir su adiós.
"El club seguirá siendo parte de la vida de mi familia. Mi sobrina Isabella no me habló durante un par de semanas después de que conseguí el trabajo como entrenador de la selección nacional de Estados Unidos. Aquellos jugadores del Chelsea eran sus modelos a seguir", subraya Emma Hayes, que profundiza en su crítica a los comportamientos que le señalan por ser mujer en un mundo tan masculinizado como el fútbol.

"Es casi como si me consideraran una amenaza existencial, en lugar de un colega con gran experiencia. Te enfrentas a esto de muchas maneras. En un nivel, trato de entenderlo, en el sentido de que algunas personas se sienten amenazadas por puntos de diferencia, pero todo se reduce a la educación y la autoconciencia. Muchas personas son tan inconscientes de su ignorancia, de lo poco que saben y de lo susceptibles que son a los prejuicios. La familiaridad de la masculinidad les parece natural. Pero la lección más amplia es que todos debemos evolucionar o morir", indica la entrenadora inglesa, que no descarta "lanzarse" a un banquillo masculino cuando acabe su etapa en Estados Unidos. "A pesar del daño que pueda causar tanta misoginia...", menciona, en unos planes en los que no entra volver a entrenar un equipo de la Liga inglesa femenina.
En esta línea, Emma Hayes lamenta que su idea de entrenar a un equipo masculino no solo depende de ella, con una necesaria apuesta de los clubes y de los propietarios. "Tendré un conjunto de habilidades que superará a muchas de mis contrapartes masculinas. Entiendo las realidades. Es más fácil para Nick Cushing pasar del Manchester City, en el fútbol femenino, al Red Bull Leipzig, o para Tony Gustavsson, el entrenador de las Matildas, convertirse en asistente del entrenador del equipo masculino sueco. Son hombres. Yo estoy en desventaja solo por ser mujer. Cuando has crecido y todo lo que has conocido, visto y oído son personas que se parecen y hablan como tú, las actitudes se van formando en consecuencia. El cambio puede ser amenazante", argumenta.
"Los futbolistas se enfrentan a problemas emocionales, a una inseguridad reprimida. Contrarrestar eso no tiene por qué ser necesariamente una cuestión de tacto femenino. Yo podría entrar en un vestuario y tratar cuestiones delicadas de la misma manera que Ian Wright", se extiende sobre este asunto en un largo texto en el que menciona anécdotas, conversaciones con entrenadores como Jürgen Klopp y todo lo que ha vivido desde dentro en su gran lucha para llevar al Chelsea a lo más alto y romper un sin fin de barreras en el fútbol inglés y mundial.
The Olympic 18 🇺🇸
— U.S. Women's National Soccer Team (@USWNT) June 26, 2024
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Ahora, Emma Hayes afronta un nuevo reto con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. La selección de las barras y las estrellas ya está en Francia con un equipo en el que no estará Alex Morgan, cuya ausencia es la gran sorpresa de la lista. El objetivo es conseguir el oro tras la decepcionante participación en el último Mundial de Nueva Zelanda y Australia. Estados Unidos fue eliminada en octavos, en medio de una crisis que impulsó un cambio en el banquillo y culminó un relevo generacional con el adiós de estrellas como Megan Rapinoe. Tras la tormenta, la entrenadora inglesa busca devolver al equipo norteamericano a la gloria. Nadie duda que lo pueda conseguir tras catapultar al Chelsea a lo más alto. A pesar de todos los baches que tuvo que superar para hacerlo.