Mascherano cuestiona la seguridad de los Juegos: "Entraron en el entrenamiento y nos robaron"

No han empezado oficialmente los Juegos de París, pero las alarmas ya han empezado a sonar. La seguridad es siempre una obsesión en los grandes acontecimientos, cuando hay muchas personas y un enorme foco de interés, pero todavía lo es más para esta cita y con Francia de por medio. Entre otras cosas porque en algunos eventos recientes, como la final de la Champions de 2022 o la Eurocopa de 2018, se sucedieron las catástrofes organizativas.

La selección argentina de fútbol todavía no ha pisado París, pero ya es consciente de que en ese flanco las cosas no van a ser sencillas. Lo experimentaron en su primer partido contra Marruecos. Javier Mascherano, el entrenador, salió del campo de Saint Ettiene desesperado después del vodevil que se había montado en el final del partido.

"No me pasó nunca que falle siete veces la seguridad. Que se pare siete veces un partido porque entra uno, entra otro...", explicaba el seleccionador de la olímpica albiceleste después del encuentro. Las imágenes en televisión no ayudaron a saber exactamente qué ocurrió, pues hay orden de que los disturbios no se muestren, pero que no se viesen en pantalla no quiere decir que no existiesen. Un petardo y varios espontáneos consiguieron que el encuentro se parase, una mala señal.

"No tengo explicación para decirle a los jugadores que durante 1 hora y 20 minutos revisaron la jugada. No me parece el partido para jugar tres minutos después de una hora y media. Un papelón", se lamentaba Mascherano al término del partido. "En ningún momento nos hablaron de la revisión. De hecho, la web de los Juegos Olímpicos ponía 2-2. El árbitro nunca nos dio explicación", añadía el técnico, inconsolable tras lo sucedido.

Ahora bien, el problema de la seguridad en el estadio no llegó solo. Según comenta el propio Mascherano, en el propio lugar de entrenamiento, el día previo, Alguien entró en las instalaciones y les afanó algunas pertenencias.

"Ayer entraron al entrenamiento y nos robaron. A Almada le faltaba un reloj. No quisimos decir nada. Pero ya está, no sirve de nada. Tampoco nos gusta que pase esto, no pretendemos que nos beneficien, pero tampoco que nos tomen el pelo como nos tomaron hoy", decía el técnico, juntando un robo material con la sensación de uno deportivo.

Puede que sea un hecho aislado, en realidad la fiesta ni siquiera ha empezado y los Juegos están mucho más preocupados por cuestiones relacionadas con París que por lo que pueda pasar en un campo de entrenamiento de un equipo de fútbol. Igualmente, la seguridad es siempre una obsesión en la organización de unos Juegos y el primer test, aunque sea pequeño y lejano, no ha tenido buena nota.