Por qué Israel compite con su bandera en los Juegos Olímpicos y Rusia no

Termina la cuenta atrás para el comienzo de los Juegos Olímpicos de París y la ciudad gala acoge la cita deportiva mundial más esperada. Serán 205 los países participantes que buscan medalla en esta edición, a los que se suma el Equipo Olímpico de Países Refugiados: una vía oficial para unir y dar acceso olímpico a deportistas refugiados que han huido de sus países por motivos de persecución, violencia o guerra.

Precisamente hay otros estados en el foco mediático por motivos de conflicto, como pueden ser Israel o Rusia. Ambos países tienen su presencia asegurada, pero no bajo los mismos requisitos: uno de ellos portará su bandera y otro no ¿Por qué hay esta distinción y quién lo decide?

Uno de los conflictos que han marcado el devenir mundial en los últimos años es el palestino-israelí, que ha ido in crescendo con episodios de alta violencia. Inevitablemente todas las miradas se han puesto sobre Medio Oriente, con un apoyo mayoritario hacia las más de 38.000 víctimas palestinas, según la ONU. El COI, para permitir que un país en lucha pueda participar o no, necesita valorar cuál es la situación de un estado en la guerra y la respuesta en este caso, no sin críticas por medio, ha sido clara: Israel puede competir en los JJOO y portará su bandera durante todo el evento.

¿Pero bajo qué criterios se toma esa decisión? Es el cumplimiento de la Carta Olímpica la que marca que un país pueda participar o no y aplicándola a Israel la organización asegura que ambos territorios están comprometidos con el espíritu olímpico. Desde el otro prisma del conflicto, Palestina también dispone de su Comité Olímpico Propio y portará su bandera, aunque no esté reconocido como país en todo el mundo.

Pero está retórica ya está teniendo consecuencias y la delegación israelí ha sido recibida por parte de los asistentes a la cita olímpica con abucheos, peticiones de sanción por parte de Palestina y sobre todo con mucha incertidumbre en términos de seguridad. Esto ha obligado a reforzar los dispositivos en las competiciones con presencia israelí (como sucedió en el partido contra Mali), evidenciando que la tensión es máxima y contrastando con la posición del COI de que ambos países coexisten pacíficamente.

Junto con el conflicto palestino-israelí, la guerra entre Rusia y Ucrania lleva agitando las relaciones internacionales desde el 2014. En este caso, que podría ser un equivalente, la respuesta del COI ha sido opuesta a la tomada con Israel, negando que los Rusos porten su bandera y, en consecuencia, que participen como país en París 2024.

La alternativa aceptada pasa porque los deportistas clasificados compitan como AIN, Atletas Individuales Neutrales, prohibiendo su participación en el desfile inaugural, enseñar su bandera, la reproducción de su himno si ganan alguna medalla y, además, teniendo que confirmar su cumplimiento con la Carta Olímpica. "Los AIN no participarán en el desfile de las delegaciones (equipos) en la ceremonia de apertura, ya que son atletas individuales, pero tendrán la oportunidad de vivir el acontecimiento", declaró la organización olímpica.

Hay que recordar que la relación entre el Comité Olímpico y Rusia ya ha pasado por varios baches y un ejemplo es lo sucedido en Tokio 2020, cuando el COI apuntó a 145 deportistas rusos y bielorrusos por sospecha de dopaje. Esta noticia se convirtió en todo un escándalo con una sombra muy alargada que llega hasta el día de hoy. Además, desde el pasado 2023, las tensiones tocaron techo con el fallo de Rusia de agregar al Comité Olímpico Ruso varios territorios ucranianos a su delegación, resultado de las invasiones. "Esto constituye una violación de la Carta Olímpica porque viola la integridad territorial del Comité Olímpico Nacional de Ucrania, reconocida por el COI de conformidad con la Carta Olímpica", afirmó el portavoz del COI.

Reforzando la distancia entre los dos conflictos, los portavoces del Comité añadieron que la situación rusa "es una situación única y no se puede comparar con ninguna otra guerra o conflicto en el mundo, porque las medidas tomadas y las recomendaciones hechas por el COI son una consecuencia de la invasión de Ucrania por el ejército ruso durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Beijing 2022". Sobre la invasión de Israel en Gaza, en cambio, también activa durante estos JJOO de París, no se han manifestado.

Las decisiones del COI, como no se podía esperar de otra manera, han tenido ramificaciones en forma de protesta política: no en vano, el Ministro de Exteriores Ruso Sergei Lavrov calificó este dictamen de estar marcado por un "sesgo político" y una decisión que busca la "aprobación de los países occidentales". Este escenario vislumbra unos Juegos Olímpicos en los que la tensión, la polémica y las críticas hacía una "doble vara de medir", compartirán protagonismo con el deporte.