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La columna vertebral de Montse Tomé que desvela su plan: siete fijas, cambios automatizados y tres jugadoras a cero

España consiguió la clasificación para los cuartos de final tras ganar sus dos primeros duelos ante Japón y Nigeria.

Montse Tomé durante un encuentro. /REUTERS
Montse Tomé durante un encuentro. REUTERS
Nagore Domínguez

Nagore Domínguez

"Creo que aunque salgan otras jugadoras, hoy hemos hecho otros cambios de inicio, España sigue siendo España". Montse Tomé ya dejó entrever en los meses previos a los Juegos Olímpicos cuál sería su plan y quiénes serían las jugadoras que formarían la columna vertebral del once inicial. El regreso de Patri Guijarro a la Selección y los partidos posteriores -República Checa y Bélgica- despejaron las primeras dudas. Los dos primeros partidos de la cita olímpica lo confirmaron. Los planes de Montse Tomé, por el momento, dejan poco lugar a las dudas y a las sorpresas.

Lo que en un principio parecía que podría ser un dilema para la seleccionadora, se ha terminado convirtiendo en una virtud de cara a un torneo corto e intenso como son los Juegos Olímpicos: tener disponibles a dos de las mejores pivotes defensivas del mundo. Teresa Abelleira sacó su mejor versión en el pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda con el combinado nacional y se hizo un hueco en el once titular, pero el regreso de Patri Guijarro, una de las mejores pivotes del mundo, ha hecho que Montse tenga un cambio automatizado en cada partido. Ante Japón comenzó Teresa y Patri entró desde el banquillo. Contra Nigeria, fue el movimiento contrario.

Lo mismo ha sucedido durante el arranque de los Juegos Olímpicos con la posición de lateral. Primero apostó por Ona Batlle y Olga Carmona, metiendo como suplente a Oihane Hernández. Contra Nigeria, Olga fue la que esperó su oportunidad desde el banquillo, dejando a Ona como la piedra angular del proyecto, y la seleccionadora decidió salir con una dupla sólida defensivamente para frenar los contraataques de las africanas. Cuando entró la lateral zurda del Real Madrid, se volcó en ataque.

Aitana Bonmatí durante el partido contra Nigeria.  REUTERS
Aitana Bonmatí durante el partido contra Nigeria. REUTERS

En el centro del campo, Aitana Bonmatí es intocable, incluso cuando la fatiga ha pasado factura a la jugadora. El primer cambio habitual en los Juegos -después de varias pruebas con la 'nueva' pieza en el parón previo- ha llegado en el pivote entre Patri Guijarro y Teresa Abelleira. El único movimiento revolucionario en la cita olímpica llegó en el interior zurdo, donde Alexia Putellas se ha ganado la titularidad y, Jenni Hermoso, apenas ha sumado 22 minutos.

En la delantera, Mariona Caldentey, Salma Paralluelo -sobre todo- y Athenea del Castillo se han convertido en las intocables, utilizando a Lucía García a modo de comodín para intentar revolucionar los partidos como revulsiva o, como pasó en el partido de Nigeria, saliendo de inicio para beneficiarse de su intensidad en la presión. Mientras Eva Navarro es una de las tres jugadoras -junto a Misa y Laia Codina- que no han debutado en la cita olímpica y sigue esperando su oportunidad a medida que vio cómo sus minutos fueron disminuyendo, pudiendo ofrecer otra variante en un ataque en el que destaca la ausencia del gol.

El siguiente reto de Montse Tomé será el próximo día 31 a las 15:00h cuando España se enfrente contra Brasil. "Las que salgan serán las que tienen que salir y las que entren después también serán las que tengan que entrar", sentenció la entrenadora sin dar pistas sobre su próximo movimiento. Con el pase a los cuartos de final certificado, habrá que esperar para ver si Montse aprovecha la oportunidad para mover fichas y dar descanso a las que más minutos suman. De momento, Cata Coll, Ona Batlle, Irene Paredes, Aleixandri, Aitana, Salma y Mariona son las siete jugadoras de las 18 que han disputado todos los minutos de los Juegos Olímpicos.