El espíritu de Dennis González para ganarle al 'bullying' y al insulto: "Una competición no dice quién eres, tira siempre hacia adelante"
Sin el premio de ir a París 2024 pero con el sueño de Los Ángeles, el nadador de la selección de artística y embajador de Miravia repasa su vida y su superación en Relevo.
De las muchas innovaciones y novedades de los Juegos de París hay una que trasciende la ciudad, el deporte y que acerca todavía más la igualdad. En este caso, en sentido contrario, sí, porque hay una disciplina como la natación artística en la que hasta los Mundiales de Kazán, en 2015, no podían participar hombres. Salieron de la clandestinidad y ahora debutarán en unos Juegos después de su aprobación en septiembre de 2022... Demasiado tarde para algunos, como para Dennis González, el icono de la sincro española, campeón del mundo en solo y medallista en dúo mixto, un talento de 20 años que brilla en el agua y ante cualquier micrófono.
El nadador, entrenado por Ana Vega y la mismísima Gemma Mengual, es un torbellino, un verso libre y auténtico que actúa de embajador de Miravia, patrocinador oficial de los servicios de ecommerce París 2024, y que es cara visible de su campaña 'Con la cabeza bien alta'. La que siempre lleva porque en su vida ha sufrido bullying e insultos, pero ha encontrado en la familia, los amigos y esa natación artística en el CAR de Sant Cugat su familia y el calor necesarios para seguir adelante. Y luchar por esos sueños que cuenta a Relevo junto a una piscina desde su segunda casa.
Por primera vez en la historia, en los Juegos de París podrán participar hombres en natación artística. ¿Qué sintió cuando se comunicó la noticia?
Es un paso que se tenía que dar, hará que se visibilicé y puedan aparecer más chicos que quieran practicar sincro. Es algo que ayuda a muchos niños que tengan dudas de si hacerlo o no, y ahora es algo que pueden ver que es posible.
¿Por qué no participarás?
Hace dos años se aprobó que los chicos podían participar en unos Juegos. El equipo llevaba ya dos años entrenándose para este evento, así que voy dos años tarde. Me dieron la oportunidad. Me dijeron que tenía que focalizarme cien por cien en las pruebas olímpicas. Estaba en la universidad, en la Blume... Hacerlo todo de golpe me iba a quemar mucho. Y me haría no disfrutarlo. Me gusta disfrutar del proceso. Prefería seguir e intentarlo para Los Ángeles. Quiero hacerlo, es un sueño.

¿Y cómo visualizas ese momento en Los Ángeles?
En mi primer Mundial cuando vi la piscina ya pensé... 'el día que sea en unos Juegos no sé cómo será todo esto'. Es cumplir un sueño. Es un 'no me lo creo'. No habrá palabras ni creo que lo digiera. Espero que después de este campeonato se puedan meter algunas participaciones más y puedan empezar a apostar por el dúo mixto. Aporta algo diferente. Nos dará visibilidad en unos Juegos, y ver que los equipos sean también mixtos.
¿Qué aporta un chico a la sincro?
Aportamos una manera de entrenar diferente. Es recíproco. Los chicos entrenamos de forma más corta y a tope, y ellas necesitan más tiempo y hacer más repeticiones.
¿Y cómo te dio por la natación artística?
Bailar y el agua eran cosas que me encantaban. Y cuando vi que se podía combinar en un solo deporte, encontré lo que más me gusta. Cuando se lo dije a mi madre me ayudó a que viniera un día Pau Ribes y poder verlo. Si él puede, yo también. Él me impulsó. Cuando vi a Pau tener ese detalle pensé que yo también quiero ayudar a otras personas y a otros niños como hizo él. Después de ganar el primer oro en solo masculino, me dije, soy la imagen de todos esos niños que quieren hacer natación artística. Es un orgullo.
"Cuando gané el primer oro en solo masculino me dije, 'soy la imagen de esos niños que quieren hacer sincro"
Romper estereotipos no habrá sido fácil. ¿Qué sufriste al comienzo?
Fue complicado. Sufría de bullying antes de hacer deporte, y encima escogí uno que era de chicas. Al final mis padres me dieron libertad, y me dijeron que si había problemas ya buscarían una solución. Me costó cuadrarme con ellas, no me entendían, me hacían el vacío... Era difícil, pero tuve ayuda de las entrenadoras y me apoyaron en todos mis bajones.
¿En cuántos momentos pensó que lo dejaba?
Hubo muchos momentos de decir lo dejo. No solo por eso sino por lo duro que es la sincro. Requiere muchas horas y sacrificios y hay momentos de decir no puedo más. Mi madre siempre fue la que me dijo que acabara el año... Miro atrás y veo que merece la pena todo lo que he hecho.
Siempre te has mantenido con la cabeza bien alta. ¿De qué te sientes más orgulloso?
Es un deporte donde debemos mostrarnos siempre con la cabeza bien alta. Una competición no dice quién eres, debes tirar siempre para adelante, habrá más oportunidades. Al final todo llega.
¿De dónde te viene esta forma de ser tan extrovertida y auténtica?
Esta forma de ser me viene de mi madre. Al salir de los entrenamientos hablaba con todos y estábamos una hora de más porque no paraba de expresarse. Me incitó a ser así, sus valores son importantes, creo que está bien el hecho de abrirse plenamente a decir cómo te sientes y lo qué sientes. Me gusta mostrar quien soy por cómo soy. No me llena si no soy yo. Tengo que ser natural y me da igual si la gente me ayuda o no.
"Creo que está bien el hecho de abrirse plenamente a decir cómo te sientes y lo qué sientes"
¿Por qué te uniste a Miravia y a su campaña 'Con la cabeza bien alta'?
Cuando me explicaron cómo iba la campaña me sentía identificado. La imagen que daba es ir con la cabeza alta. Me gusta compartir momentos con deportistas top como los de Miravia. Me gusta que otras personas vea mi historia, quiero compartirla.
¿Y qué imagen quieres dar tú en tus redes sociales?
Tengo poco tiempo. Y el poco del que dispongo es para estar estudiando, pero me gusta mostrar que hago yo en mi día a día, cómo supero los momentos de mi vida y mostrar que de todo se sale. Todo trabajo acaba teniendo recompensa y uno mejora. Y que se sale de todo con ayuda, como yo con la de mi madre. Hay que hablar y comunicar.
¿Siempre pediste ayuda?
Me ha costado. Al comienzo no pedía ayuda, no lo podía gestionar solo. Cuando hablas con alguien ves que el problema no es tan grande y que la solución es más cercana de lo que piensas. Eso hago.
¿Y esos mensajes han provocado muchas reacciones negativas?
Me he tomado las redes como algo mío. Luego la gente... es la gente. En los Mundiales de Fukuoka subí un vídeo en una bañera de hielo con Emma García y grité de manera natural... Y empezaron 'qué maricón, eso son gritos de 'nenaza'. A veces, te frustras con los comentarios. Ya no los leo más, pero al final es gente que me da importancia, que ha mejorado mis visualizaciones... Mientras no sea gente cercana, me da igual lo que digan.

¿Cuánto ha llorado por la sincro?
He llorado muchísimo especialmente cuando no me salen las cosas. Te frustras. No estoy notando lo que quiero. Pero mis entrenadoras me dicen que siempre tienes que estar al cien por cien de ese día. Hay días donde eres el mejor y otros no, lo importante es estar al cien por cien y dar lo mejor que tienes ese día.
"Hay días en los que eres el mejor y otros no, pero siempre tienes que dar el cien por cien de ese día"
Una de ellas es Gemma Mengual. ¿Qué aprendes de ella?
Lo primero que recuerdo de ella es cuando apareció en un entrenamiento en la Blume. Era la mejor. Ahora la tengo más cercana, es maravillosa, sabe enseñar, tiene creatividad para las coreografías. Se aprende de ella.
¿Quédate con un recuerdo?
El primer momento que me viene siempre a la cabeza es con mi compañera María Bofill, con la primera que hice un dúo mixto. Vivimos un campeonato difícil, con apenas entrenamientos. Nos sentíamos muy solos. La entrenadora no vino, y dijimos 'lo haremos por nosotros'. Lo disfrutamos y nos tiramos a nadarlo a full. Lo disfruté. Estaba muerto pero lleno de satisfacción. Me encanta sentir esto, decir que lo daré todo y lo haré... quiero una medalla en unos Juegos.
'Con la cabeza bien alta'
Dennis González es uno de los embajadores de Miravia, el nuevo modelo de ecommerce en España, que une a consumidores, marcas y creadores de contenido en un mismo espacio digital, y cara visible de su campaña de patrocinio de los Juegos Olímpicos de París 2024, 'Con la cabeza bien alta', que llama a sentirse orgulloso no solo de los resultados conseguidos sino del esfuerzo, superación, determinación, diversidad y unión, valores todos ellos que, por otro lado, simbolizan los Juegos.