JJ.OO. BARCELONA 1992

Los deportistas españoles de Barcelona'92 se vuelven a reunir: "No estáis mal, eh"

Un acto en el Comité Olímpico Español reúne a una gran cantidad de los deportistas que representaron a España en los Juegos de Barcelona.

El COE ha acogido el homenaje a los deportistas de Barcelona 1992./efe
El COE ha acogido el homenaje a los deportistas de Barcelona 1992. efe
José M. Amorós

José M. Amorós

Una mañana para el recuerdo. La sede del Comité Olímpico Español ha acogido un gran homenaje a los 430 deportistas españoles que compitieron vistiendo los colores de España en los Juegos Olímpicos de Barcelona que ha contado con la presencia de sus majestades los Reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortíz. Hay que recordar que fue el entonces príncipe y el ahora rey quien portó la bandera de España liderando el equipo español. "No estáis mal, eh, os cuidáis", ha bromeado el monarca al subir al escenario.

Las lágrimas de emoción no tardaron en llegar entre los participantes de aquella cita olímpica, ya que el acto comenzaba con los sones del memorable y emocionante 'Barcelona' de Montserrat Caballé y Freddy Mercury, esta vez en las voces de Pilar Jurado y Momo Cortés que ponía en pie a un auditorio repleto de deportistas de aquellos Juegos.

En primero en tomar la palabra ha sido el presidente del Comité Olímpico Español Alejandro Blanco, que ejercía de anfitrión, para abrir "Un homenaje sincero y con mucho cariño a los que redefinieron el deporte y el Olimpismo en nuestro país". Además, ha recordado el hito que significó aquella cita olímpica también en resultados para un deporte español que daba el primer paso hacia la élite: "El 54% de los deportistas españoles que compitieron en Barcelona terminaron con medalla o diploma entre los ocho mejores del mundo".

Entre los protagonistas presentes en el acto, ha destacado uno de los nombres más recordados de aquellos Juegos. Fermín Cacho, que logró la medalla de oro en los 1.500 metros, ha recordado la siesta de 'quizás de más de dos horas' antes de la gran final. "Cuando sabes que lo tienes controlado, lo mejor es descansar", ha señalado provocando las risas de sus compañeros de selección. La mañana ha sido un sinfín de anécdotas que, para los que no lo vivieron en primera persona, eran un gustazo escuchar.

Patricia Guerra, medalla de oro en vela junto a Theresa Zabel, recordaba que aquellos Juegos significaron también la creación de referentes femeninos en el deporte español: "En Seúl'88, no teníamos ninguna mujer referente y después, ha sido muy importante serlo desde Barcelona". Como ya lo son y pueden hacer crecer su leyenda, la selección femenina de fútbol que estará en los próximos Juegos de París y que destaca José Emilio Amavisca, que ganó el oro en fútbol: "Son las número 1 del mundo, mejor equipo de Europa y del mundo; ojalá puedan llevar a España al oro olímpico de nuevo".

También algunos han recordado sus hazañas hace 32 años. Daniel Plaza, campeón olímpico de 20 kilómetros marcha, ha recordado la dureza de la 'cuesta de Montjuïc' donde se decidió la prueba a 30 grados y con un 85% de humedad. "Se me empezaron a entaponar los oídos, que era el primer síntoma de desfallecimiento", ha desvelado, mientras recuerda como "un japonés se desmayó justo delante". O la judoka y campeona olímpica Almudena Muñoz, que le marcó cómo miró al palco y vio "a los reyes celebrando" su victoria.

El sacrificio del cambio de dinámica para el deporte español ha sido expresado en las palabras de José Manuel Moreno, el primer medallista español del kilómetros contrarreloj y que "abrió la lata de la esencias": "Hice 31.000 kilómetros antes de aquel kilómetro y mi entrenador solo me daba un día al año para descansar".

En la parte final del acto, Felipe VI ha recordado lo especial de ser olímpico. "Nos sentimos especiales de ser olímpicos, tuvimos esa suerte... bueno, nos la ganamos". Porque el ahora Rey de España terminó sexto en aquella competición luchando por la medalla hasta la última y decisiva regata y ha provocado las risas de sus compañeros de delegación al recordar que fue un "humilde y digno diploma".

El cierre no ha podido ser otro que con la canción 'Amigos para siempre', la canción que cerró la ceremonia de clausura de unos Juegos Olímpicos que cambiaron España y su deporte. El mejor ejemplo de aquella amistad que puso semilla en Barcelona y que hoy ha tenido un reencuentro emocionante y que sus protagonistas tardarán en olvidar.