Petardos, invasión de campo y lanzamiento de botellas: Marruecos protagoniza el primer lío de los Juegos Olímpicos
Todo se produjo al final del Argentina - Marruecos, tras un gol anulado dos horas después de suspenderse el partido.

Minuto 116 del Argentina - Marruecos. Cristian Medina empata para la selección albiceleste en el último suspiro de partido, anotando un 2-2 provisional en el marcador (que fue invalidado por el VAR dos horas después por fuera de juego), y la afición marroquí estalla ante la celebración de sus rivales. Lanzamiento de petardos y botellas e invasión de campo, con el objetivo de increpar a los futbolistas argentinos. El árbitro suspendió el partido cuando todo el mundo pensaba que estaba terminado y provocó una confusión total de todos los aficionados, que tiempo después se enteraron de que el partido se reanudaría dos horas después... para jugar tres minutos y con un gol invalidado. Increíble.
Así ha sido el primer lío de los Juegos Olímpicos. En el estadio del Saint-Étienne, justo cuando se pitaba el final del choque entre Marruecos y Argentina. Los hinchas africanos no aceptaron la supuesta remontada de sus rivales, que perdían 0-2 e igualaron la renta de Marruecos gracias a los goles de Giuliano Simeone y Cristian Medina.
Como respuesta, lanzamiento de petardos, botellas e invasión de campo de aficionados marroquíes. Uno de los petardos impactó muy cerca de Julián Álvarez, causando una sensación de caos en el estadio francés. El árbitro suspendió el partido tras el supuesto gol del empate, en el minuto 116, después de haber decretado 15 minutos de añadido. ¿El problema? Que había fuera de juego pero al VAR, por culpa de la trifulca y la suspensión, no le dio tiempo a trazar la línea ni invalidar la jugada.
Los incidentes en el final del partido entre Argentina y Marruecos 😳🏟️
— Matías Cabezas (@MatiasjCabezas) July 24, 2024
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Las medidas de seguridad fueron incapaces de neutralizar los actos de la afición de Marruecos, y el equipo argentino salió muy decepcionado con lo vivido tras el pitido final del colegiado... sin saber que su empate no valía de nada. La cara de Otamendi lo decía todo. Una nueva situación lamentable en el mundo del fútbol, la primera de estos Juegos Olímpicos.
También hubo indignación con la actitud del árbitro del partido, el sueco G. Nyberg, que no llegó ni a pitar el final. El choque pareció suspendido con la invasión de campo, pero no se llevó las manos al silbato previamente. El peor de los caos en la primera jornada de los JJOO.