JUEGOS OLÍMPICOS

Cómo se puntúan los saltos de trampolín en su modalidad olímpica

Es una de las disciplinas más espectaculares en términos visuales de los Juegos Olímpicos, con un sistema de puntuación realmente complejo.

Salto de trampolín. /EA/ ANP
Salto de trampolín. EA/ ANP
Alejandro Lingenti

Alejandro Lingenti

Los saltos ornamentales garantizan un espectáculo visual asombroso en cada edición de los Juegos Olímpicos. Requieren de un enorme nivel de pericia y precisión de parte de los competidores que son calificados con un sistema de puntuación que no es sencillo. España tendrá una representante en París 2024, la joven Ana Carvajal San Miguel, de 17 años, que en 2023 ya ganó una medalla de bronce en la prueba de salto sincronizado desde plataforma de 10 metros en los Juegos Europeos de Cracovia.

Como en el caso de muchos de los deportes olímpicos, la historia del salto en natación se remonta a la Antigua Grecia. Más cerca en el tiempo, en los Juegos Olímpicos modernos, la disciplina apareció en la programación de la tercera edición (1904), llevada a cabo en Saint Louis, Estados Unidos. En ese evento se llevó a cabo la primera competición de salto desde una plataforma de 10 metros de altura en la que sólo participaron varones en dos modalidades (normales y variedad).

En Londres 1908 se sumó el salto desde trampolín de 3 metros y en Sídney 2000, la competición de salto sincronizado (masculino y femenino desde plataforma y trampolín) un espectáculo visualmente deslumbrante por la destreza y la coordinación que exige.

Las mujeres empezaron a competir en esta disciplina en Estocolmo 1912 de forma individual y el oro fue para una atleta local, Greta Johansson, ganadora en salto de plataforma. La competición femenina de salto de trampolín (3 metros) se agregó para ellas en Amberes 1920, y la medalla dorada en esa especialidad quedó en manos de la estadounidense Aileen Riggin.

La plataforma es una superficie rígida, mientras que el trampolín es un tablón flexible con un muelle ajustable. En los dos casos los competidores se miden en cinco modalidades o tipos de salto: hacia delante, hacia atrás (de espalda, la rotación de la caída debe ser en la misma dirección), inverso, interior (también de espalda, pero con rotación de caída hacia el trampolín o la plataforma) y con giros o tirabuzón. En la competición de plataforma hay una modalidad adicional, la de equilibrio de manos (antes de saltar, el atleta debe estar sosteniendo el equilibrio apoyado sobre sus manos).

Cuál se puntúa el salto de trampolín

El sistema de puntuación de este tipo de competiciones es complejo porque cada tipo de salto tiene distintas variantes relacionadas con la posición del cuerpo (estirado, carpado, encogido) y sus movimientos en el aire (salto mortal, tirabuzón) que suponen diferentes grados de dificultad.

Interviene un panel de 7 jueces (en los individuales) que toman en cuenta la aproximación, el impulso o despegue, la elevación, la ejecución, la entrada en el agua (se debe salpicar lo menos posible, aunque parezca extraño) y la dificultad (número de giros, posiciones y tirabuzones realizados durante el vuelo). En los saltos sincronizados el número de jueces se eleva a 11.

La exigencia para los saltadores de élite es muy rigurosa: deben ser capaces de llevar a cabo una aproximación elegante pero al mismo tiempo decidida, el impulso tiene que realizarse con fuerza, control y equilibrio y la elevación debe ser buena. La armonía en los movimientos es, obviamente, fundamental.

Salto de trampolín sincronizado desde trampolín de 3 metros.  Emilio Morenatti
Salto de trampolín sincronizado desde trampolín de 3 metros. Emilio Morenatti

Cada uno de los jueces otorgan puntos del 0 al 10 (en incrementos de 0,5 puntos, es decir que se puede puntuar con 7 o 7,50, por ejemplo). Cada salto posee un Coeficiente de Dificultad (CD) que va de 1,2 (sencillo) a 3,7 (muy difícil). Los jueces los van calificando y al final se eliminan tanto la nota más alta como la más baja. La cifra obtenida después de ese cálculo se multiplica por una constante (0,6) para llegar a la puntuación definitiva.

Parece engorroso y lo es, así que vamos con un ejemplo que lo aclare: supongamos que en alguno de los tipos de salto (el inverso, por elegir uno al azar) la puntuación que obtiene un competidor de los siete jueces es 6,5 / 7 / 7 / 7,5 / 7 / 7,5 / 8. Se eliminan la de 6,5 y la de 8, se suman las que quedan (el resultado en este caso da 36) y la cifra resultante se multiplica por el Coeficiente de Dificultad de ese salto. Supongamos que el coeficiente de este salto es 3,5, entonces la cuenta es: 36 x 3,5 = 126 puntos, que a su vez se multiplican por la constante (0,6). Por lo tanto, la puntuación final del saltados sería 75,6.