Francia se consagra en rugby y se resarce de su decepción en el Mundial
Antoine Dupont, la estrella francesa de rugby XV (y ahora 7s) desequilibró la final en la segunda parte y en el Stade de France atronó la Marsellaise para celebrar su primer oro olímpico.

Muchos dudaron de la selección anfitriona, la favorita antes del arranque de los Juegos Olímpicos, cuando hace tan solo tres días los franceses empataban con Estados Unidos y perdían ante Fiyi en la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de París.
Parecía que el efecto Dupont se desvanecía, el favoritismo ganado a pulso en la final de Madrid se apagaba y los franceses finalmente pasaban como segundos de grupo a unos cuartos de final, donde les esperaban los argentinos con sed de revancha tras la final perdida en el estadio Metropolitano.
Arrimarse al ascua que más calienta es fácil, ir a favor de la corriente también y muchos de los críticos de esta Francia 7s, y de su política de administración y marketing, se frotaban las manos tras ver a una selección anfitriona con debilidades en la primera jornada del torneo.
Pero nada más lejos de la realidad y de las particularidades de esta modalidad de rugby. Un campeonato de tres días da para mucho y el partido más importante siempre es el de cuartos de final. En este caso, el que te abría la puerta a las medallas olímpicas y en el que los franceses debían reivindicarse ante su público después de una mala primera jornada.
Y así fue, la que muchos bautizaron como la gran final anticipada fue dominada por Les Bleus de principio a fin y en el momento que Argentina se acercó a un ensayo, apareció la genialidad de Dupont para cerrar el partido definitivamente.
Francia volvió a la senda del campeón con la gran victoria ante los argentinos (sobre todo con una enorme primera parte) y el público que abarrotaba el Stade de France en cada partido, ya se esperaba la medalla del rugby francés. Las semifinales fueron casi un trámite tanto para Fiyi (ante Australia) como para Francia (ante Sudáfrica), que vencieron con autoridad y pasaron a conformar la gran final que la cita olímpica merecía. Anfitriones ante los doblemente oro olímpico en 2020 y 2016.
La final se decidió en la segunda parte. Esta vez sí, coincidiendo con la salida al campo de Antoine Dupont. Emulando a las grandes estrellas de la historia del deporte, tomó el mando de su equipo y en los minutos fundamentales creó la diferencia para conseguir que Francia consiguiera su primer oro olímpico.
En tan solo ocho minutos (media parte), Dupont consiguió romper la defensa fiyiana para dar en bandeja el ensayo que deshacía el empate de la primera parte. Marcó dos ensayos que distanciaron a su equipo en el marcador y rompió totalmente la final.
Séquence pépite ! Antoine Dupont porté en triomphe puis les champions olympiques de rugby à 7 chantent La Marseillaise avec un public en délire 😍
— Eurosport France (@Eurosport_FR) July 27, 2024
Mon Paris Olympique, c'est tous les soirs pendant les Jeux de #Paris2024 sur Eurosport #MPO pic.twitter.com/dq0FRpLTWX
Dupont zanjó cualquier tipo de duda
El rugby es uno de los grandes deportes de equipo, de eso poca duda existe en cualquier aficionado que haya seguido tan solo un poco el deporte oval, pero tiene sus líderes (sobre el campo y fuera de él) y tiene sus grandes jugadores que destacan por sus cualidades rugbísticas sobre el césped, y esto ha sido así desde su creación.
Que la estrella francesa de rugby Antoine Dupont es uno de estos últimos es indudable. En menos de tres meses ha conseguido ser campeón de Liga francesa (TOP 14) y Champions Cup con su club, el Stade Toulousain, siendo su gran estrella y uno de los jugadores más destacados. Y, con la selección francesa de rugby 7s, campeón en Madrid de las World Rugby SVNS Series y oro olímpico en París hace tan solo un día. Sin duda un año que seguro no olvidará el pequeño gigante medio melé francés, que agranda su leyenda siendo ya campeón olímpico.
Dupont no es solo marketing, es mucho rugby y quien ha querido minimizar sus cualidades sobre el césped por la sobreventa del personaje antes que el rugbier. Ha tenido que ir abandonando esa vía al ritmo que iba marcando la diferencia según se desarrollaba el torneo.
El capitán del XV del Gallo y estrella del Seven francés ha dejado patente que es uno de los jugadores más determinantes del rugby actual y que fuera de marketing o cualquier estraga comercial. Su juego es un valor añadido para cualquier equipo para el que juegue.
Tras conseguir sus objetivos en este 2024, ahora le queda su última gran asignatura pendiente: llevar al XV del Gallo a ser campeón del Mundo de Rugby por primera vez en su historia. Próxima parada: Australia 2027.