El día que Feliciano López se desmayó en la Villa Olímpica

Feliciano López hace tiempo que dejó ser solo tenista para convertirse en un personaje público, con sus consecuencias buenas y sus cosas malas. Fue así antes incluso de dejar las pistas hace unos meses tras varios años de baja actividad con la raqueta y centrándose más en los despachos. Ahora, como director del Mutua Madrid Open, lejos le quedan ya sus tiempos mozos donde realizaba sus primeros escarceos en las pistas como una de las grandes promesas del circuito y donde también participó en unos Juegos Olímpicos.

En 2004, tras disputar su primera gran final en un ATP500 frente a Roger Federer en la pista dura de Dubái, el toledano se presentó en Atenas como uno de los cuatro componentes del equipo español de tenis para aquellos Juegos y vivió una experiencia para olvidar. Eso, si se acuerda de algo porque lo que le ocurrió fue bastante peor que estar atendiendo 20 peticiones de selfies por minuto al estilo Nadal y Alcaraz en París.

"Estábamos en nuestro apartamento y recuerdo estar descansando", cuenta a Relevo la gran doblista española Vivi Ruano, quien terminó colgándose la medalla de plata en aquella cita olímpica formando pareja con la leyenda Conchita Martínez. "A mi lado, estaba Feliciano, que se había lesionado y estaba mal del pie". Hasta ahí, todo dentro de una normalidad y un día más en la casa del tenis español en la Villa Olímpica, donde también estaba la jugadora María Antonia Sánchez.

Pero todo estaba a punto de cambiar para romper la paz en el equipo español: "De repente, escucho ¡PAM! Un golpe brutal". La madrileña, sobresaltada, buscó el motivo del golpe. Feliciano, quien estaba a su lado hasta cerrar los ojos, ya no estaba. "Abrí la puerta del baño y estaba Feli desmayado".

"María Antonia se puso a gritar, yo empecé a pedir socorro...", recuerda la tenista sobre aquellos momentos de tensión. "Salí corriendo a buscar al médico". El doctor Ángel Cotorro, todavía hoy especialista de confianza de Rafa Nadal y de todo el tenis español, estaba comiendo y salió disparado hacia la habitación para socorrer a Feliciano.

"Estaba lesionado y tenía mucho dolor en el pie. Al apoyar, tuvo todavía más dolor y le sobrevino. Se desmayó". El tenista se fue recuperando con ayuda, pero el mal rato que aún recuerdan los protagonistas que lo vivieron en primera persona, dejó en shock a todos los presentes. "Yo estaba blanca", cuenta Ruano. "Después de conseguir yo al médico, casi me tienen que atender a mí del susto que me llevé".

"Cosas que te pasan en la Villa", cierra Vivi, que desvela una de esas historias desconocidas de los Juegos entre los muros de la casa de los deportistas, que afortunadamente terminó en solo un susto y que ahora conocemos veinte años después.