JUEGOS OLÍMPICOS

Los tres tortazos olímpicos a Madrid y un mea culpa tardío: "El sistema de elección era muy malo, siempre con grupos de presión merodeando por los hoteles"

Thomas Bach, el presidente saliente del COI, carga contra el proceso con el que Madrid perdió tres elecciones.

Thomas Bach, durante una visita al Comité Olímpico Español. /Oscar J. Barroso/Europa Press via Getty Images
Thomas Bach, durante una visita al Comité Olímpico Español. Oscar J. Barroso/Europa Press via Getty Images
Sebastián Fest

Sebastián Fest

Mal ambiente, grupos de presión en los pasillos de los hoteles, denuncias de corrupción: el consuelo es tardío para Madrid, pero Thomas Bach, el hombre que se despide de la presidencia de Comité Olímpico Internacional (COI), admitió este miércoles que el sistema de elección de sedes de los Juegos era tan "malo" que ya casi nadie quería exponerse a él.

"En cada elección de la ciudad anfitriona teníamos denuncias de corrupción, de favoritismo, de que siempre había un ambiente muy malo, de que había grupos de presión merodeando por los vestíbulos de los hoteles. Fue muy malo, y el resultado fue que ya no teníamos candidatos", dijo Bach durante un encuentro con un grupo reducido de medios, entre ellos Relevo.

Uno de los cambios que introdujo Bach en sus 12 años de mandato que culminan en junio es que la sede de los Juegos ya no se elige en una competición abierta entre varias candidatas, ni mucho menos se anuncia la ganadora en una ceremonia con reminiscencias de los Oscar. No, desde hace años es el comité ejecutivo el que "recomienda" una candidatura al pleno de los miembros, que siempre es aprobada. El sistema se volvió frío, quirúrgico.

"La reputación de este procedimiento era tan mala que casi nadie quería exponerse a ellos y porque los costes eran tan altos que los Juegos en sí no se sostenían"

Thomas Bach

"Quisimos hacer más sobrio el procedimiento. Ya no teníamos candidatos por dos razones. Porque la reputación de este procedimiento era tan mala que casi nadie quería exponerse a ellos y porque los costes eran tan altos que los Juegos en sí no se sostenían", añadió Bach, que conocerá la próxima semana quién será su sucesor en la presidencia del COI.

Madrid fue candidata para los Juegos de 2012 (ganados por Londres), 2016 (ganados por Río de Janeiro) y 2020 (ganador por Tokio). La tercera derrota, durante la asamblea general en 2013 en Buenos Aires, fue un antes y un después para el olimpismo español. Las lágrimas desconsoladas de la entonces alcaldesa Ana Botella fueron una buena síntesis del agotamiento y el cansancio ante la sucesión de tortazos olímpicos.

Bach reaccionó a la defensiva ante la repregunta de Relevo sobre qué más podía contar acerca del "mal ambiente" y los "lobbistas" merodeando por los hoteles. "Eso es historia, salió mal. Como puede ver, hasta ahora hay personas en juicio por elecciones de ciudades anfitrionas antes de [el cambio de] la agenda olímpica. Eso lo dice todo".

¿Influyó ese mal sistema en la sucesión de frustraciones de Madrid? "No sé qué decir. Hubo una votación y el sistema estaba ahí. ¿Qué se puede esperar? No puedo entrar en una discusión que debe ser dirigida en el Comité Olímpico Español (COE). Entonces ellos tienen que tomar una decisión. Y no me corresponde a mí dar consejos, desde luego no a través de los medios de comunicación".

No hay perspectivas por el momento de una nueva candidatura de Madrid a ser sede de los Juegos. El propio Juan Antonio Samaranch, candidato a la sucesión de Bach, no cree razonable ni viable pensar en ella por el momento.

Bach dijo estar satisfecho con el cambio de sistema. "Revolucionamos tanto este procedimiento que en ninguna de estas elecciones de la ciudad anfitriona después de que se pusiera en marcha la agenda olímpica hubo ni el más mínimo rumor o alegación. Todo estaba muy limpio y se percibía muy limpio. Y vemos que muchas de las principales federaciones deportivas internacionales y los principales organizadores de eventos deportivos están siguiendo el mismo procedimiento. Lo perciben como un éxito y esto es de suma importancia para la credibilidad general del COI y del movimiento olímpico".