JUEGOS PARALÍMPICOS DE INVIERNO

Audrey Pascual, la gran baza de España para conseguir la primera medalla paralímpica de invierno: "Mi sueño es subir al podio"

La madrileña afronta con ilusión el camino hacia los Juegos de Invierno Milán-Cortina d'Ampezzo en 2026.

Audrey Pascual. /CPE
Audrey Pascual. CPE
Agencia EFE

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Audrey Pascual es la gran baza española para los Juegos Paralímpicos de invierno de Milán-Cortina d'Ampezzo en 2026. Ha cerrado esta temporada ganando el Globo de Cristal en Supergigante y ha demostrado su talento como esquiadora y su prometedor futuro para poder soñar en grande de cara a la gran cita del deporte invernal de personas con discapacidad.

Pascual (Madrid, 2004) nació sin tibias por una agenesia bilateral, una malformación congénita poco frecuente. A los seis meses entró en la piscina por recomendación médica para fortalecer la espalda y la musculatura para cuando empezase a andar con prótesis.

La joven deportista probó el esquí por primera vez a los once años en La Pinilla. En un principio no le gustó eso de tener que depender de las órdenes de un monitor. Solo quería pasar tiempo con sus primas sin ninguna pretensión por competir. La Fundación También, que le suministró material y monitor, fue fundamental para que desarrollará una carrera sobre los esquíes.

En 2015 y 2016 fue elegida Promesa del año en el Trofeo Santiveri de esquí adaptado, en 2017 ganó un oro en eslalon y una plata en gigante en el Campeonato de España y en 2019 empezó a competir con 15 años, la edad mínima exigida, en competiciones internacionales, ganando a la primera la Copa de Europa. Desde entonces acumula numerosos podios sobre la nieve, los últimos este año en los Mundiales de Maribor (Eslovenia), en los que fue subcampeona en eslalon.

"La Fundación También significa mucho para mí. Empecé a esquiar con ellos y aún sigo. Son los que me han acompañado durante toda mi carrera deportiva y lo seguirán haciendo", declara a EFE Audrey, radiante tras ganar el Globo de Cristal en Supergigante.

"Estoy supercontenta viendo lo poco que queda para los Juegos. Esta temporada he tenido altos y bajos pero de todos se saca algo bueno. Igual que he conseguido el Globo de Cristal en Supergigante, ha habido momentos en los que las disciplinas de técnica no me han ido bien. Por tanto, es cuestión de mejorar para que el año que viene haya más y mejor", confiesa.

Tras unos años sin tener una referencia española en los deportes de invierno paralímpicos, la irrupción de Audrey Pascual supone un soplo de aire fresco. La madrileña está derribando barreras y, gracias a su talento, destreza, resistencia y fuerza de superación, es una candidata a subirse al podio en Milán-Cortina d'Ampezzo.

"Estoy nerviosa pero creo que es una sensación que tienen todos los deportistas que empiezan pronto y llegan al más alto nivel teniendo como meta los Juegos. Son muchos años hablando de ellos y que ahora llegue el momento da un poco de respeto y nervios pero también tengo muchas ganas", señala.

"Me hace mucha ilusión escuchar que puedo ser la gran baza española para los Juegos Paralímpicos. También quiero dar un poco de visibilidad a los deportes de invierno y a los propios Juegos de invierno, para que todo el mundo sepa que también existen, más allá de los de verano", apunta.

A menos de un año para que esos Juegos de invierno se inauguren el 6 de marzo de 2026, la ilusión es máxima para Audrey Pascual, que a veces, cuando cierra los ojos, se imagina estando ya en esa cita de Milán-Cortina d'Ampezzo.

"No he hablado nunca con nadie pero sí que es verdad que varias veces me he intentado imaginar cómo serán los Juegos y no tengo ni idea,pero tiene que ser espectacular. Los últimos Juegos los vi desde casa y me encantaron, sobre todo me acuerdo del desfile. Debe ser algo único. Una gran experiencia", subraya.

"Mi sueño es subir al podio en unos Juegos. Capacidad tengo, pero a veces en el deporte se gana y otras se pierde. Somos unas quince chicas en el circuito. Luego en los Juegos siempre aparece más gente, alguna china con gran nivel, pero seremos más o menos ese número", declara Audrey, consciente del alto margen de mejora que aún tiene por su edad.

"Cumplo 21 años en octubre y creo que tengo muchísimo margen de mejora aunque si que es verdad que en estos últimos años he mejorado un montón, tanto a nivel psicológico como deportivo y de rendimiento, pero obviamente siempre queda un montón y sí que se nota sobre todo la experiencia o la madurez deportiva de la gente que lleva años en el circuito. También me motiva saber que tienes mucho por delante y mucho que mejorar", confiesa.

"Para la temporada hemos hablado de que nos centraremos un poco más en entrenar. Seguiré compitiendo, porque al final es lo que me gusta, pero también nos centraremos en entrenar todo lo que se pueda", apunta la joven esquiadora, que, como española, no está sola en el circuito.

"Con María Martín Granizo me llevo muy bien. Ya llevaba unos años en el circuito sola así que tener a una persona más que también está en tu misma situación y poder compartir la experiencia y animarnos está muy bien. Ojalá podamos ir las dos a los Juegos".

Del esquí al surf

La otra gran pasión de Audrey Pascual es el surf.Se proclamó campeona del mundo en 2024 en Huntington Beach (California) y además tiene en sus vitrinas tres medallas mundiales más en la categoría kneel (de rodillas).

"Son deportes que, aparentemente, igual no se parecen mucho pero luego son muy parecidos. Son deportes individuales. Puedes entrar en el agua sola pero también puedes hacer esquí sola. Además estas con la naturaleza y tienen un punto en común, por eso mucha gente que esquía también hace surf. Además se compaginan muy bien. Uno es en verano y otro en invierno", apunta.

"En cuanto pueda me iré a me iré a hacer surf, pero con lo poco que queda para los Juegos intentaremos intensificar la preparación. Yo creo que iré en verano a algún glaciar, a Latinoamérica o a algún sitio para no perder el contacto con la nieve y seguir entrenando para no perder el ritmo. Aún no está definido", señala.

El mar no le queda ahora lejos a Audrey, que suele entrenar en el CAR de Granada y estudia en la ciudad nazarí segundo de Comunicación Audiovisual.

"Como no voy mucho a clase, a algunos compañeros casi no les sonará mi cara. Pensarán quién es esa chica que solo va a los exámenes y no aparece el resto del año. Igual hay gente que no lo sabe, pero mis amigos flipan, los que conocen mi historia", apunta.

"Es como si tuviera dos vidas, la vida de estudiante cuando estoy aquí estudiando, y la vida de deportista, que es un no parar. A veces me cuesta compaginar todo. Hay veces que llego de entrenar, tengo sueño, me quiero echar la siesta, pero tengo que ir al gimnasio, tengo que preparar el material, tengo que estudiar, o lo que sea. Siempre tengo algo que hacer y el poco tiempo que tengo lo tengo que aprovechar para hacer algo productivo", comenta.

En el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada no está mucho tiempo porque como las competiciones suelen ser muy juntas, al final no la da tiempo a volver a España y luego volverse a ir.

"En el CAR suelo estar solo el último mes de temporada. El resto de temporada tampoco es que pueda decir que viva en Granada. No vivo en ningún sitio porque no paro de viajar. No estoy más de una semana en un mismo sitio", declara Audrey, que sigue manteniendo esa ilusión por las cosas como cuando empezó.

"Yo creo que tampoco ha cambiado mucho la niña que empezó con once años de la de ahora. Sigo teniendo las mismas ganas de cuando empecé. Si echo la vista atrás yo creo que era a lo que quería aspirar, pero no me imaginaba con un Globo de Cristal, encima en velocidad, en mis manos. Es increíble", comenta.

Audrey es muy joven, tiene un futuro muy prometedor por delante y una ilusión desbordante. También tiene las cosas claras para ir quemando etapas. "Lo que haga en un futuro quiero relacionarlo con el deporte y la comunicación". Para eso aún queda. De momento hay que saborear el éxito de una temporada deportiva que ha sido memorable y pensar en los Juegos Paralímpicos de Milán-Cortina d'Ampezzo.