La sorpresa a un paralímpico español en el vuelo de sus sueños: "Lo sabían hasta mis hermanos de 11 años, me quedé en shock"
El nadador Miguel Ángel Navarro, con un 93% de discapacidad, se montó en el avión hacia los Juegos Paralímpicos sin saber que Iberia había elegido a su madre como sobrecargo para ese vuelo.

Miguel Ángel Navarro llegó al aeropuerto de Madrid el 24 de agosto con una ilusión que le desbordaba. A sus 20 años, el nadador estaba a punto de viajar a sus primeros Juegos Paralímpicos, los de París. Y cuando dejó el equipaje y le dieron la tarjeta de embarque, se dio cuenta de que en el asiento de su izquierda iba a volar al lado de la más grande, de Teresa Perales. La leyenda.
Sin embargo, esa no fue la mayor sorpresa que se llevó Miguel Ángel Navarro. Porque cuando se abrieron las compuertas del avión, uno de los primeros rostros que vio fue el de su madre, Sonia. Iberia, la operadora, había elegido a Sonia como la sobrecargo del vuelo para que acompañara a su hijo en el viaje de sus sueños.
"Lo sabía todo el mundo menos yo", dice sonriente Miguel Ángel a Relevo. "Lo sabían hasta mis hermanos, que tienen 11 años, lo sabía todo mi entorno. Fue una gran sorpresa. Yo entro sin saber nada y me esperaba otra sobrecargo... Y ver ahí a mi madre y que estuviera ahí fue un momento muy especial. Me dejó en shock porque era algo que no me lo esperaba. Ahora recordándolo se me saltan las lágrimas. Gracias a Iberia por organizarlo", añade el deportista a su regreso de París.
@iberia Miguel Ángel ha tenido una sorpresa muy especial a bordo ✨✈️☺️ #paralimpicos #Iberia ♬ sonido original - Iberia
"No era la primera vez que volaba con mi madre, pero sí la más especial, porque es un vuelo en el que viajan todas las ilusiones de todo el equipo olímpico. Y que estuviera mi madre, que ha sido un pilar fundamental en mi vida, apoyándome en todos los entrenos, yendo conmigo de un lado para otro... En los Juegos Paralímpicos también estuvo. Le estaré siempre agradecido a Iberia".
El sueño de Los Ángeles
Miguel Ángel Navarro nació hace 20 años en San Sebastián de los Reyes con amioplasia muscular congénita. Con una discapacidad física del 93%, los médicos le aconsejaron desde pequeño que practicara la natación para ejercitar los músculos. Y así lo hizo. Ahora, a sus 20 años, ha participado en sus primeros Juegos Paralímpicos en la categoría S1, la que está reservada a los deportistas con mayor grado de discapacidad. Es el primer atleta español en hacerlo.
"Lo de los Juegos no se puede comparar con ninguna otra expectativa que tuviese. Ha sido todo muy especial, desde que salimos del aeropuerto con ese momento hasta que acabó mi participación. Las dos pruebas fueron muy especiales", relata Miguel Ángel, que fue sexto en la final de 100 metros braza S1 y séptimo en la de 50 braza de la misma categoría. "Y luego, a nivel de todo el equipo, de todos los integrantes, de la expedición española, ha sido un gustazo. Ahora quiero ir a Los Ángeles. Tengo muchísimas ganas, habrá que entrenar y esforzarse, estar ahí horas y horas en la piscina, pero estoy con muchas ganas de poder ir si todo va bien".
Estudiante de Periodismo y Derecho, Miguel Ángel tuvo la fortuna en París de poder competir en una de las sedes más especiales, en La Defense Arena. El estadio que albergaba las pruebas de natación, tanto en los Juegos Olímpicos como en los Paralímpicos, tenía 15.000 butacas y rara fue la sesión en la que había asientos libres.
"Yo nunca había estado en una piscina tan grande. Cuando hay 15.000 personas animándote, sientes algo que es incomparable. Hay en otras piscinas en las que sí se nota el calor del público, pero nada comparado con 15.000 personas, un estadio lleno de gente que va solo a animarte, para arroparte y que des lo mejor de ti. Entre las 15.000 personas y todo el calor que había fue ese empujoncito para dar lo mejor".