La historia oculta detrás del día más duro de la carrera de Blanca Fernández Ochoa: "Trae medalla"

La figura de Blanca Fernández Ochoa marcó un antes y un después en el deporte femenino español. En los Juegos Olímpicos de invierno de Albertville 1992 se consagró como la primera mujer española en colgarse una medalla olímpica, pero la historia de ese día comenzó cuatro años antes con el episodio más duro de su carrera deportiva. La prueba de Slalom Gigante en Calgary 1988 terminó con una dura caída en la segunda manga cuando marchaba camino de la medalla de oro, pero lo que no muchos saben es que aquel día comenzó con un ataque de ansiedad por las palabras de un directivo.

La periodista Olga Viza, presente aquel día en las montañas canadienses, ha desvelado en el programa 'En primicia' de La 2 qué ocurrió aquel día, detallando sus conversaciones con la propia deportista madrileña varios años después de un 25 de febrero de 1988 que pasó a la historia negra del deporte español. "El país estaba pendiente de Blanca", comienza Viza su relato al recordar cómo las cámaras de Televisión Española subieron a la salida para grabar a la madrileña visualizar el recorrido una y otra vez en la zona de salida.

Cuando todo el país empezaba a levantarse del sofá para disfrutar de una medalla para la historia con la narración de Matías Prats y Paquito, el hermano de Blanca y campeón en Sapporo 1972, la esquiadora española sufre una caída y todo se va al traste. "No es justo", gritaba Paquito al micrófono.

Al llegar a la zona de prensa, Blanca buscaba el lado positivo en un día para el olvido que, ahora, se destapa. "Tengo salud y tengo éxito", decía antes de hacer un silencio que pronto rompería una frase llena de lágrimas: "O he estado a punto de tenerlo". Seguidamente abrazaba a Olga Viza buscando consuelo. "Es una pena", decía antes de romperse.

"Viene directa y se me tira", recuerda la comunicadora, mientras explica qué pasaba por su cabeza en aquellos segundos eternos. "¿Qué hago? Pues no, prefiero fallar como periodista que como persona. No puedo preguntar a esta mujer que viene destrozada, que lleva cuatro años preparando este momento, que ella ya no quería seguir y la convencieron. Ella estaba de presión...".

"Muchísimos años después, [Blanca] me contó. Me dijo "Hay algo que tú no sabes" y es que, en aquel tiempo en el que yo estuve visualizando, vino un alto responsable de la federación y me dijo: "Aunque sea de bronce, pero trae medalla", desvela Viza, destapando lo que ocurrió aquella jornada, que nunca llegó a conocerse y que, como le confesó al tiempo, terminó afectando a Blanca: "Me dio un ataque de ansiedad y no fui la misma ahí arriba". Una presión sobre una deportista ya presionada de por sí en los últimos años que pudo ser el detonante para que no consiguiera lo que estaba predestinada a conseguir: una medalla olímpica en Calgary.

Un episodio que demuestra una vez más la grave presión que sufrió Fernández Ochoa y que la llevó al límite durante su carrera deportiva. En la siguiente edición olímpica, la medalla de bronce en Albertville hizo olvidar a la gran mayoría de españoles el duro trance de unos años antes, pero seguro que nunca se marchó de la cabeza de Blanca.