El espectáculo del campeonato de saltos aterrizó en Gijón por primera vez
El muelle de la ciudad asturiana ha acogido la competición Dods Diving World Tour en su sexta etapa. Es el debut de la disciplina en España.

El Døds Diving World Tour se ha desarrollado con lluvia, pero sin inconvenientes, en la torre que comanda el Puerto Deportivo de Gijón. Diez metros de alto y seis de ancho son las medidas desde las que los participantes han saltado hacia el vacío y recalado en aguas asturianas. Los atletas han comenzado a las 18:00 de la tarde a mostrarle al público allí presente sus espectaculares acrobacias. El evento deportivo se trasladó por primera vez a una ciudad española durante la celebración de su sexta etapa de las doce del campeonato mundial.
El evento celebrado en la ciudad asturiana le otorgó el oro al joven de 18 años Adam Lisovskij, apodado como 'Lisos'. Herman T. Solstad, de tan solo 13 años, se llevó la plata y el estadounidense Sean Shank, el bronce. Guardia Civil y el equipo médico y de salvamento se encontraban a unos metros de los jueces de la competición para la seguridad de los atletas por la complicada climatología que se cernía sobre Gijón durante su celebración.
Esta iniciativa impulsada para el disfrute de los aficionados a este deporte o para los extrañados que se han acercado al Puerto Deportivo de Gijón y les ha entrado el interés, se ha hecho realidad por la organización conjunta de El Comercio, Relevo y B3 Sportainment, con el patrocinio del Patronato Deportivo Municipal y la Dirección General de Turismo y la colaboración de la firma local Siroko. Saltos únicos y caídas asombrosas se presentaron al público para descubrir la variedad patente en los deportes minoritarios y con poca visibilidad en España.
Esta modalidad se trata de una disciplina basada en la ejecución de saltos extremos desde una plataforma de 30 metros de altura. La mayor diferencia con respecto a otras especialidades de saltos es que esta no consiste en caer de la manera más limpia posible, sino que el Dodsing valora la aparatosidad con la que el saltador aterrice en el agua, y si parece que te has metido un planchazo alucinante, mejor aún. Aunque no se trata de sufrir golpes dolorosos. Segundos antes de introducirte en el agua, el saltador debe realizar un giro o encogerse para disminuir el golpe.
La torre fue espectadora en primera persona del campeonato en el que hubo dos rondas: una de estilo libre y otra clásica, modalidad original. Estas produjeron una criba para el salto final, al que pasaron los diez mejores de alrededor de una cuarentena de saltadores. En este caso, la prueba contó con participantes de cinco nacionalidades diferentes.
El representante español tenía en sus manos la oportunidad de robarse el billete para el Campeonato Mundial en Oslo el 17 de agosto. Pacome Pegaz era el primer clasificado con una media entre sus dos marcas de 8,2 puntos, pero para desgracia del ibicenco, su acrobacia no completó las expectativas de los jueces y tuvo que abandonar el agua y la primera posición en la tabla a bordo de una de las motos de agua de la organización.
La lluvia y el viento fueron los mayores rivales de los competidores, que menos por la segunda ronda en la que dio una escasa tregua, incomodó el desarrollo de la competición durante el resto de la tarde. Para terminar, los saltadores iban a proceder a realizar saltos combinados de hasta seis deportistas a la vez, como practicaron en los entrenamientos matutinos, pero la climatología puso el freno e hizo desestimar esta última parte del show.
Gijón elevó a otro nivel la disciplina practicada por personas de todas las edades y todos los sexos
Esta disciplina extrema en la que participan personas de todas las edades y sexos es de origen noruego y esta cita ha sido la sexta etapa de las doce del campeonato mundial. Deportistas de Estados Unidos, Bélgica, Francia, Noruega y España se han enfrentado al escrutinio de los jueces y han sido los protagonistas que han deslumbrado a los presentes en el Puerto Deportivo.
Las dimensiones en Gijón se han elevado a otro nivel. "Es la primera vez en el circuito que se monta una torre tan grande", confirmaba Stine Brun, responsable deportiva y de comunicación del campeonato. La estructura, desde la que los atletas han tomado su protagonismo, ha sido tres metros mayor de lo habitual y se encuentra frente a la Antigua Rula. Nunca antes se había celebrado esta competición de primer nivel con esta dificultad para los participantes.