El Juego de Tronos croata que obliga a España a un 'Maracanazo' para ir a los Juegos: "Se han apoderado de todo"
La Selección masculina busca el oro europeo ante la anfitriona, que controla la LEN con políticas autoritarias.
La Selección masculina de waterpolo buscará esta martes (20:30, Teledeporte) el oro europeo y el billete a los Juegos Olímpicos de París en una piscina Bazeni Mladost de Zagreb a reventar, con miles de gargantas animando a Croacia, que también persigue la doble gloria después de que su estrategia en los despachos está a un paso de triunfar. España está obligada al 'Maracanazo', como ya estuvo a punto de conseguir en el Europeo de 2021 en Budapest (perdió ante Hungría en los penaltis) o el que sí logró Italia en la final de los Juegos de Barcelona, en 1992, en la prórroga. Pero esta final responde a un Juego de Tronos descarado, o en cómo la política federativa puede marcar el curso de las competiciones.
El waterpolo europeo está regido por la Liga Nacional Europa (LEN), asociación que engloba todas las disciplinas acuáticas (saltos, aguas abiertas, natación, artística y waterpolo), ahora mismo controlada por Croacia de forma autoritaria. El presidente de la LEN es un portugués llamado Antonio da Silva, enfrascado en dos casos de corrupción (uno de ellos supuestamente por organizar unos másters en la universidad, cobrarle a los alumnos y luego no hacerlos), nombrado a dedo por el presidente de la Federación Internacional de Natación, Husain Al Musallam, kuwaití con pasaporte húngaro, quien le dio el poder y los apoyos para que ganara en las elecciones al italiano Paolo Barelli, ex presidente y a quien apoyaba España.
"Se han apoderado de la natación", resume gente próxima que vive el día a día acuático. El vicepresidente de la LEN es un croata llamado Josip Varvodić, quien realmente toma las decisiones con un grupo de asesores donde hay míticos técnicos de su país. Decisiones como la de llevar la sede del waterpolo a Zagreb, ahora el centro de operaciones, son el ejemplo más notorio: "Ellos tienen el poder real y han llevado a cabo el contubernio balcánico".
Hay decisiones que han marcado el devenir de este Europeo, fijado en un principio en Israel pero cancelado por el comienzo de los ataques a Palestina. En ese momento, la LEN empezó a debatir dónde lo llevaba. La primera propuesta del 'lobby' croata era que no se jugara esta competición al celebrarse los Mundiales de Doha en febrero. Y, su solución, era que la plaza olímpica que está en juego se le asignase al campeón del anterior Europeo, celebrado en Split y ganado por... Croacia. Obviamente, países como Italia o España, incluido Serbia o Montenegro, se negaron en redondo.
España, abonada a las finales europeas de Waterpolo.
— Relevo (@relevo) January 14, 2024
🥇 Se jugará el oro del Europeo contra Hungría o Croacia.
📌 Además, estarán clasificados para París 2024 si los húngaros llegan a la final. pic.twitter.com/evqXWLB8rU
El segundo paso fue nombrar Berlín como sede del Europeo, pero de nuevo el 'lobby' croata dio un giro y decidió que este se celebraría entre las ciudades de Zagreb y Dubrovnik. Un Europeo por segunda vez seguida en Croacia, país donde el waterpolo es deporte nacional y que persigue la clasificación olímpica y un mejor grupo en los Mundiales, algo que también se ponía en juego en este Europeo. "También han hecho la Champions a su medida, la han cambiado a un formato mejor para ellos", explican las mismas fuentes.
Contra ese contubernio ha tenido que lidiar España, un equipo impenetrable que continúa con su senda de medallas y que aspira a un Maracanazo que serviría también de justicia poética ante el abuso de la política en el deporte. De no lograrlo, a los de David Martín le queda la bala del Mundial de Doha, donde se conceden cuatro plazas más, por lo que la Selección no debería tener problemas en sellar su billete. Pero mejor conseguirlo antes, en Zagreb, ante la Croacia que domina la LEN. Un oro con simbolismo, otro más para un equipo que ya es de leyenda.