Algo se mueve en la lucha canaria, entre mayores premios, más mujeres y cero apuestas: "En esta vida no todo es dinero"

En el archipiélago canario, ningún deporte es tan autóctono ni representa mejor su identidad que la lucha canaria. Con cinco siglos de historia, el arte isleño de combate guarda un principio básico: desequilibrar al adversario hasta que cualquier parte de su cuerpo, excepto la planta de los pies, toque el suelo. En este universo, cohabitan tres categorías, por niveles y por puntuación: Primera, Segunda y Tercera. Son 24 luchadores, 12 en cada equipo, quienes buscan la gloria en el "terrero", un campo de batalla de forma circular, generalmente de arena o tierra batida, con un aforo de hasta 3.000 espectadores.

El sistema de combate se llama tradicionalmente "3 de las 2 mejores". Por ejemplo, si un luchador tumba dos veces seguidas a su adversario, automáticamente supera al contrario. Si ambos ganan una ronda, se recurre al desempate. Para tumbar al rival, se emplean las llamadas "mañas" o técnicas, que combinan movimientos de manos y pies. Algunas de las más emblemáticas son la "Burra", la "Cogida de Muslo", el "Cango", la "Pardelera", el "Toque por Dentro" o el "Chascón".

Los luchadores van desde el "Puntal A" -solo puede competir en primera categoría y hay equipos que no tienen este tipo de puntal-. hasta el "Puntal B", el "Puntal C" y los "Destacados", también divididos en A, B y C, además de los "Libres" y los "No clasificados". El encargado de seleccionar qué luchador entra al terrero es el "mandador", quien diseña la estrategia de cada combate. Las reglas permiten que todos se enfrenten entre sí, y existe un mercado de fichajes.

Actualmente, el deporte cuenta con una Federación Regional, seis federaciones insulares y cerca de 5.000 luchadoras y luchadores federados. Para el público general, probablemente la figura más reconocida a nivel internacional es Juan Espino "El Guapo", conocido en la lucha canaria como el "Trota II" por su saga familiar. Él llevó la esencia de Canarias al mundo de las MMA. Por consiguiente, en este espectro regional, la competición más prestigiosa es la "Liga DISA Gobierno de Canarias", cuyo vigente bicampeón es el Unión Antigua de Fuerteventura. Aquí, el precio de las entradas oscila desde los 5€ hasta los 12€.

Parte del éxito del mencionado club majorero se debe a Raimundo García Mesa, nacido en Fuerteventura y quien ha estado vinculado a la entidad desde 2002. Primero se presentó como luchador, luego como mandador y, en los últimos años, combinando su papel de técnico con la presidencia. "Para los canarios, la lucha canaria es más que un deporte: es un sentimiento, una tradición eterna que se asemeja al judo", afirma Raimundo en Relevo. "En Fuerteventura pasamos más de 20 años sin sacar un Puntal A, lo logramos con Javier García, que ahora compite en Tenerife. Ahora, en nuestro equipo contamos con Pedro Hernández como Puntal A, además de dos Destacados A, un Destacado B y dos Destacados C. Todo se mide por puntuación, siempre debe haber un equilibrio".

Con total franqueza, Raimundo describe la realidad de un equipo de lucha canaria y el esfuerzo que implica su supervivencia. "Estamos en un grandísimo momento, gozamos de muy buena salud en todos los sentidos. Se han doblado las licencias, hay más luchadoras con ganas de competir y se nota más movimiento en el apartado económico. Las últimas cinco grandes ligas regionales las han ganado equipos de Fuerteventura. Esto ha llevado a las instituciones a reaccionar. Actualmente contamos con subvenciones del Ayuntamiento y del Cabildo, que también cubren gastos como el transporte y el agua para los niños fichados en las categorías base".

Pero las ayudas oficiales no lo son todo. "El resto de los ingresos provienen de rifas, ventas de camisetas, gorras, refrescos y, por supuesto, la taquilla. En nuestro terrero caben 1.200 personas, y el año pasado tuve que cerrarlo dos veces porque no cabía ni un alma más. Normalmente, rondamos los 400 espectadores por luchada, pero en los días más importantes, con un recinto de 3.000 personas, lo llenaríamos sin problemas. El terrero más grande está en Tetir, en el municipio de Puerto del Rosario, capital de Fuerteventura, con capacidad para 2.000 aficionados. La última final, en el Municipal de Tinajo, en Lanzarote, fue un lleno absoluto", describe con orgullo.

El avance económico también ha traído consigo hitos históricos. "Por primera vez, el campeón de la Liga DISA, que afortunadamente fuimos nosotros, recibió un cheque de 3.000€, y el subcampeón, 1.500€. Esto nunca había pasado. Antes, ganar un título era algo simbólico, no tenía recompensa económica. Ahora, con estos ingresos, no solo aseguramos la estabilidad del equipo, sino que hemos podido fichar en Fuerteventura a puntales de renombre como Eusebio Ledesma o Miguel Hernández. Además, hemos expandido la estructura del club: contamos con un equipo de Primera, otro de Segunda, y categorías de infantiles, cadetes, juveniles, además de una escuela con 50 niños y niñas", añade.

En cuanto a la posibilidad de introducir apuestas en la lucha canaria, Raimundo es tajante. "No, no, las apuestas no existen ni existirán. En su momento se barajó la idea, pero nunca se llevó a cabo y no se va a dar. La Ley Canaria del Deporte impide cualquier acto relacionado con las apuestas, y sinceramente, me parece bien".

Detrás de cada combate en el terrero hay horas de entrenamiento y sacrificio. Los luchadores dedican semanas enteras a su preparación, combinando entrenamientos con la competición oficial. Un calendario que, en muchos casos, luce de una exigencia para que la lucha canaria sea considerado un trabajo profesional. Pero, ¿es posible vivir exclusivamente de la lucha canaria?

"A pesar del buen momento que atraviesa este deporte, la respuesta sigue siendo negativa. La lucha canaria aún no ofrece estabilidad económica suficiente como para dedicarse a ella en exclusiva. Todos los luchadores tienen otra profesión: en mi equipo, por ejemplo, hay camioneros, arquitectos, taxistas, maestros y fisioterapeutas", explica Raimundo.

La lucha canaria mantiene su naturaleza y continúa siendo símbolo de identidad para las nuevas generaciones. "Los puntales son, a día de hoy, auténticos ídolos para muchos niños y niñas de Canarias. En esta vida no todo es dinero. Gracias al buen nivel de la lucha canaria, hay jóvenes que entrenan con la ilusión de alcanzar el mismo nivel que sus referentes. Tenemos que cuidar esa cantera y ese sentimiento por nuestro deporte, que nos define como canarios", subraya.

El reconocimiento del deporte vernáculo ha crecido notablemente gracias a la televisión y a las redes sociales. "Aquí, en Canarias, los luchadores sí son conocidos. Puedes seguir todas las luchadas por televisión, YouTube o Facebook, e incluso hay páginas web que permiten seleccionar tu equipo y ganar premios como camisetas. Raro es el día en que no se publique algo sobre lucha en redes sociales", comenta Raimundo.

Sergio Macías, miembro del departamento de comunicación de la Federación de Lucha Canaria y productor audiovisual, analiza en Relevo el impacto mediático que ha experimentado este deporte en los últimos años. "Retransmito muchos deportes en las islas, labor que compatibilizo con mi responsabilidad en la Federación. A día de hoy, las mejores cifras de audiencia en directo las tiene la lucha canaria. Hay un seguimiento enorme, especialmente en las islas no capitalinas. En La Palma, por ejemplo, se vive con una pasión increíble. Está muy, muy viva".

"Te digo más. En un tiempo no tan lejano, la lucha canaria era un deporte netamente masculino. Ahora hay muchas más mujeres practicándolo. Es totalmente cierto que se han abierto infinidad de puertas. Solo en Gran Canaria existen 21 equipos bregando en categorías diferentes", aporta nuevamente Sergio Macías, ilusionado con la evolución.

Otro ejemplo de este auge mediático fue "La Velada del Año", evento celebrado en Tenerife el pasado mes de enero. Fue organizado por el creador de contenido canario EstoesRuymán y la iniciativa reunió a influencers de las islas y contribuyó a difundir aún más la lucha canaria entre el público joven y las nuevas plataformas digitales.

El pasado 7 de febrero, en la final de la Liga de Primera Categoría Cabildo de Gran Canaria, disputada en el terrero de Vecindario entre el Castillo -campeón del torneo- y el Almogarén, un espectador de lujo se dejó ver entre el público: Emerson Royal, futbolista profesional del AC Milan.

El jugador brasileño, que se encontraba en la isla realizando un tratamiento con David Álvarez, exfisioterapeuta del Real Betis, aprovechó la oportunidad para presenciar por primera vez un combate de lucha canaria en directo. "Me está gustando mucho, pero yo no tengo tanta habilidad para esto", dijo con una sonrisa a los micrófonos de TV Canaria.

El interés de las estrellas del deporte por la lucha canaria no es nuevo. Raimundo recuerda que futbolistas como Fernando Redondo, durante su etapa en el Club Deportivo Tenerife, eran seguidores asiduos de este deporte. "Le veía en la grada junto a otros jugadores argentinos y hasta profesionales del baloncesto como Greg Stewart. Hubo una época en la que cada isla tenía su propia selección, y cuando competíamos en Tenerife, ellos no faltaban en las gradas", rememora.

Cada año, los puntales, la élite de la lucha canaria, viajan a Corea del Sur para competir en el Campeonato Mundial de Ssireum. Este torneo internacional, que celebra las tradiciones de lucha de distintos países, se enmarca dentro de un arte marcial considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y es, además, un deporte tradicional coreano de gran prestigio.

En la edición de 2024, los luchadores canarios participaron en las categorías internacional y absoluta. Destacó la actuación del grancanario Alberto Zamora, quien se proclamó campeón mundial de Ssireum para extranjeros. El puntal B del Santa Rita Club de Luchas superó en su camino al título a Ayoze Reyes, venció a Alejandro Afonso en semifinales y se impuso a Raúl Peñate en la gran final. "En Corea del Sur, los luchadores de Ssireum son respaldados por el Estado. Para ellos, es lo más alto a lo que pueden aspirar", asevera Raimundo. Como reconocimiento a su victoria, Alberto recibió un simbólico toro, que representa la fuerza y el honor.

Raimundo aprovecha el tema en cuestión y desmonta mitos sobre la lucha canaria. "Mucha gente cree que solo los más corpulentos pueden destacar, pero no es así. De hecho, los mejores suelen ser los más flacos y ágiles, porque saben contrarrestar a sus rivales. Ahí tienen a puntales como Kiren González, Loreto IV y Alejandro Afonso, que apenas superan el 1,80 m de estatura. Cualquiera puede practicar este deporte. Es más, les animo a hacerlo".

El compromiso del Gobierno de Canarias con la promoción y desarrollo de la lucha canaria es, a su vez, más sólido que nunca. "Sus valores, como la nobleza, el respeto y la superación, están profundamente arraigados en la sociedad canaria actual", destacan desde la administración autonómica.