Melani Bergés: "Las federaciones están diciendo que no pueden participar mujeres trans y sólo World Para Athletics dice que sí"

"La verdad es que ha sido un poco un boom, porque volví del campeonato y yo no me había pronunciado ni nada, y de repente sale hoy la noticia sin que ni siquiera me hubieran entrevistado. Pero bueno, hay que aprovechar un poco esta vía mediática para poder hablar también de estos temas". Quien está al otro lado del teléfono es Melani Bergés (Badalona, 1990), la velocista paralímpica española que este martes ha ocupado titulares en varios medios de comunicación. Todo por un tuit que ha compartido la triatleta Susana Rodríguez y que la señalaba como la primera perjudicada por la clasificación de la deportista italiana y mujer transgénero Valentina Petrillo para la final de 200 m T12 en el pasado Mundial de Atletismo Paralímpico.

"Una cosa son la inclusión y el respeto hacia todas las personas sin discriminación, y otra, ante la que nos encontramos, es perder el rumbo y aceptar que el deporte sea injusto desde la línea de salida. Mi apoyo es para Melany y para todas las mujeres porque esto nos afecta a todas", escribió Rodríguez.

Bergés, corredora con discapacidad visual, rozaba la posibilidad de clasificarse para sus segundos Juegos Paralímpicos -participó en los de Río 2016-, pero quedó quinta, por detrás de la italiana, sin opción de disputar la final -en esta modalidad solo cuatro compiten por el medallero ya que se necesita otra calle para los guías- y sin poder conseguir una de las cuatro plazas en juego para París 2024.

"No conozco a ninguna mujer que con 49 años tenga esos registros. Yo no soy médico, pero entiendo cómo funciona el cuerpo y la realidad es que al final ella se ha desarrollado como hombre biológicamente durante muchos años y entonces eso puede haberla ayudado", contesta a la directa pregunta de si el hecho de ser una mujer trans -aunque hormonada y con los desequilibrios físicos que eso conlleva- pudo darle ventaja a su oponente.

Su pensamiento se alinea con los últimos movimientos de los organismos deportivos. Desde marzo de este año, las atletas transexuales que hayan vivido la pubertad como hombres, como es el caso de Valentina Petrillo, no pueden participar en las competiciones internacionales tras la decisión de World Athletics. Por su parte, el COI decidió que fuese cada federación la que aprobase sus propias normas. De hecho, Petrillo, ocho veces campeona de Italia, ha dejado de competir en las pruebas que no son paralímpicas, algo que antes hacía. En cambio, World Para Athletics, el organismo regulador del Atletismo Paralímpico, todavía no ha tomado cartas en el asunto, por ello, la italiana pudo disputar el Mundial de París. "Prácticamente todas las federaciones deportivas están diciendo que no pueden participar mujeres trans y solamente World Para Athletics está diciendo que sí", apunta la atleta.

Fuentes del Comité Paralímpico Español han querido pronunciarse sobre lo sucedido: "Respetamos la normativa de World Para Athletics que actualmente permite competir a mujeres trans como es el caso de Valentina Petrillo, pero, de cara al futuro, creemos que sería conveniente caminar hacia una uniformidad de criterios con el mundo olímpico (World Athletics y Comité Olímpico Internacional) en lo que se refiere a este asunto, y siempre teniendo en cuenta criterios científicos demostrables".

En el Estadio Charlety de París, la española no se centró en las diferencias que podía haber entre Petrillo y ella. Pero una vez apagada la adrenalina de la competición, empezó a darle vueltas. "Me sentí bastante frustrada, herida por la injusticia… Porque, sí, si hay que encontrar alguna palabra es 'injusticia' y que lo que ha ocurrido no es equitativo cuando se supone que el movimiento paralímpico aboga siempre por la igualdad e inclusión", afirma. Sin embargo, no ha hablado hasta hoy de ello. "Yo espero que la gente lo pueda entender y el que no lo entienda, pues seguramente es que le falta información", avisa Bergés, antes de que alguien pueda meterla en el terrible saco de la transfobia.

La betulense, que suma varias medallas, diplomas paralímpicos e incluso un oro europeo, habla sobre lo ocurrido en un tono muy respetuoso, como con miedo a que su discurso exceda el ámbito meramente deportivo: "Yo intento ser lo más educada y lo más cordial posible, porque en mi familia hay una persona transgénero, soy una persona que acepta y que respeta este colectivo. Lo que pasa que ya no estamos hablando de vida diaria, estamos hablando de deporte, que requiere una fuerza, un físico…". Y pone su mismo deporte como ejemplo: "De la misma forma que yo no puedo competir con amputados o no puedo competir con los ciegos totales, quizás habría que crear una categoría de deportistas trans hasta que esto esté bien regulado, para que puedan competir. Pero esto es una opinión, que esto lo tienen que decidir los de arriba".

A estas alturas todo el mundo conoce el ciclo paralímpico de cuatro años que lleva a los deportistas a una plena entrega para una fecha muy lejana que puede desvanecerse en cuestión de segundos. En el caso de Melani fueron ocho centésimas las que alejaron a esta atleta, que compagina como puede el deporte con su labor de profesora, de su sueño de volver a participar en los Juegos. Un sueño que Valentina Petrillo no disfrutará por ella, ya que presumiblemente su federación repetiría la decisión de no llevarla a los Juegos Paralímpicos como sucedió en los de Tokio tras las quejas de varias atletas italianas. Por suerte, la española quedó cuarta en los 100 metros, y aunque es una plaza no nominativa y tendrá que ganársela este año en el tartán, se aferra a esa ilusión tras lo sucedido en los 200 metros.