ENTREVISTA

La desconocida cara de Noemí de Miguel más allá de la televisión: "En Estados Unidos están deseando recibir talento español"

La periodista de Movistar+ lidera una agencia de becas para deportistas españoles en universidades norteamericanas a través de su empresa University Sports.

Noemí de Miguel, en su visita a Relevo. /RELEVO/ALEJANDRO CORRAL
Noemí de Miguel, en su visita a Relevo. RELEVO/ALEJANDRO CORRAL
José M. Amorós

José M. Amorós

"Soy deportista frustrada. Ahora estoy satisfecha y feliz con mi faceta como periodista deportiva, pero seguía teniendo esa espinita de '¿qué hubiese sido de mí?". Así comienza a desvelar Noemí de Miguel (Autol, La Rioja, 1980), periodista que en los últimos años ha sido la cara visible en el paddock de la Fórmula 1 y ahora de la Champions League en Movistar+, su labor y lado más desconocidos más allá de la pantalla y la televisión.

"En su momento, yo jugaba al baloncesto y lo que más asustaba a mi entorno, sobre todo a mi padre, eran los estudios", recuerda De Miguel. "Porque era muy complicado, y realmente sigue siendo complicadísimo, avanzar hacia un profesionalismo en el deporte y a la vez estudiar una carrera, la parte académica que te dé un soporte para cuando dejes de ser deportista".

Con su experiencia y viajes por todo el mundo encontró que, a diferencia de lo que ocurre en España, hay un país donde el sistema sí está preparado para compatibilizar e incentivar ambos aspectos de la vida: Estados Unidos. "Ahí es cuando dije: 'yo necesito que esto se sepa', porque yo me quedé con las ganas, pero por qué no ayudar a que otros entiendan que esto existe". Y en 2019, la comunicadora se lanzó a hacerlo realidad a través de una aventura llamada 'University Sports', una agencia de becas deportivas con trato personalizado para deportistas que quieran combinar su actividad con su crecimiento académico, y su división de fútbol 'University Soccer', con presencia internacional y acuerdos de colaboración, entre otros, con las Academias de David Villa.

"Las universidades tienen un gran presupuesto para dar becas a estudiantes que hagan deporte, que pueden tener más o menos nivel, porque no tienen que ser Leo Messi ni nada parecido. Es verdad que se premia que cuanto mejor seas deportivamente, mejor será tu beca. Hablaremos de todas esas opciones, pero tienes la oportunidad de vivir una experiencia en EE.UU., donde te formas y además sigues compitiendo".

"Yo siempre digo que lo peor que te puede pasar yéndote a Estados Unidos a estudiar una carrera mientras compites es que consigas tu licenciatura, de lo que tú quieras estudiar, que a la vez estés compitiendo con mucho seguimiento, que vuelvas obviamente hablando inglés perfectamente y que conozcas el ambiente internacional", relata la comunicadora que cuenta que esta ayuda le apasiona a pesar de tener que buscar horas al día debajo de las piedras.

Noemí de Miguel explica la labor de su agencia de becas en Estados Unidos.RELEVO

Ya son varios casos de éxito, tanto deportivo como laboral, en estos seis años de trayectoria y algunos han quedado grabados a fuego en la propia Noemí. Como el caso de Carla Martínez, que jugaba por diversión junto a sus amigas en un equipo en Girona y tras un postgrado en Lubbock Christian University en Texas, ha sido futbolista profesional del Lecce en Italia y también en Islandia. "Estuvo allí durante dos años, compitió en la universidad y volvió como jugadora profesional".

En la larga lista de casos de éxito, encontramos a los atletas Ramón Rodríguez, que actualmente cuenta con una beca completa en un Máster en Sports Management en Central Washington, o Paula Martínez, que dio el salto desde el Club Atletismo Playas de Castellón a Central Missouri. Pero también a Juliana Viera, futbolista internacional absoluta con Uruguay, que ya ha jugado la Copa Libertadores, y estudia y compite en East Carolina. O los de Iker Berruezo, canterano de Osasuna que decidió formarse mientras competía en Estados Unidos o Nerea de Diego, que hacía compatible jugar en la selección española Sub19 con sus estudios en Eastern Kentucky University.

La agencia cuenta con una cobertura completa para que los deportistas se olviden de sus preocupaciones y se centren en progresar en todas las facetas. "Igual que nos encargamos de que los perfiles menos acostumbrados [a la élite] tengan servicios de nutrición, preparación física y psicología deportiva con profesionales que han trabajado y trabajan en LaLiga, nos preocupamos de que los perfiles más interesantes deportivamente estén en contacto con los clubes de los que partieron, o con las federaciones, para hacerles un seguimiento. Esto es un trabajo a dos bandas: ellos les pueden seguir y las universidades allí van a hacer lo máximo y van a poner todos sus medios, que son muchísimos".

Y, si la aventura deportiva no desemboca en una carrera profesional, también existen oportunidades notables en otros ámbitos laborales. "En Estados Unidos, más allá de que valoren un buen expediente, valoran a estos estudiantes-atletas porque llevan en su mochila no solo el expediente académico, sino los valores que acarrea el deporte. Esa capacidad de liderazgo, ambición, sacrificio, de ser organizado, de trabajar en equipo... Las empresas quieren ese tipo de trabajadores y surgen las posibilidades con mucha frecuencia".

Noemí de Miguel explica las oportunidades de futuro para los becados.RELEVO

Además, son muchos los casos de éxito de deportistas españoles que dieron el salto y que han sido estrellas para sus universidades, con nombres como el medallista internacional de 1.500 metros Mario García Romo o, recientemente, el velocista Abel Jordán. "Les hablas desde España y están deseando recibir el talento deportivo español, porque le sacan mucho partido. Tenemos una gran capacidad de sacrificio, una gran adaptabilidad, porque somos muy currantes y tenemos muy claro que aprovechamos las oportunidades". Unas puertas que se están abriendo al otro lado del Atlántico gracias a la labor y a la generosidad de personas como Noemí de Miguel, que ahora da asistencias para que jóvenes con talento puedan anotar la canasta decisiva con la que ella soñó de niña.